La afantasía o incapacidad de imaginación visual

ELISABETH GONZÁLEZ MERCADO
4 min readJan 23, 2023

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Solemos pensar sobre la vida y su funcionamiento desde la perspectiva que tenemos de esta, evidentemente. Es por ello que, en muchas ocasiones, ni siquiera se nos pasa por la cabeza el hecho de que una persona no pueda realizar una actividad o acción que nosotros realizamos fácilmente e incluso de forma espontánea en nuestro día a día.

En este caso, nos referimos a la habilidad de crear imágenes mentales. Llamamos afantasía a la incapacidad de realizar esta acción.

Mientras que hay personas que tienen imágenes mentales muy realistas y representan todos los detalles de un objeto, una escena o un recuerdo, hay personas que lo hacen, pero con menos nitidez o detalles, y otras con incluso menos, hasta llegar a la ceguera total (imaginativa). Es decir, la imaginación visual se trata de un proceso gradual. He aquí un ejemplo donde lo podemos ver.

Cerrad los ojos e imaginad la manzana. ¿En qué número os posicionaríais?

El primer número representa la hiperfantasía, que se trata de la imaginación visual extremadamente vívida, es decir, estas personas crean imágenes tan vívidas como si estuviesen viviéndolo de forma real. Solo de un 10 a un 15% de la población la posee. Mientras que, en el otro extremo, se encuentra la afantasía. Los demás números, como vemos, pueden representar la manzana mentalmente, pero con menos detalles, o sin color, o, tal vez, de forma desvanecida.

Entre un 2 y un 5% de la población padece afantasía. Esta ha comenzado a ser estudiada hace pocos años y, hoy en día, no hay una causa concreta del por qué algunas personas la padecen. Hay personas que reportan la pérdida repentina de la capacidad de imaginación visual y otras que dicen padecerla desde siempre. Se ha demostrado que esta puede ser adquirida de forma congénita, por lo que, si padeces afantasía, hay un 21% de probabilidad de que tus padres o alguno de tus hermanos también la padezca.

En muchas ocasiones las personas que tienen afantasía no se dan cuenta de estas diferencias con respecto a los demás hasta que llegan a la adolescencia o alrededor de los 20 años. Lo deducen, normalmente, a través de las conversaciones que tienen con sus amigos o al leer. O incluso no se dan cuenta hasta que llegan a ser adultos, o hasta que alguien se lo comenta concretamente, ya que, desde su perspectiva, ellos creen que todo el mundo imagina de la forma que lo hacen ellos. Hay muchas personas que dicen que, en la escuela, cuando los profesores les decían que se imaginaran determinadas escenas o lugares, ellos lo interpretaban como si el profesor estuviese hablando de una metáfora.

Sin embargo, la afantasía no se puede considerar únicamente como una afección visual, ya que en el 26% de los casos esta viene acompañada de la falta de imaginación de los demás estímulos sensoriales (sonido, movimiento, gusto, tacto y olfato). Por lo tanto, estas personas no serían capaces de imaginar cómo se siente un abrazo, reproducir su canción favorita en su cabeza o el sabor de la comida que tomaron en el desayuno. Aunque la mayoría solo padece el déficit visual.

Por otro lado, vemos que también se ven afectadas algunas capacidades cognitivas como la memoria, ya que los sujetos con afantasía presentaban una disminución en el recuerdo de los eventos específicos de su día a día, además de la memoria de trabajo. Las habilidades sociales también presentaban una disminución con respecto a sujetos controles, ya que mediante estas conseguimos representar y comprender mejor el estado mental de los demás.

Se ha hipotetizado que este déficit puede estar relacionado con el autismo, pero todavía no se encuentra evidencia respecto a ello.

En cuanto a otras áreas a las que podría afectar, encontramos que, respecto a los sueños, en un estudio realizado en 2020 por Zeman et al., el 63% de los sujetos con afantasía relataron poder ver imágenes visuales vívidas en sus sueños, pero una vez que se despertaban, no podían representarlas mentalmente. Es decir, más de la mitad de las personas con afantasía sí pueden crear imágenes visuales de forma involuntaria en los sueños, pero no de forma voluntaria cuando están despiertos.

A día de hoy, existen muchas lagunas respecto a lo que se conoce sobre esta afección, ya que no se ha estudiado de manera profunda y tan generalizada. Por lo tanto, esperamos que se de más a conocer y que se puedan encontrar las posibles causas que puedan detonar esta afección, de forma que podamos ayudar a aquellas personas a las que les afecte en su día a día a tener otros mecanismos o estrategias para desenvolverse bien en aquellos ámbitos afectados.

¿Alguna vez habías oído hablar de este tema? ¿Lo conocías? En mi caso, no me lo planteé hasta que vi una conversación sobre ello en redes sociales.

Referencias:

Montaner-Casino, X. (2022). Afantasía: a propósito de un caso. Neurología, Neurocirugía y Psiquiatría, 50(3), 106–108.

Zeman, A. Z., Dewar, M., & Della Sala, S. (2015). Lives without imagery-Congenital aphantasia.

https://time.com/6155443/aphantasia-mind-blind/

https://neuro-class.com/afantasia-incapacidad-para-imaginar/

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