La doble moneda del cine: plano secuencia vs montaje cinematográfico
En numerosas ocasiones podemos observar la cantidad de emociones que nos transmite el cine con sus escenas. Escenas plagadas de cortes, cambios de luz, ritmo, música y un sinfín de elementos que, más allá de ser algo casual, nos quiere evocar sensaciones que con palabras no se podrían transmitir. Como veíamos en clase con “el padrino” cada corte nos mostraba una dicotomía entre lo bueno y lo malo, el principio y el final, lo sagrado y puro y la violencia. Pero, este no es el único ejemplo conocido en el que los cortes son aplaudidos tanto por la crítica como por el público, sino que directores como Hitchcock en “Psicosis” y Kubrick en “2001 una odisea en el espacio” hicieron de ellos una obra maestra. Sin embargo, la cantidad de directores que se atreven a suprimir los cortes de sus creaciones audiovisuales es mucho menor. A esto lo conocemos como plano secuencia, la forma más fidedigna de hacer sentir al espectador parte del proyecto.
En un plano secuencia, se realizan tomas sin cortes o sin que el espectador los perciba, lo cual permite que sean mucho más realistas, permitiendo a las personas que ven la película permanecer completamente inmersos en ella. A continuación, analizamos una escena de la película galardonada y aplaudida por este montaje, Birdman o La inesperada virtud de la ignorancia.
Está filmada como si fuera un plano secuencia de principio a fin pero esto solo es una ilusión, dado que no todas las escenas son posibles de grabar en este plano, de ahí la existencia de cortes en la acción. Un ejemplo claro de ella es la siguiente escena:
(Desde 1:14 a 2:07)
Aunque los cortes no sean visibles, podemos señalar la existencia de un método de montaje tonal en el que el movimiento es percibido en un sentido más amplio. El montaje está basado en las distintas tonalidades del fragmento, es decir, la iluminación, el encuadre del personaje en la escena, etc. Este se emplea con el fin de otorgar emoción a la secuencia.
Realmente, de eso trata el plano secuencia, de involucrarnos completamente en la escena y hacernos sentir parte de lo que ocurre en pantalla.
A través del falso plano, el director nos quiere transmitir toda la paleta de emociones que su protagonista va sintiendo a lo largo de la historia, pero también las reacciones y sentimientos propios del resto de personajes que le rodean. El resultado es una intensidad narrativa que dura lo mismo que la película.
En el caso de la escena de la discusión entre Riggan (el protagonista) y la crítica del periódico New York Times (Tabitha) vemos como una sencilla “conversación” adquiere nuevos matices cuando se graba como si fuéramos nosotros mismos los que estuviéramos delante de esa situación.
Podemos observar como los movimientos de la cámara son lentos para no perder detalle de las expresiones faciales de los dos personajes. Por ello, hay zoom en la mayor parte de la escena. También es de interés señalar el foco, el cuál se encuentra, de nuevo, en los dos personajes, apareciendo el fondo (los diferentes lugares del bar) desenfocado. Esto se hace para mantener enfocado el elemento más importante: la discusión.
Con respecto a las luces, sombras y colores, vemos que la luz principal se localiza en los rostros de los protagonistas de la escena. Además también hay existencia de una luz de relleno en una especie de puerta que se ve detrás de Riggan. Con dicha luz se busca rellenar las sombras de alto contraste que la luz principal acaba creando. El relleno hace resaltar detalles en la oscuridad.
En referencia a los sonidos de la escena, a partir del minuto 1:45 se escucha un sonido instrumental de fondo, el cual no pertenece a la acción real. Este efecto está creado posteriormente para dar mayor dramatismo y suspense a la escena.
Para concluir, la banda sonora no es externa a la película, sino interna. Los leves sonidos de un jazz de otra calle que acompañan a algunas escenas son, literalmente, entonados en la calle, pues cuando los personajes salen desde el teatro a las calles de Nueva York, se ve a gente tocando la misma canción de la película.
También se ve un atrevimiento estructural basado en el empleo de la batería como elemento de percusión absoluto que maneja la intención artística del músico y director. El espectador presencia unos comienzos algo desajustados en cuanto a la música en pantalla. Parece verse algo y no escucharse nada, simplemente una extraña mezcla de golpes de batería y las secuencias, que inicialmente son dialogadas con el instrumento en plena acción, dando la sensación de un montaje caótico extraño y desafortunado.
El desorden que presenciamos es, simplemente, el reflejo de la vida de Riggan, perdido, sucio, incomprendido y desequilibrado.
Finaliza con un desenlace de grandísimo nivel, con una percusión exquisita, llegando a sincronizar platos y bombo con golpes de Keaton en su habitación y un sonido que desequilibra al espectador, unido al carácter violento del protagonista. Un desenlace habilidoso y estudiado (en el que la batería llega a fusionarse con la orquesta conceptualmente hablando y así ya reflejar no el caos vital de Riggan sino su realidad alcanzada).
Por otro lado, nos parecía interesante hacer un análisis comparativo entre una película con escenas sin cortes, como es el plano secuencia, y otras con cortes, como es el montaje cinematográfico. A modo de comparación con la escena de Birdman hemos seleccionado la primera película de Narnia, dotada de muchos elementos métricos y rítmicos, en su mayoría.
