Hablemos de las “red flags”

Aunque de primeras puede que no sepas muy bien qué significa este término, seguro que lo has escuchado en alguna red social, sobre todo en TikTok, ya que existen hasta filtros para que puedas hacer un ranking del 1–10 sobre las peores “red flags” en una relación. Pues bien, estas “banderas rojas” son señales de alerta que indican comportamientos inadecuados o tóxicos en una relación de pareja. Señales evidentes de esto sería cuando tu pareja evita discutir temas importantes, quiere controlar tu tiempo, actividades y amistades, te menosprecia, critica o ridiculiza, no muestra empatía ni apoyo cuando lo necesitas, evita hablar sobre el futuro juntos o muestra reticencia a comprometerse en aspectos importantes de la relación, o no muestra interés en tus logros, metas o preocupaciones.

Estos ejemplos son más comunes de lo que realmente pensamos, y aunque estén presentes algunos de ellos, no significa necesariamente el fin de la relación, pero sí indica la necesidad de abordar y resolver los problemas de manera constructiva. Cierto es que, si no se controlan, este tipo de comportamientos pueden generar una serie de consecuencias negativas irreversibles en la pareja, como la desconfianza generalizada en futuras relaciones o el miedo al compromiso. Las “red flags” son algo muy serio, y ya que se le da tal visibilidad en las redes sociales, deberían realizarse campañas de concienciación y visualización de las mismas.

Ahora bien, por otro lado, algo que se está viralizando mucho es el hablar de este tipo de señales negativas pero respecto a situaciones bastante banales, las cuáles no son motivo de que una relación tenga que ir mal. Por ejemplo: que sea géminis, que no vea los tiktoks que le mandas, que le guste la tortilla sin cebolla, que se le olviden los cumpleaños, que no recoja lo que deja por medio, que no le guste ver series, que siempre llegue tarde, que no invite en la primera cita, etc. Es cierto que la mayor parte de las veces no vas a dejar a tu pareja por alguna de estas cosas, y que incluso se pueden cambiar con el tiempo, pero que se viralicen, hace que los jóvenes con menos experiencia y adictos a las redes absorban este tipo de información y les cree unas expectativas tan altas sobre las relaciones que no se conformen con poco y no quieran conocer a una persona porque sea escorpio, por ejemplo. Como hemos dicho serían situaciones muy extremas pero cosas más raras se han visto.

Hay que tener en cuenta que, lo que para una persona puede suponer una “red flag” muy clara, para otra persona puede ser una “green flag”, que es justo lo contrario. Por ejemplo, para nosotros el hecho de que nuestra pareja sea tóxica o controladora es una clara bandera muy roja, pero, aunque parezca mentira, hay personas que eso les gusta, por lo que para ellos sería una bandera verde, justificando esa toxicidad y control con que es una manera de amar, romantizando y viendo como positivo esas actitudes. Este término es tan subjetivo como conocido. Si buscamos en cualquier página de google, nos aparecerán miles de “red flags”, de las cuales nos podemos sentir identificados, o no. Incluso webs conocidas, como la vanguardia o el confidencial hablan de ello.

Hecho por: Paula García Aguado, Lucia Augustin Urquiza y Alejandro España Cirre

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