La doble cara del cine: el cine propagandístico en la Alemania nazi

Pilar Aguilera
Psicología del Lenguaje — ugr
5 min readOct 28, 2019

Es bien conocido que a través del cine, mediante diferentes técnicas enmarcadas en lo que se denomina lenguaje cinematográfico, se consigue evocar emociones, inculcar creencias, incluso cambiar opiniones. En las últimas décadas hemos asistido a un perfeccionamiento de dichas técnicas que ha desembocado en la creación de una gama mayor de útiles para conseguir el propósito marcado por el director/a. Sin embargo, desde tiempos inmemorables se viene utilizando como una herramienta sumamente potente para fines tales como el alineamiento y la propaganda política. Uno de los más claros y polémicos ejemplos de este fenómeno y que será el centro de este post es el cine propagandístico de Leni Riefenstahl.

Leni Riefenstahl fue una cineasta nacida en la Alemania del siglo XX. En 1933, tras haber filmado y triunfado con obras como “La luz azul” ofreció su colaboración a Hitler y se embarcó en un proyecto que la convertiría cuanto menos en una de las figuras más controvertidas del séptimo arte. Y es que, con la llegada de la segunda guerra mundial las armas del cine emergieron con una abrumadora fuerza. Ya después de la 1º guerra mundial emerge un mayor interés por el cine en la población alemana, considerado como una vía de escape de una realidad cubierta de penurias y pobreza. Este hecho fue aprovechado por el Estado para crear filmes que difundieran las ideas del partido. El objetivo no era otro que generar emociones positivas y lograr la identificación del pueblo alemán con el régimen. En muchas creaciones se puede observar que el “malo de la película” es de origen judío, una clara metáfora que evoca al odio y al rechazo, a la vez que sustenta la idea de ese perfeccionamiento de la raza.

Punto y aparte, y una vez enmarcado el contexto que rodea a nuestra autora nos centraremos en el análisis de una de sus obras más conocidas: “el triunfo de la voluntad”. Como ha sido mencionado anteriormente, fue en 1933 cuando Hitler encargó documentar el próximo congreso del régimen en Nuremberg. El documental carece de comentario hablado casi en su totalidad. El único un discurso ofrecido por Hitler. Supuso un reto, ya que para expresar aquello que callarían las palabras fue necesario un gran despliegue de recursos. De hecho fue uno de los más grandes de la historia hasta ese momento. El objetivo del documental fue, entre otros , asemejar la imagen de Hitler a la de un dios, además de exaltar los principios utilizados por la ideología nazi para adoctrinar a la población. A saber: ideas de igualdad y fraternidad, la defensa del pueblo de todo enemigo, conciencia de pueblo elegido para la regeneración de la raza occidental, valor de los sentimientos superiores y virtudes de este pueblo, como la capacidad de sacrificio y sufrimiento. Veamos algunas de las técnicas que Riefenstahl usó para ello.

Divinización de Hitler

-Para este cometido se emplean diferentes tipos de metáforas, símbolos y efectos visuales. El documental se inicia con una toma aérea del avión de Hitler, que evoca el eslogan utilizado para la propaganda: “Hitler sobre Alemania”, además de otorgarle una aparición divina entre un mágico y celestial mar de nubes. Cuando desciende hasta Nuremberg, una gran masa fanática y exaltada lo espera.

- En el momento en que Hitler ha de viajar hacia el hotel, posa contra el coche salpicado por los luminosos rayos solares, simulando una figura rodeada por una aureola. Ocurre el mismo efecto cuando alza la mano para realizar el saludo nazi.

-Utilización del plano contrapicado en numerosas ocasiones para alzar la figura de Hitler, que se sitúa en una posición superior respecto a las masas.

-Se resalta la nación y la unión del pueblo como valor supremo, principio que parece encarnado por Hitler.

Plano contrapicado del Führer

Otros símbolos

-Se aprecia en casi todo momento un gran despliegue de banderas y otros símbolos del partido, como la esvástica y el águila del Reich.

- Los rostros sumamente emocionados de la población cuando ven al Führer.

- El perfecto orden de las masas, que simboliza el orden del partido, la armonía, la disciplina.

- La evolución del filme va in crescendo, es decir, a la par que avanzan los discursos lo hace también la excitación del pueblo, consiguiendo un frenético final con toda la masa alabando al líder. En este momento la identificación del público es total.

Podríamos invertir horas analizando toda la simbología de esta obra considerada por algunos críticos como una de las películas propagandísticas más impresionantes y técnicamente innovadoras que jamás se hayan hecho. Pero, una vez que han sido puestas en escena las características más importantes tan sólo queda ofrecer una breve síntesis de lo que esta película supuso. El objetivo fue más que cumplido, ya que el pueblo se vio reflejado y en su inconsciente creció la idea de que iban por buen camino para lograr que Alemania recuperara su orgullo y poder. Se dejan de lado argumentos racionales y convincentes en aras de evocar sentimiento y conmoción y remover las emociones de una población que, años más tarde, se vería involucrada en lo que ha sido sin duda uno de los mayores desastres de la humanidad.

Leni Riefenstahl filmando una escena con ayuda de personal técnico.

Para finalizar dejo este video donde se ve el inicio de la película con ese mar celestial de nubes y el aura mágica que envuelve a la ciudad de Nuremberg.

Referencias:

Seder Gallego, E (2005). El cine de propaganda como fenómeno totalitario. El caso de Leni Riefenstahl. Fórum de recerca, 11, 1–14.

https://www.documaniatv.com/historia/el-triunfo-de-la-voluntad-video_d022db9af.html

https://clavoardiendo-magazine.com/periferia/cine/leni-riefenstahl/

https://es.wikipedia.org/wiki/Leni_Riefenstahl

Escrito por el grupo formado por:

Pilar Aguilera Carrillo

Inmaculada Ballesteros Macias

Nuria Cruz García

Belén Conejero Úbeda

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