“Joder, tengo que bajar a comprar y yo con estos pelos”

Micromachismos y diálogo interno

Cristinajile
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readNov 25, 2018

--

¿No te ha pasado que ibas por la calle y te has cambiado de acera por miedo a que te intimiden con piropos? ¿No te han dicho alguna vez: “uy, que mala cara tienes, arréglate un poco”? ¿No se han dirigido a ti como “la mujer de, la hija de, la hermana de”?¿No has sentido que tus opiniones se tienen menos en cuenta en tu trabajo o estudio por tu condición de mujer? Estos son algunos ejemplos de micromachismos a los que estamos acostumbradas.

Los micromachismos son una serie de maniobras interpersonales que suponen la base de las demás formas de la violencia de género: maltrato psicológico, emocional, físico, sexual y económico. Estas conductas son normalizadas, prácticas legitimadas por el entorno social, en contraste con otras formas de violencia machista denunciadas y condenadas habitualmente. Por ende, el lenguaje cotidiano está repleto de ellos. Los utilizamos a menudo sin ser conscientes del daño que pueden llegar a causar. Porque sí, causan mucho más daño del que nos imaginamos.

Volvamos al ejemplo que puso mi compañera Laura Moya en uno de sus posts: ¿No has pensado nunca “ahora que se acerca la Navidad, ¿qué me pongo en nochevieja?”? Esto también nos ocurre en situaciones más cotidianas, como por ejemplo cuando tenemos que exponer en la universidad. ¿Por qué le damos la misma importancia o incluso más a la ropa o complementos que llevamos puestos que a lo que vamos a decir?¿Qué hay detrás de ese pensamiento? Pues bien, yo creo que detrás de esto se esconden mil y un micromachismos que nos bombardean una y otra vez, día a día.

El hecho de que en medios de comunicación, en la calle, en nuestra casa se nos juzgue por cómo vamos vestidas y no por lo que estamos diciendo, acaba reflejándose en nuestro diálgo interno. Una acaba pensando y diciéndose a sí misma “con esta falda, ¿se tomarán en serio lo que estoy diciendo?”, “Si me siento de esta manera se me ve más barriga, parecerá que estoy gorda”.

Y así esto se convierte en un círculo vicioso: yo escucho continuamente y sin descanso pequeños comentarios, que sin la intención de ser hirientes, van minando en mí, y se reflejan en lo que yo pienso de misma, y por lo tanto se reflejan en la manera que tengo de actuar.

Muchas veces deberíamos pararnos a razonar un momento todo lo que se nos cruza por la mente y preguntarnos “esto que me estoy diciendo a mi misma, ¿por qué lo pienso?¿es justo para mi pensar así?”. Al final, tristemente somos proyecto de esta sociedad patriarcal que nos rodea.

Voy a acabar mencionando un vídeo en el que diferentes mujeres del mundo mediático exponen cómo se han sentido ellas en diferentes situaciones por el hecho de ser mujer, es muy interesante y refleja claramente el mensaje que quiero dar con este post.

Si tenéis alguna duda, comentario o argumento, tanto a favor como en contra, no dudeis en dejarlo en los comentarios, estaré encantada de leeros a todos. Un saludo, ¡espero que os haya gustado!:)

--

--