LA EFICACIA DEL HUMOR EN LUGAR DEL GRITO CON LOS NIÑOS (APLICACIÓN REAL)

Estela AZ
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readJan 8, 2019

Como comenté en el post “Cómo deberían los padres educar a sus hijos para que las etiquetas sociales no les afectaran”, el humor y la ironía tienen un papel muy importante en la educación de los niños. Por ello se me ocurrió ver esto en la vida real.

Durante la navidad fui a casa y le pedí a una amiga, que tiene una niña de 9 años, llamada Sara, que si durante estas dos semanas podrían cambiar, ella y su marido, su estilo de autoridad parental (autoritario) por una serie de comportamientos y actitudes que les diría yo.

Mi hipótesis fue: Al utilizar el humor y la ironía para educar a su hija, su hija reaccionaría positivamente ante las situaciones difíciles.

Le pedí por favor a los padres que durante estas semanas si tenían alguna discusión con la niña la resolvieran de forma tranquila, sin enfadarse o gritar. Que hablaran con la niña le explicaran porque algo es de una manera, pero de forma cercana, que si se veían alterados que resolvieran el conflicto más tarde. También les indique que intentaran enseñarle los valores como el respeto, la justicia, el amor, la libertad, la tolerancia, honestidad… mediante el humor. Por ejemplo, con chistes, metáforas y no mediante castigos. También debían de hablar con la niña sin tabúes (esta idea se me ocurrió a raíz de un comentario de una compañera en mi anterior post), si la niña le preguntaba algo que quería saber debían de hacerlo de la manera más honesta posible y sin estar serios, porque de esta manera sería más fácil para los tres. No es necesario crear una situación tensa para hablar de ciertos temas como (Sexualidad, machismo, aborto, religión, inmigración…), aunque son temas que ellos evitaban hablar con ella, le pedí que lo hicieran de manera objetiva y dejándole una libre elección. Por último, le pedí que usaran la ironía en los momentos que ellos vieran oportunos y que si la niña al principio no entendía que era la ironía se lo explicaran. Intenté que la relación padre, madre e hija fuera una relación más asertiva y que pudieran aprender todos a utilizar el humor para educar.

Mis resultados fueron que tras estas dos semanas los padres de la niña estaban muy contentos ya que, Sara estaba mucho más feliz y además entendían mucho mejor lo que sus padres querían decirle en un conflicto. Los padres me contaron que al principio fue muy difícil para ellos cambiar totalmente su estilo de autoridad pero que poco a poco lo fueron consiguiendo. Cuando utilizaban la ironía y el humor, me dijeron que se veían raros y en mitad de la frase se empezaban a reír y Sara se reía también, esto les hizo ver que no era tan grave lo que ocurría. Al principio le tuvieron que explicar que era la ironía a Sara, pero con el paso de los días todo iba mucho mejor, hablaron de temas tabúes como la homosexualidad ya que, un niño de su clase tiene dos papás en lugar de un padre y una madre y la niña quería saber que pasaba. También hablaron de la inmigración porque vivimos en Jaén y ahora allí es temporada de aceituna. Un fin de semana Sara fue a la aceituna con sus padres y vio que las personas que trabajan con sus padres son de color moreno.

En conclusión, tanto los padres como la niña tienen una actitud más positiva entre ellos, estos días no han discutido tanto como lo hacían antes, lo solucionaban de manera totalmente distinta y a su vez positiva y Sara ha confiado en ellos más que lo hacía anteriormente. Desde luego, en dos semanas no se puede ver un resultado enorme, pero lo que si se ha logrado ver es como pequeños cambios pueden modificarlo todo.

Los cambios están en la mano de todo el mundo, pero tienes que tener la intención de querer cambiar y paciencia.

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