¿Hay metáforas en la lengua de signos?

En clase estuvimos hablando sobre las metáforas; sin embargo, nos centramos mayoritariamente en las metáforas del lenguaje oral. Esto me llevó a preguntarme, ¿hay metáforas en la lengua de signos usada por las personas sordas? ¿son iguales que las del lenguaje oral?

En primer lugar, recordemos qué una metáfora. Una metáfora se puede definir cómo una figura retórica cognitiva gracias a la cuál somos capaces de expresar conceptos por medio de otros conceptos diferentes pero que guardan cierta similitud. Un ejemplo muy claro y frecuentemente utilizado sería “El afecto es calor”.

Multitud de estudios han demostrado que no solo hay metáforas en la lengua de signos, sino que son abundantes. De hecho, el mapeo metafórico juega un papel central en la creación de nuevos signos, especialmente para conceptos abstractos.

Por desgracia, no hablo lengua de signos. Sin embargo, he podido encontrar algunos ejemplos interesantes. En primer lugar podemos ver que, al igual que en el castellano (y muchos otros idiomas), la mente se considera el lugar del pensamiento, y las señas para “saber”, “pensar”, “memorizar” se articulan todas en la cabeza. Además, esta metáfora es compartida por multitud de culturas puesto que las señas son similares en multitud de lenguas de signos (brasileña, francesa, rusa…). Por otro lado, el pecho también se considera el lugar de los sentimientos y las señas para “amor”, “querer” u “odiar” se articulan en el pecho.

Otras metáforas que encontramos de forma muy similar en lenguaje oral y de señas es la concepción de que “Feliz es arriba” mientras que lo negativo es abajo.

Otro ejemplo que muestra la concepción compartida de tiempo como espacio sería “el futuro es adelante” y se signa con desplazamiento hacia delante (ejemplos: las señas para mañana, próxima semana, próximo año, posponer); mientras que “el pasado es atrás”, signándose con desplazamiento hacia atrás (ejemplos: ayer, la semana pasada, el año pasado, recientemente).

Por tanto, hay metáforas en lengua de signos y algunas son iguales a las del lenguaje hablado. Sin embargo, también hay diferencias. En primer lugar, hay metáforas que funcionan muy bien en el lenguaje hablado pero que no se usan en lengua de signos. Por ejemplo: no tendría mucho sentido expresar la metáfora “una pasión ardiente” con la seña de una persona ardiendo. Aquí los detalles físicos adicionales que no se pueden evitar en una imagen, son extraños y distractores. Otra diferencia entre las metáforas del lenguaje hablado y el de signos es que en este último resulta difícil distinguir entre metáforas (ese chico es un diablo) y símiles (ese chico es como un diablo); además, las metáforas se prefieren sobre los símiles, mientras que esta preferencia no se ve en entornos lingüísticos. Otra gran diferencia es que, mientras que en el lenguaje hablado las expresiones que se interpretan metafóricamente tienen la misma forma que cuando no se utilizan de forma metafórica; en la lengua de signos, el uso metafórico de las señas también implica ligeros cambios en la forma de las señas.

Como hemos visto, en la lengua de signos abundan las metáforas basadas en esquemas corporales-experienciales (feliz es arriba, el futuro es adelante) puesto que estos esquemas se comparten de igual manera en personas oyentes y sordas. No obstante, algunos estudios han encontrado que hay pocas metáforas lingüístico-culturales en lengua de signos. Las personas sordas que utilizan lengua de signos tienen su propia y rica cultura, esto explica que no compartan todas las metáforas usadas en la cultura hablante. Por ejemplo, en un estudio realizado en Chile se presentó metáforas (en su versión traducida a señas) usadas comúnmente en el lenguaje hablado a personas sordas. La mayoría de personas tuvo grandes dificultades para entender estas metáforas, incluso tras haber sido explicadas. Se llegó a la conclusión de que esto se debía, tanto al contenido cultural no compartido, como a la propia naturaleza visual de las señas utilizadas. Por ejemplo, en Chile se dice “día sándwich” a lo que nosotros en España conocemos como “puente”; es decir, un día que se convierte en no laboral porque cae entre dos días festivos. En la lengua de signos chilena, la seña para “sándwich” es un gesto de llevarse algo horizontal a la boca con las dos manos. Esto no tiene nada que ver con la interposición de algo entre dos partes que lleva a la metáfora de “día sándwich” (entre dos festivos), esto hace que la metáfora sea difícil de traducir y comprender para personas sordas.

El hecho de que las personas sordas tengan su propia cultura también debería llevarlos a crear sus propias metáforas culturales. Sin embargo, estas metáforas únicas a la comunidad sorda no se han encontrado, al menos no en tanta medida como en el lenguaje oral. Una posible explicación que las propias personas sordas proporcionaron en un estudio fue que la lengua de signos es un lenguaje más simple, directo y concreto, menos adornado que el lenguaje hablado. Además, no tienen tanta educación formal sobre el uso metafórico, asociándolo meramente a la poesía.

Como conclusión me parece interesante recalcar que gracias a las similitudes y diferencias entre el uso metafórico en lengua oral y lengua visual podemos entender mejor la naturaleza de las metáforas. El hecho de que haya metáforas compartidas nos habla de que el lenguaje metafórico es básico y universal; sin embargo, las diferencias encontradas revelan la importancia de la cultura en el uso de las metáforas y en el lenguaje en general.

Referencias:

Rodríguez Hernández, Y. (2016). Metáforas cognitivas usadas en la lengua de señas colombiana en cinco relatos autobiográficos y los esquemas de imagen con los cuales se relacionan. Folios, (44), 39–58.

Meir, I., & Cohen, A. (2018). Metaphor in sign languages. Frontiers in psychology, 9, 1025.

Ibáñez, A., Becerra, C., López, V., Sirlopú, D., & Cornejo, C. (2005). Iconicidad y metáfora en el lenguaje chileno de signos (LENSE): un análisis cualitativo.

--

--