Felicidad y sexo: ¿Necesidad real o exigencia impuesta?

María Pérez
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readNov 13, 2018

Hablando con amigos míos les pregunté que si pudiesen elegir un único deseo que eligirían, y la mayoría de ellos constestaron “ser feliz”. Me resultó curioso ya que yo llevo pidiendo ese deseo en secreto cada vez que soplo las velas de mi cumpleaños desde que tengo aproximadamente 10 años. Ahora tengo 25, y después de pedir durante los últimos 15 años “ ser feliz” como regalo de cumpleaños, me planteo si tiene sentido alguno este deseo. No sé como definís la felicidad vosotros, pero yo personalmente la concibo como un estado, y como estado, dudo que tenga sentido intentar “buscarlo” o “tenerlo”. No obstante, a día de hoy nos encontramos sumergidos en un continuo bombardeo de mensajes “Mister Wonderful” en los que parece que si no eres feliz es por tu culpa. Nos encontramos en una sociedad que de una manera u otra, te “exige ser feliz”. Mi opinión es que esta misma neblina invisible de “exigencia de la felicidad” que nos envuelve, es justo la que nos lleva a sentirnos continuamente frustrados. El excesivo bombardeo de mensajes “positivos” nos lleva, o por lo menos a mi me lleva, a no fluir, a no aceptar, y a la búsqueda activa e intento artificial de mantenimiento de un “nivel de felicidad” constante.

Encuentro cierto paralelismo en este tema con el tema de la sexualidad. Me da la sensación de que el sexo ha pasado de ser un tema taboo a ser otro “eslogan” de venta que nos hemos creído al pie de la letra. Siento que a día de hoy al igual que “necesitamos ser felices”, también “necesitamos tener una vida sexual plena” o si no, “nos estamos limitando”. Pero.. ¿qué es tener una vida sexual plena? Supongo que para cada persona la respuesta a esta pregunta ha de ser muy relativa. Veo en esto un tema bastante tramposo y falso, ya que presiento que hemos aceptado ciertas opiniones sobre él como verdades universales. Por un lado es un tema que ha dejado de ser lo suficientemente taboo como para que hayamos interiorizado la idea de que “el sexo es una parte indispensable de la pareja”, pero sigue siendo lo suficienteme taboo como para que no hablemos de él sin enjuiciar o encasillar. Si buscas en internet cuál es la frecuencia de acto sexual que debe llevar a cabo una pareja, la mayoría de los blogs cutres que encuentras en Google defienden que la media de frecuencia sexual en una pareja formal de más de tres años de relación y que conviva junta es de “3 veces a la semana”. No obstante, yo he hablado con la mayoría de mis amistades que conviven con su pareja, y todos ellos coinciden en que su frecuencia es de 1 vez a la semana, y que se sienten frustrados.

Ante esto yo me planteo: ¿nos sentimos frustrados porque realmente tenemos un impulso o drive sexual al que no complacemos? ¿O son este tipo de creencias sobre el sexo que hemos interiorizado las que nos hacen sentir que “no es suficiente”? Cuestiones en las que paralelamente veo similitud con “¿qué es la felicidad?” “¿Tiene sentido plantearme ser feliz?”.

Quizá si intentamos desligarnos de todas estas creencias que nos están presionando y frustando, si dejásemos de buscar activamente esa felicidad o esos tres polvos semanales, podríamos alcanzar un mayor estado de felicidad. ¿Mejoraría nuestra vida sexual? Yo personalmente lo he probado, he intentado desligarme de tanta autoexigencia, estoy intentando vivir sin juzgar tanto estos dos ámbitos de mi vida, sin plantearme continuamente si estoy siendo feliz, y sin contar cuantas veces mantengo relaciones a la semana, y ¿sabéis qué? Siento que fluyo y que me encuentro mucho más satisfecha en ambos.

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