¿Generalizamos o mejor matizamos?

En el anterior post compartí con vosotrxs la teoría de las dimensiones culturales de Geert Hofstede, un modelo bastante útil para tener presentes algunas diferencias culturales entre distintas nacionalidades. Este nos podría ayudar a entendernos mejor como seres humanos con una impronta cultural singular que cohabitan en una sociedad globalizada. Sin embargo, coincidiendo con De Harresti (2011), considero que la aplicación de este modelo ha de ser interpretada como un intento de explicar las “reglas de la cultura”. Tal intento contribuiría a alcanzar una mayor aprehensión y a predecir algunas diferencias interculturales, a la vez que, podría promover un mejor ajuste ante culturas ajenas a la propia. Además, explicar el estándar cultural podría hacer más fácil entender determinadas situaciones interculturales. Eso sí, teniendo siempre presente el riesgo de caer en la simplificación. No obstante, la simplificación parece ser inevitable al hacer una mera aproximación y no un análisis profundo de la cuestión.

Aún así, me gustaría remarcar que a pesar de que algunas generalizaciones sean aplicables, EXISTE LA INDIVIDUALIDAD que deja hueco a LOS “MATICES Y EXCEPCIONES”.

Por tanto, la teoría de las dimensiones culturales puede ser útil para formular hipótesis explicativas al interactuar con personas de otras culturas. Las diferencias culturales pueden dar lugar a situaciones e interacciones difíciles de comprender, molestas o que incluso puedan resultar ofensivas. Por ello, dicha teoría puede servir de vehículo de orientación y de ajuste cognitivo durante la convivencia y comunicación intercultural. Además, deberíamos tener en cuenta que una primera hipótesis debe siempre ser contrastada, es decir, no reducir nuestra explicación a una primera experiencia e imprensión. Intentar trascender nuestra tendencia natural al reduccionismo simplista de los estereotipos. Es necesario tener paciencia y una actitud receptiva ante nuevas experiencias que deriven en nuevas conversaciones e interacciones. En suma, conocer a las personas de otras culturas como INDIVIDUOS. Aunque cada país tiene su propio lenguaje cultural existen variaciones intra culturales que enriquecen a la propia cultura.

El conocimiento de las diferencias interculturales e intra culturales nos debería conducir a un aprendizaje más rico que nos ayude a no fomentar los estereotipos y a mejorar la comunicación. En definitiva, a una mayor tolerancia y un mayor ajuste psicosocial. Por esta razón, invito a todas aquellas personas intersadas en generar bienestar social intercultural a ser conscientes del riesgo de simplificar mediante las generalizaciones. La diversidad nos enriquece, así que ¿por qué no aplicarla a nuestros puntos de vista y replantearnos nuestro propio sistema de creencias? En palabras de Indira Gandhi:

“ El poder para cuestionar es la base de todo progreso humano”.

Referencia bibliográfica

De Herrasti, N. P. (2011). Gramática de la cultura (I) Estilos de conversación: Teoría y práctica a través de textos, imágenes y tareas. BoD–Books on Demand. Extraído de https://books.google.es/books?id=JVMZAQAAQBAJ&pg=PA57&lpg=PA57&dq=personas+espa%C3%B1olas+gesticulan+mucho&source=bl&ots=XGAt5tkUrt&sig=ACfU3U0YCAgDl4QzmVrIUAPa_k5YPHJYcA&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwiPu7Hj6YHgAhUP2OAKHadtBQEQ6AEwA3oECAcQAQ#v=onepage&q=personas%20espa%C3%B1olas%20gesticulan%20mucho&f=false

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María Fernández García
Psicología del Lenguaje — ugr

Experimentando un proceso de deconstrucción. Deconstruir para volver a construir y deconstruir de nuevo…….“Aprendiendo a desaprendeR”