Hablar con la mirada

Ana Sánchez
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readJan 25, 2021

El estudio de la comunicación no verbal arranca mucho tiempo atrás. En la Antigüedad encontramos filósofos como Platón o Aristóteles que hablaban de la importancia de los rasgos, el rostro y los gestos para la oratoria. Posteriormente, vemos una perspectiva más científica gracias a Darwin, con su obra “La expresión de las emociones en los animales y en el hombre”. Haciendo una búsqueda sobre este tipo de investigaciones podemos observar cómo se ha ido desarrollando y evolucionando la comunicación en el ser humano. La comunicación, a su vez, participa en el desarrollo de la sociedad y de la cultura, de manera que encontramos hábitos comunicativos y diferencias entre unas culturas y otras, y también elementos que participan en el proceso de comunicación dentro de cualquier marco cultural. Así vemos como, por ejemplo, el signo de levantar el dedo índice, meñique y pulgar puede significar “poner los cuernos” en España mientras que en China significa “te quiero”, pero llevarse el dedo índice a los labios significa casi universalmente “silencio”.

La comunicación no verbal engloba multitud de sistemas y disciplinas no lingüísticas: kinésica y paralenguaje, consideradas como sistemas primarios al estar directamente relacionados con cualquier acto de comunicación humana, y proxémica y tactésica, definidos como sistemas secundarios ya que modifican o refuerzan el significado de los elementos del sistema primario.

La kinésica engloba los movimientos corporales no orales, de percepción visual, y las posturas corporales con valor comunicativo. Dentro de este sistema me quiero centrar en la expresión facial y en la mirada debido al interés que esto puede tener desde que convivimos con el virus y las mascarillas. Este tipo de gestos se combinan para manifestar emociones o estados anímicos junto con su intensidad, así como para regular la interacción entre las personas (deseo de comunicarse o iniciar una interacción). A la hora de interpretar las expresiones faciales también es importante el ambiente y el contexto en el que se producen, por lo que se entiende que un mismo gesto facial puede interpretarse de distintas maneras manteniendo un significado coherente. Como ejemplo se puede mencionar una expresión que en el contexto de estar escuchando música significa que una canción te gusta demasiado, pero fuera de ese contexto es una expresión casi de asco o enfado.

La mirada es un elemento menos estudiado dentro de la comunicación no verbal pero realmente es fundamental para mantener una interacción congruente. Como mencioné en otra de mis publicaciones (https://intheateam.medium.com/rompiendo-las-m%C3%A1ximas-de-la-pragm%C3%A1tica-d28bcec32cdd) las personas con autismo presentan problemas para relacionarse porque no saben interpretar, por ejemplo, un gesto con la mirada que indica el cambio de turno de palabra entre emisor y receptor, o que el receptor no comprende lo que se le dice. Es muy probable que desde que vivimos con mascarillas se empiece a estudiar mucho más todo lo que se puede expresar solo con los ojos. Es evidente que al tener media cara tapada se pierde información sobre lo que se quiere decir con la cara, pero puede ser que en estos años los ojos cobren más importancia y aprendamos a comunicarnos con ellos, exagerando los gestos o aprendiendo a hacer diferenciaciones más específicas. Para finalizar me gustaría incluir un vídeo en el que se observan distintos significados de diferentes miradas, que incluso podrían entenderse sin la colaboración de la boca.

Referencia: https://www.redalyc.org/pdf/1995/199520478047.pdf

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