Feminismo
Qué es y quiénes deben defenderlo.
En primer lugar, aclaremos qué es el feminismo.
El feminismo es un movimiento revolucionario que pretende la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Sería un error pensar que pretende invertir la situación social en la que vivimos otorgando los privilegios a mujeres en detrimento de los hombres. Sin embargo, muchas personas piensan que funciona así y se hacen comentarios del tipo:
“¡Ni machismo ni feminismo, yo quiero igualdad!”
Sabiendo lo anterior, ¿de qué hablan las mujeres cuando exigen igualdad de derechos?:
- Ser escuchadxs de igual forma que se escucha a un hombre, en lugar de tender a ignorar, minusvalorar o rechazar sus opiniones e ideas.
- Poder disfrutar de su sexualidad, hablando de ella con libertad y manteniendo relaciones sexuales esporádicas sin miedo a ser juzgadxs como “zorras”, término que, por otra parte, sólo es despectivo aplicado a mujeres (Según la RAE. Zorra: 7. f. despect. malson. prostituta.).
- Eliminar la brecha salarial, es decir, la considerable diferencia entre el sueldo de mujeres y hombres a favor de estos.
- Ocupar cargos laborales más importantes y de mayor prestigio. Las mujeres no gozan de esta oportunidad, lo que se conoce como techo de cristal que, más bien, parece de hormigón…
- No deber soportar comentarios obscenos e innecesarios, que pretenden ser piropos que la mujer ha de agradecer, de hombres por la calle:
“¡GUAPA! ¡NO VEAS QUÉ CULAZO ME LLEVAS, ¿NO?! ¡MÍRALA, QUE NO SE VUELVE LA SIESA! ¡ANDA Y QUE TE DEN, ESTIRADA!”
- Pagar lo mismo que un hombre para poder entrar en discotecas. Entrar gratis no supone ningún privilegio para una mujer. Si se permite es porque, justo en el momento en que entra al establecimiento, pasa a ser un objeto de consumo con el que atraer a más hombres. Una mujer es una persona con derecho a ser respetada y valorada, no cosificada.
- Que esto no sea lo último que oyen cuando se despiden de madrugada de amigas y amigos tras salir de fiesta:
“Avísame cuando llegues, que sepa que has llegado bien”
- Que la ropa que vestía la mujer no sea un hecho relevante a la hora de juzgar la violación que sufrió, considerando que es obvio que fuese sometida a abusos sexuales por parte de cualquier hombre que la viera:
“Es que iba provocando con esa falda tan corta, parecía una puta”
- No tener que cumplir una serie de roles de género asignados a la mujer para satisfacer a los hombres (p.e. ir siempre perfectamente depiladas, maquilladas, con tacones, bien vestidas, ser amables, cariñosas –pero no unas pesadas –, ser “femeninas” ¡¿QUÉ DEMONIOS SIGNIFICA SER FEMENINA?! ¡¿NO PODEMOS JUGAR AL FÚTBOL?! ¡¿SÓLO PODEMOS VER PELÍCULAS DISNEY SOÑANDO CON NUESTRO PRÍNCIPE AZUL MIENTRAS COMEMOS HELADO?!).
- Y un largo etcétera que podéis comentar vosotrxs mismxs.
¿Sólo las mujeres deben difundir este movimiento feminista? Es claro que son las mujeres las protagonistas de esta lucha, pero los hombres, igualmente, han de defenderla, aunque desde un segundo plano. ¿Cómo? Cuando se hagan comentarios machistas o se muestren actitudes que denigren a las mujeres en su grupo de amigos, pueden dar un paso y decir “Oye, tío, te estás pasando. ¡Vale ya!”. La excusa de “estamos entre amigos, es una broma” no quita que, aunque no sean artífices de un suceso machista, sí sean unos claros cómplices con su silencio.
Finalmente, he de decir que no solo existe un tipo de feminismo, sino que este engloba diferentes corrientes (liberal, radical, socialista, marxista, ecofeminismo, transfeminismo, etc.), pero todas tienen un enemigo común: el patriarcado, y el fin último es el mismo: empoderar a la mujer.