Friends: el círculo de Rachel

Viendo las diferentes teorías narrativas de cómo narrar una historia, creo que puede ser interesante aplicar la teoría del “Círculo de la historia” a como se desarrolla a lo largo de las 10 temporadas de Friends uno de sus personajes, Rachel Green.

Una de las series más vistas de toda la historia es Friends, una sitcom de los años 90 con éxito a nivel mundial, que aun hoy día se sigue emitiendo. Es una serie cómica sobre la vida de seis amigos en la ciudad de Nueva York, cada uno con una personalidad muy diferente, desde que tienen 25 años hasta los 35.

Uno de los personajes en los que la evolución se hace más patente a lo largo de los años es el de Rachel, interpretada por Jennifer Aniston.

La serie se inicia cuando este personaje escapa de su boda con un adinerado dentista, representa así una salida bastante abrupta de su zona de confort. Durante la primera temporada, Rachel es una mujer mimada, únicamente interesada en comprar ropa, inocente y con poco carácter.

Con el apoyo del resto de personajes, se plantea la independencia económica como una opción, por lo que comienza a trabajar como camarera en la cafetería que siempre frecuentan. A lo largo de los episodios se ve como Rachel va habituándose a esa nueva vida. Pero realmente, ser camarera no es un trabajo que le guste, así que se plantea orientar su vida laboral hacia mundo de la moda.

Consigue meterse en el mundillo y a lo largo de las temporadas se ve como va ascendiendo y alcanzando puestos mayores en las diferentes empresas de moda en las que trabaja. A la vez va forjando un carácter con unas ideas cada vez más claras, siendo menos manipulable.

Pero mientras su vida laboral va mejorando, su vida amorosa esta llena de altibajos, siendo bastante alto el coste que tiene que pagar por sus ascensos, ya que Ross, su pareja, desde una actitud bastante machista, la pone entre la espada y pared, entre él y el trabajo. A consecuencia de como se comporta Ross, la historia de amor en la temporada 3 finaliza.

Rachel ya no es la joven inocente que fue a Nueva York escapando de su antigua vida, ahora es una mujer independiente, una trabajadora de éxito, y con una personalidad cada vez más arrolladora, siendo icónica la siguiente escena:

“No uterus, no opinion”

Tanto esfuerzo profesional tiene su recompensa cuando le ofrecen, al final de la última temporada, trabajo en París, la capital de moda. Ella está decidida a irse, pero vuelve a reavivarse su historia con Ross, se encuentra de nuevo ante un dilema. En esta ocasión, decide apostar por su relación amorosa, terminando en este punto la serie.

Salvando las distancias, Rachel vuelve al punto de partida, cerrando el círculo, vuelve a tener como eje central de su vida el ámbito amoroso. Pero a lo largo de las temporadas el recorrido que ha hecho ha sido inmenso, la perspectiva que tiene sobre la vida es totalmente diferente, ya no es la misma joven que huyó de su boda desesperada.