Hollywood, ¿ficción o realidad?

Jesus LoG
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readJan 23, 2019

Ir al cine, ver un estreno, disfrutar de la pelicula, de sus animaciones, actores, de su historia, de la gente con la que vamos….

Todos pensamos en estas cosas cuando vamos al cine; al salir comentamos con nuestros amigos las escenas y demás, y la pelicula, de una forma u otra, no perdura mucho tiempo en nuestra mente, pero… ¿y su mensaje?

En nuestra sociedad actual, debemos pensar que todo se hace por un motivo (dinero, normalmente) pero en el caso de las películas, además de crear un guión taquillero que se aseguren unos ingresos, se cuenta una historia, la cúal, manda un mensaje a nuestra mente.

Históricamente Hollywood se ha involucrado en enviar mensajes en forma de películas que calen en la población.

“El gran dictador” de Charles Chaplin es un caso evidente de ello. El pueblo norteamericano no quería ni oír hablar de involucrarse en una posible II Guerra Mundial en los años 30. Incluso cuando ésta estalló (Guerra Civil Española y la llamada de auxilio de la II República, y luego con la invasión nazi de Europa) la gente seguía siendo reacia a participar. Fue entonces cuando se les encomendó a los Directores de cine hollywodiense que intervinieran. Lanzaron una serie de películas dirigidas a cambiar la opinión de los norteamericanos sobre la amenaza Nazi, haciendoles ver, que si no actuaban, sería demasiado tarde.

Cuando la guerra acabó, los dirigentes políticos estadounidenses vieron el potencial que tenía la “Gran pantalla” para vender propaganda encubierta e inducir pensamientos en la gente.

Con el auge del Comunismo y la URSS, recurrieron de nuevo al 7º arte para sus intereses políticos. Depuraron al personal de Hollywood afínes a la revolución, e incluso aquellos que colaboraron en el pasado con la campaña republicana española o anti-nazi. Cuando todo estuvo bajo control político, dio comienzo la gran campaña anti comunista.

A menudo, las ideas más fuertes que poseemos, son aquellas que creemos que son nuestras, y no las que nos dicen que debemos tener. Es por ello que el arte del simbolismo del cine se refinó tanto, usando consignas como:

Los extraterrestres que vienen a invadir el país (haciendo referencia a los “comunistas que invaden al sistema capitalista y lo colapsan), películas que elogian el modo de vida americano, otras que ensalzan la pobreza de los países orientales (cercanos tecnológicamente con la URSS)…

La utilización más eficaz de las películas americanas no es diseñar toda una película para tratar un determinado problema, sino hacer que en las películas normales se introduzca una línea de diálogo apropiada, un comentario, una inflexión de voz, un gesto”. Esto se debe a que, la propaganda pierde efectividad si es reconocida como tal.

Con la caída de la URSS y el comunismo, el objetivo prioritario fue pues vender películas que inducen al conformismo, al pesimismo (películas de superhéroes, todo son tragedias, y alguien nos salva) para que en el fondo, sigamos siendo anti-revolucionarios y también transigentes (claro ejemplo: sociedad actual española).

En el tablero actual de la política, la propaganda es el arma más fuerte. Programas de televisión selectivos, información en telediarios sesgada, auges de partidos políticos y tiempo en antena según intereses… Y las famosas “Fake news”.

En la actualidad, debemos reflexionar y contrastar cada gota de información que obtengamos, pues ésta, siempre cumple un propósito, y por desgracia, últimamente no es el de informar.

Hace 2 semanas, RTVE emitió un documental en el programa de “La noche temática” sobre el papel de hollywood en la política. Estaba colgado en su página web. Por desgracia ya no está disponible.

Que disfruten de la película.

Bibliografía:

–Guerra Fría y propaganda, varios autores (Ed. Biblioteca Nueva)
La CIA y la guerra fría cultural, Frances Stonor Saunders (Ed. Debate)
La paz simulada de la Guerra Fría, Franciso Veiga, Enrique Ucelar, Ángel Duarte (Alianza Editorial)
Pasado imperfecto, los intelectuales franceses 1944–1956, Tony Judt (Ed. Taurus)

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