Fleabag y el uso de la cámara para contar un final

Auroratorices
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readDec 30, 2022

En clase estuvimos hablando de la lectura de Montaje cinematográfico y, junto al profesor, estuvimos analizando diversas escenas de películas y series que han sido muy influyentes en la cultura popular como El Padrino o Juego de Tronos.

Durante esta clase se mencionó que si un personaje se mueve hacia la izquierda se entiende que está volviendo hacia atrás, como si estuviera huyendo de algo. Mientras que, si el personaje avanza hacia la derecha del plano, entendemos que sigue hacia delante. Al oír esto inmediatamente pensé en la última escena de la segunda temporada de Fleabag.

Para los que no la conozcáis, Fleabag es una comedia dramática británica que se basa en un monólogo individual de Phoebe Waller-Bridge, quien también interpreta a la protagonista cuyo nombre da título a la serie. Durante los capítulos, la acompañamos a través de diferentes eventos de su vida cotidiana y vemos cómo se enfrenta a diferentes situaciones como la pérdida de un ser querido, crisis familiares y laborales, rupturas y un enamoramiento. Todo esto enfocado desde un punto de vista que en un principio es cómico, aunque no tardaremos en darnos cuenta de que lo que hay debajo de este peculiar sentido del humor es el profundo dolor que siente Fleabag.

Lo peculiar de esta serie es la manera en la que está contada, ya que la protagonista desde el primer capítulo rompe la cuarta pared y nos habla directamente a nosotros, presentándonos ella misma a los demás personajes, contándonos cómo se siente o simplemente echándonos una mirada cómplice. Es probable que ante esta premisa estéis pensando que la serie puede pecar de ser sobre explicativa y que va en contra del famoso ‘Show, don’t tell’. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que Fleabag solo nos cuenta lo que a ella le interesa que sepamos y es en momentos en los que pierde el control sobre la narración en los que la serie nos muestra lo que verdaderamente está pasando.

Una vez puestos en contexto, voy a centrarme en los eventos que suceden en la segunda temporada. Así que cuidado con los spoilers.

En esta temporada se nos introduce a un nuevo personaje, El Cura. Cuando Fleabag empieza a sentir atracción por él, se da cuenta de que es un ‘amor prohibido’, puesto que él es sacerdote. Sin embargo, con el paso de los capítulos vamos profundizando en su relación y sucede algo muy importante: cuando ella rompe la cuarta pared él se da cuenta. Esto es muy significativo ya que la manera que la protagonista tiene de distanciarse de la gente de su alrededor es utilizando este recurso, sin embargo, se encuentra con una persona que es capaz de verla cuando está intentando escapar de sus problemas.

Durante esta temporada suceden diferentes eventos que van construyendo poco a poco su relación que cada vez se vuelve más y más íntima, aunque ahora pasaré a analizar la escena final: https://youtu.be/DRu_0T9mtaE

Lo que me interesa de esta escena es el movimiento que realizan los personajes después de despedirse. Durante la escena, el Cura le dice a Fleabag que ha elegido a Dios y que el amor que ella siente por él pasará. Después de esto se levanta y realiza un movimiento hacia delante y hacia la derecha, indicando como hemos visto, que su vida avanzará. Seguirá con sus obligaciones como sacerdote y su historia de amor quedará en el pasado. Cuando se está yendo se gira para decirle a Fleabag que la verá en misa, pero inmediatamente se arrepiente y le dice que a ella no va a dejarla entrar en su iglesia, haciendo clara alusión a que cree que puede volver a tener algo con ella, por lo que prefiere mantenerse lejos. Después de esto, le dice que él también la quiere. Dicho esto, continúa avanzando hacia la derecha hasta desaparecer del plano.

Con respecto a Fleabag, esta decisión pone a nuestra protagonista en un punto muy complicado, ya que debe decidir qué hará a partir de ahora. Sin embargo, vemos como con un simple movimiento hacia detrás y hacia la izquierda la serie nos cuenta cuál es su decisión. Volverá con su familia, a su viejo trabajo y quién sabe si a sus viejos hábitos. Antes de irse, realiza una última mirada a cámara y sacude la cabeza, como indicando que esta vez no la acompañaremos. Esto es un signo de la madurez del personaje, que ha decidido enfrentarse sola al mundo por primera vez. Nosotros (la cámara) nos quedamos observando hasta que desaparece del plano, dando así final a la serie.

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