JUEGO DE TRONOS Y EL MONTAJE DE ATRACCIONES

Cristina Muñoz
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readJan 21, 2021

El cine es un medio expresivo que tiene un alto impacto en nuestra sociedad. Las personas tendemos a consumir películas, series, videos o documentales para entretenernos, evadirnos de nuestra realidad y distraernos. Además, el cine no solo es útil como medio de entretenimiento, sino que, también nos influye a la hora de tomar decisiones y a la hora de afrontar nuestro día a día pues en ocasiones, tras visualizar cierto contenido, es muy común que terminemos reflexionando sobre el y formándonos una opinión que se encuentra condicionada por dicho contenido, pues inevitablemente el contenido que consumimos nos termina influenciando.

La forma en la que una serie o película genera más impacto que otra se encuentra directamente relacionada con el montaje y calidad de la misma, pues, nadie va a querer consumir algo que encuentra mal montado cinematográficamente hablando, es decir, algo que no trasmite emociones, sentimientos y pensamientos.

Serguei Eisenstein, padre del montaje moderno, habló sobre el “Montaje de atracciones” en el que dispuso que el espectador tiene que ser sometido a estímulos de acción psicológica y sensorial a través de mecanismos de montaje para que así sea posible provocarle un choque emotivo. Lo que buscaba era evidenciar que la capacidad para expresar no puede quedar reducida al hilo argumental, sino que, es fundamental la manera en la que se planifica la puesta en escena, buscando, gracias a la unión de diferentes planos, transmitir una idea o emoción.

Para ejemplificar la idea de Eisenstein me gustaría poner como ejemplo la serie de “Juego de Tronos”. Esta se trata de una serie muy cuidada que consigue a través de sus escenas no dejar indiferente al espectador. Concretamente, voy a analizar una parte de uno de los capítulos más famosos de la serie, en la que se puede observar los distintos montajes ideados por Eisenstein.

La escena comienza con Lancel Lannister entrando a unos pasadizos con una antorcha en la mano y tras varios segundos aparece un niño que le da una puñalada al compás de la música a piano que progresivamente aumenta su volumen, combinado planos cada vez más cortos y creando un climax que nos lleva a pensar que algo devastador va a suceder. Aquí podemos observar un montaje rítmico, pues, el acortamiento progresivo y secuencial de los planos, así como, la música evocadora que marca el ritmo nos transmite, además de tensión, un sentimiento de asombro, confusión y de incertidumbre, siendo clave el plano en el que se ve a Lancel agonizando en el suelo, el cuál transmite el temor y angustia que está padeciendo.

A continuación se produce un montaje tonal pues, el plano general del interior del Gran Septo de Baleor, el enfoque a los personajes más importantes que se encuentran allí reunidos, el plano oscuro que comienza enfocando el rostro de sufrimiento de Lancel y termina abriéndose poco a poco dejándonos ver los barriles de fuego valyrio (siendo esto también un montaje intelectual ,ya que, el ver los barriles de fuego valyrio percibes que algo va a pasar con ellos sin necesidad de verlo) la imagen de Cersei desde su fortaleza con el Gran Septo de Baleor de fondo (también considero que es un montaje intelectual pues transmite la sensación de estar esperando algo que todavía no hemos visto) y la forma en la que Margaery dirige su mirada angustiada a todas partes hace que nos hagamos a la idea de lo que está sucediendo y de lo que pretende transmitir cada personaje. En esta escena también percibo un montaje rítmico, ya que, los movimientos de cámara y los cambios de plano en función de la música son esenciales para aumentar la emoción que percibe el espectador, trasmitiendo la angustia y tensión que se produce en ese momento.

En cuanto al montaje métrico, cuando Margaery se acerca a hablar con el Septón Supremo para convencerle de que algo va mal, a pesar de que la duración de los planos son en un principio más largos, conforme avanza la conversación va aumentando la preocupación y la tensión que se consigue con el ritmo y la velocidad de los cortes. Los cambios de plano durante la conversación, el cambio de plano en el que se observa a Lancel moribundo arrastrándose para evitar la catástrofe con la imagen de una vela casi consumida encima del fuego valyrio, los planos cada vez más cortos en los que se observa como todos quieren abandonar el Septón pero no se lo permiten trasmiten nuevamente la angustia y desesperación que sufren los personajes, haciendo que el espectador interiorice también dichos sentimientos y se encuentre en una tensión constante. También se observa este montaje métrico a partir del minuto 3:40. Una melodía más intensa y planos cada vez más cortos, que enfocan las caras angustiadas y de miedo de los personajes principales, nos llevan a sentir que el final ya está cerca y que una catástrofe se va a producir de forma inmediata. El corte de la música que sonaba con fuerza da la sensación de que el silencio es la calma que precede a la tempestad, produciéndose tras este, la explosión.

La escena en su totalidad cuenta con un montaje armónico en el que se combinan el montaje métrico, rítmico y tonal, pues se produce la utilización de planos cortos y largos, cortes en función de la música, aumento de ritmo con música cada vez más acelerada cuando el final se acerca y combinación de planos oscuros cuando se muestran los pasadizos donde comienza todo y planos luminosos.

Por último, destacar la última escena que comienza en el minuto 8:35 en la que nos encontramos un montaje intelectual. Se muestra al Rey Tommen visiblemente afectado observando, desde arriba, como la ciudad que él gobernaba arde por causa de su madre, tras varios segundos inmóvil se retira la corona, se muestra un plano fijo de Desembarco del Rey y se lanza al vacío desde la ventana, creándose así, una metáfora en la que transmite con su suicidio la caída de la corona.

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