FINGE HASTA SERLO

Diferentes posturas corporales antes de una entrevista de trabajo

Para las clases del C1 de inglés a las que voy, me piden que todas las semanas me vea vídeos en inglés, a poder ser Ted Talks, para mejorar mi “listening”. Para quien no sepa de qué hablo, las charlas TED o Ted Talks se trata de conferencias ofrecidas por una organización que sube videos a su página y a la plataforma de YouTube sobre temas muy diversos, con la finalidad principal de divulgar conocimiento.

En busca de un video para esta semana, topé con una charla sobre el poder del lenguaje corporal en la identidad de una persona y en la percepción que los demás tienen sobre nosotros. Justo al comenzar el video, Amy Cuddy, psicóloga social y persona encargada de la charla TED, le pide al público que intente cambiar su postura corporal por tan solo 2 minutos, haciendo hincapié en como este pequeño gesto podría cambiar el desarrollo de sus vidas. Me llamó mucho la atención como explicaba que los primeros en ser influenciados por nuestro lenguaje corporal, es decir, expresiones no verbales o sentimientos, somos nosotros mismos. Parece haber una clara evidencia en que la mente es capaz de cambiar nuestro cuerpo, pero durante la charla, se plantea una cuestión muy interesante y es que, si por el contrario ¿es posible que también el cuerpo haga cambiar a la mente en cuanto a pensamientos y sentimientos? Afirma que efectivamente, tan solo son necesarios dos minutos para conseguir pequeños cambios que podrían dar como resultado un gran cambio final.

Reflexionando acerca del tema y extrapolándolo a mi vida personal, muchas veces he conseguido sentirme mejor en un momento del día o incluso cambiar mi actitud más a largo plazo utilizando esta técnica del lenguaje no verbal de forma inconsciente. No sé si a muchos os ha pasado que un día os levantáis bajos de ánimos o pasáis por unos días malos y habéis sido capaces de sentiros mejor con el simple hecho de arreglaros, maquillaros, veros guapísimos en el espejo y salir a tomar algo con amigos, haciendo que estas mejor de lo que realmente estas y acabar sintiéndote bien de verdad. A mí es algo que hasta ahora me salía de forma inconsciente pero que realmente me funcionaba. También he notado una gran diferencia con esto a la hora de socializar, en comparación a cuando mi postura corporal trasmite ganas de comunicarse e incluso seguridad en mí misma, cuando esto no es así, que cuando muestra todo lo contrario. Es por eso y en referencia al título, muchas veces, fingir que podemos hacerlo, que nos sentimos empoderados, puede pasar de ser una representación de algo que no es verdad a algo totalmente cierto.

Por último, otro ejemplo que se me viene a la mente es una frase un tanto sarcástica que le he escuchado a mucha gente por redes sociales en esta época de exámenes tan estresante a la que nos enfrentamos los universitarios actualmente y dice así: “hay que ponerse guapo/a para hacer los exámenes porque uno no puede sentirse tonto y feo a la misma vez”. Si la analizamos en profundidad, esta guarda gran relación con lo que vengo comentando hasta ahora. De hecho, en cuanto a mi experiencia personal, he de decir que arreglarme me sube el ánimo y la autoestima, y que, junto a unas ganas de mostrarme más segura a través de mi expresión corporal, me ha sido de gran ayuda a la hora de afrontar, en este caso, un examen.

En conclusión, esta herramienta de comunicación puede hacernos mejorar en todos los ámbitos, ya que el lenguaje está muy presente en nuestras vidas de forma continua y que lo que puede parecer una tontería, puede armarnos de valor para conseguir aquello que nos propongamos.

A continuación, dejo el vídeo de la charla TED “Your body language may shape who you are” de Amy Cuddy.

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