La importancia de saber leer entre líneas

Como hemos visto en la lectura sobre pragmática lingüística, las máximas de Grice son un componente del lenguaje importante para regular y mantener una conversación. Con ellas también establecemos la implicatura conversacional con la que las personas implicadas en una conversación establecen una relación cooperativa. Pero, ¿qué pasa si se rompen estas máximas? Como bien sabemos, muchas veces a la hora de comunicarnos, es muy frecuente que estas máximas se incumplan a propósito con el fin de brindar información también y expresar según qué cosas, creo que es un recurso que cotidianamente utilizamos muy a menudo y saber interpretar la información que proporciona romper las máximas del lenguaje es fundamental para comunicarnos adecuadamente y entender las situaciones. Resumiendo, debemos ser capaces de inferir la información que nos brinda la ruptura de estas máximas según la situación.

Veamos algunos ejemplos:

Scarface (1983)

[Minuto 2:16]

En esta escena, poniendo un poco en contexto, Tony Montana vuelve de casi ser asesinado por una banda rival enviada a por él por su propio jefe, Frank, que es el hombre de traje blanco que aparece en el vídeo y Tony va a pedirle explicaciones. Desde el primer momento, podemos ver como el principio de colaboración está completamente roto por parte de Tony, por lo enfadado que llega a la sala y la forma en la que se comunica con Frank, esto, lo primero que sugiere al espectador es que está produciéndose un situación muy tensa entre ambos.

F: Seguro que han sido los hermanos Díaz, están cabreados desde lo del motel “Sunray”.

T: Quizás tengas razón, sabes… Quizá tengas razón…

En este caso, vemos como se ha inflingido la máxima de modo. Lo que propone esta es: “Sea claro y breve; evite las ambigüedades”. En este caso, Tony está siendo totalmente ambiguo, pues no especifica si realmente está de acuerdo con Frank, ni directamente le da la razón, simplemente lo deja en el aire. Por tanto, si combinamos este hecho, con que el principio de colaboración no se está cumpliendo, sumado a la ruptura de esta máxima, lo que podemos inferir es que en realidad, el protagonista no está para nada de acuerdo con lo que le está comunicando su jefe.

F: Sea quien fuere, me alegro de que hayas salido con vida, Tony, devolveremos esta putada al que haya sido multiplicada.

T: No… Sé cuidar bien de mí mismo…

F: ¿Para qué traes la pistola, Tony?

T: ¿Para qué? No sé… Me he vuelto… ¿como se dice? Paranoico

De nuevo, con la respuesta de Tony, se vuelve a violar la máxima de modo, está siendo ambiguo de nuevo, esta vez ocultándole información a Frank. Incluso, podríamos añadir también una violación de la máxima de relación. Esta propone: “Que su contribución sea pertinente al tópico de la conversación”. En este caso, no tiene nada que ver ser paranoico con traer una pistola a una reunión con su jefe en la que supuestamente no hay problemas entre ambos. La ruptura de estas dos, sugieren no solo que Tony no quiere conversar en son de paz y además está de nuevo ocultando información, en este caso por qué trae una pistola. Debido a esto, se puede inferir la agresividad y la hostilidad de la situación.

[Minuto 4:36]

T: Pero tú… Un hombre que no tiene palabra, es una cucaracha.

En este caso para mí estaría infringiendo la máxima de cantidad. Esta consiste en lo siguiente: “Haga que su contribución no sea más ni menos informativa que lo estrictamente necesario de acuerdo al propósito de la conversación”. Como se puede ver en la escena, no es nada informativa la afirmación que hace Tony sobre por qué piensa eso sobre Frank, no explica nada, sigue ocultando información y dejando entre líneas su cabreo. De nuevo gracias a esto, inferimos que la agresividad de la conversación está subiendo y el protagonista está cada vez más y más enfadado.

The Gentlemen (2020)

En este caso, quiero exponer una escena cortita, en la que también se violan las máximas, pero esta vez sí que se respeta el principio de colaboración, por eso, la información que podemos inferir es diferente.

En esta escena vemos como Fletcher, el hombre de gafas sale del baño y se encuentra con dos secuaces de Raymond, el hombre que aparece después transportando un cadáver. Todos se quedan mirándose unos a otros de manera incómoda, todos saben que Fletcher no debería haber visto eso. Entonces, aparece Raymond, y comienza el diálogo:

Secuaz: ¿Supone algún problema Ray?

R: No lo sé. ¿Supone algún problema Fletcher?

F: Yo no veo ningún problema.

En primer lugar, si nos centramos en la respuesta de Fletcher, y posterior pregunta, en primer lugar está rompiendo la máxima de modo, porque está siendo ambiguo y le pregunta a Fletcher si supone un problema, cuando esa respuesta no la tiene Fletcher, sino Raymond. También estaría rompiendo la máxima de relación, pues no es pertinente si a Fletcher le parece un problema. Y, bajo mi punto de vista, también se rompe la máxima de cantidad, pues en ningún momento nadie habla de cuál es el problema ni a qué problema se refieren, están dando muy poca información debido a que se infiere por el contexto y la situación, de ahí a que se rompa esta máxima. En este caso, como el principio de colaboración sí se está respetando, podemos inferir, que al romper estas máximas, Raymond lo que está haciendo es proponerle a Fletcher, que, efectivamente, si se calla, no dice nada sobre lo que ha visto y colabora, no va a tener problemas. Entonces, de ahí la respuesta de Fletcher, que también viola estas máximas y de esta respuesta podemos inferir que se va a callar y va a colaborar.

Con la comparación de las situaciones propuestas a través de ambas películas, podemos ver que según si se respeta el principio de colaboración o no, aunque se rompan las mismas máximas, la información que se infiere de las distintas situaciones es diferente.

Por último, me gustaría exponer un ejemplo en el que rompiendo una máxima de modo se puede desencadenar una situación humorística.

Contexto: Es el cumpleaños de nuestra amiga y la estaban felicitando en ese momento. En este caso, Juan, la felicita y acto seguido, procede a preguntar si alguien le compra un jugador del Fantasy, que es un juego de fútbol.

Entonces, en este caso (quizá a los lectores no les haga gracia) se rompe con la máxima de relación. No es pertinente si “alguien quiere a Koke” mientras se está felicitando el cumpleaños de una amiga, por tanto, la ruptura de esta máxima, en este contexto de mi grupo de amigos, generó una situación absurda que desencadenó en una situación graciosa. Creo que esta misma máxima se podría aplicar a muchas situaciones cotidianas que resultan absurdas y por tanto graciosas.

En conclusión, gracias a estos casos podemos ver cómo la ruptura de las máximas también brinda mucha información que se puede inferir y es muy importante a la hora de relacionarnos y comunicarnos. Partiendo de esta base, podemos jugar con el lenguaje, adquirir nuevas formas de utilizarlo y de interpretarlo, que en muchas situaciones son mucho más interesantes y oportunas en muchos ámbitos que ser claro y conciso y respetar las máximas de Grice a rajatabla. Gracias por leer.

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