A diferencia de la escena de la película comentada anteriormente, en esta con respecto a su montaje métrico, si vemos cambios de plano y cortes constantes. Estos varían en su duración, según la importancia que tenga el diálogo y la secuencia. Cuando la bruja da la orden de cortarle el pelo al león es cuando observamos más variación en los planos. Con el primer corte de pelo vemos un plano más cercano que cambia rápidamente al rostro del león, a modo estímulo-respuesta, para transmitirnos su tristeza y miedo. Se pasa a enfocarnos una imagen desde arriba para que veamos a todos los que van a participar en este ritual y anunciarnos que está a punto de comenzar. Por ello, las secuencias comienzan a ser más breves, aportando más tensión y dándonos visibilidad de todos los puntos de vista (rostro del león, rostro de la reina, el proceso del corte de pelo, las personas que participan, y Lucy y Susan que observan escondidas).
Cuando la bruja se agacha para conversar con el león vemos como no se producen tantos cortes y la duración de los planos se mantienen durante más tiempo para que así nuestra atención se focalice en el mensaje que le está dando, y nos llegue también a nosotros. Lo mismo ocurre cuando la reina se dirige hacia sus seguidores, cuando ella hace pausas en su intervención es cuando los cambios de plano comienzan a ser más rápidos.
Algo muy destacable en la escena es como se contempla el ambiente. Vemos oscuridad, noche… una gama de colores negros y apagados, resaltando la crueldad del ritual y el sufrimiento del protagonista. El juego de luces y sombras que aportan las antorchas de fuego hacen que se nos transmita que algo malo va a ocurrir.
Con respecto a sus elementos rítmicos, uno de los que a nuestro parecer es más significativo, vemos como la música que se utiliza acompaña al sentimiento cruel que nos quiere transmitir con la escena. Además, esta cesa al unísono de los gritos de los personajes con el gesto que hace la reina para anunciar que va a hablar. Vemos como aquí también comienzan a golpear el suelo todos al mismo tiempo, siguiendo una secuencia y un ritmo, como indicador del inicio del ritual. Cuando la reina se levanta y se dirige hacia sus seguidores, los sonidos comienzan a ser más rápidos, aportando tensión y anunciando que se acerca la muerte. Estos paran cuando clava el cuchillo en el león, solo podemos escuchar el sollozo que este realiza acompañado de una melodía más triste y enlentecida. Además, se puede ver como la escena transcurre a cámara lenta.
Vemos como este ritmo juega con la secuencia del golpeo que siguen los personajes y los cambios de planos que se realizan, dándonos todas las perspectivas posibles. Se pueden observar diferentes emociones a lo largo de todos los planos, tristeza (león), angustia y desesperación (Lucy y Susan), ansia (seguidores de la bruja) y orgullo y superioridad (bruja). Es importante apreciar como muchos planos solo nos muestran la mirada de Aslan, para transmitirnos lo que siente él en ese momento, y como esta es acompañada de una música acorde, sobre todo en el momento de su muerte.
Comentando un poco el montaje intelectual, que a nuestro parecer es el más difícil de interpretar, podríamos decir que los planos en el que se pide que rapen al león podrían estar reflejando una especie de metáfora. El león siempre ha destacado por su pelaje, le hace parecer fuerte, al pedir que lo rapen podrían querer reflejar la desnudez de este y la vulnerabilidad sin su melena, haciéndole una burla al animal.
Como breve inciso y otra pequeña comparativa a esta última escena, nos ha parecido interesante analizar también los elementos que han empleado los creadores de la película de Narnia a la hora de mostrarnos la muerte y la vida. En esta escena se quiere representar la muerte, la oscuridad y la crueldad. Esto se puede ver por todo lo comentado, los tonos oscuros, el fuego, la noche, los gritos, las sombras… Para contrastar esta y ver la diferencia de montaje entre una escena y otra queremos mostrar la parte de la película donde Aslan resucita.
(Desde 1:18 a 1:40)
Podemos ver como aquí el montaje es completamente diferente. Observamos un montaje tonal con más luz, más color… Esta se va haciendo más llamativa conforme se acerca la hora de ver al personaje resucitar. Al presentarse la figura de Aslan podemos ver muchísima más luz, prácticamente blanca, mucho más tenue. Como elementos rítmicos vemos que al principio hay un silencio, no se escucha ninguna melodía y cuando aparece la figura de Aslan comienza esta para anunciar su resurrección, su vida. Los cambios de planos en este momento son muy rápidos, nos muestran las emociones de Susan y Lucy, como de repente pasan de sorpresa a felicidad.
Gracias a la riqueza de recursos que existen en el cine, los directores consiguen plasmar de forma muy ajustada lo que, en primera instancia, imaginaron en su mente. En los ejemplos analizados vemos las numerosas diferencias entre ambas escenas y entre ambos tipos de montajes cinematográficos. Mientras uno consigue que vivamos la película prácticamente en primera persona, de forma realista y conociendo en todo momento reacciones, gestos y movimientos de los protagonistas, otra consigue un a producción impecable, donde cada detalle, corte, luz y sombra están medidos al milímetro para cumplir con las expectativas de la imaginación de su creador. Para nosotras ha sido imposible elegir nuestro favorito, ¿sabrías decidir cuál es el tuyo?
Post realizado por: Lucía, Jennifs y Rocío
BIBLIOGRAFÍA:
Miranda, A. (2022, 31 octubre). Crítica musical de Birdman: Batería solo para la imagen. Cinemascomics.com | Cine, cómics y series. https://www.cinemascomics.com/critica-musical-de-birdman-bateria-solo-para-la-imagen/
López, J. (2018, 18 junio). Birdman y la importancia de los planos secuencia. Pop tv. https://poptv.orange.es/especiales/birdman-planos-secuencia/