Factores que intervienen en un chiste

Desde la Antigüedad, el humor ha sido una forma de comunicación: trasmite un mensaje que debe ser interpretado por un receptor, y es aquí donde debemos considerar los factores que intervienen en un chiste:

El contexto socio — cultural, que nos indicará si es conveniente o no el humor que vamos a utilizar, puesto que los conocimientos, la formación y las personas presentes nos pueden dar una idea de cómo será tomado el chiste; por ejemplo, una persona puede encontrarse con su grupo de amigos, contar un chiste homofóbico, y no por ello tiene que presentarse algún tipo de enfrentamiento entre ellos; o bien otro grupo de personas podrían hablar de humor negro y ser respetado, aunque para el resto de la sociedad pueden ser vistos como inhumanos y crueles.

Conforme a los procesos cognitivos, podemos entender que una persona no concibe lo mismo que otra, es decir, dependiendo del receptor el significado del mensaje va a cambiar; ya que por ejemplo, si hablamos de alguna persona famosa o algún personaje histórico puede ser entendido individualmente de manera diferente, como también, si comentamos alguna escena de alguna serie es probable que tampoco sea conocida por todos de igual forma.

Asimismo, el humor negro está presente en muchas de las series de televisión, como por ejemplo, en South Park, Family Guy, American Dad, “Ricky y Morty”, etc. y también en series de televisión que no son de animación como por ejemplo Breaking Bad, Fargo, Shameless, Los Soprano, House M.D. siendo esta última una de las mejores en este tipo de humor, todas tienen situaciones dramáticas y a veces añaden toques de comedia de situaciones como la muerte, drogas, política, alcoholismo, etc. añadiéndole toques de humor negro. Todos somos libres de ver los programas de televisión que más nos agraden, y no siempre a todas las personas nos van hacer gracia las mismas escenas, debido a nuestros procesos cognitivos.

La respuesta emocional propia está relacionada con el punto anterior, puesto que depende de lo que haya entendido la persona es la reacción que va a tener; obviamente con un chiste se espera la risa, pero sin embargo, la persona puede sentirse ofendida; por ejemplo, contar un chiste acerca de alguna religión molestará a aquellas personas religiosas, o narrar un chiste sobre judíos también puede ser bastante insultante.

Y por último, tenemos la responsabilidad individual, que hace referencia a la sensatez de cada persona, es decir, todos somos responsables de nuestros actos y dichos, de manera que si sabemos que las personas presentes son sensibles a algún tema y aun así realizamos un chiste o broma de mal gusto al respecto, debemos afrontar las consecuencias de nuestros hechos; el propio individuo debe de saber cuál es el límite que debe tener su gracia.

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