LA MÚSICA Y EL LENGUAJE
Tras años de estudio sabemos que aprender a tocar el piano y adentrarse en el mundo de la música ayuda a mejorar nuestras capacidades intelectuales.
El gesto expresivo del músico es una herramienta que ahonda en la relación y expresividad corporal del músico en relación al sonido, a la vez que en el sonido como gesto.
Un gran número de investigaciones hablan sobre los beneficios de la música para la salud. Según ellos, aprender piano y, en general, música causan nuevas conexiones neurológicas. Saber solfeo constituye, por lo tanto, un primer signo en la capacidad de hablar otra lengua. A su vez, el conocimiento musical ayuda a ser menos tímidos y a expresar emociones, por lo que supone una de las mejores medicinas contra la soledad y la tristeza. Diversas investigaciones han concluido que escuchar música y tocar un instrumento mejoran también la memoria.
En la película de “El Piano”, de 1993, trata de la pérdida de la voz de manera espontánea, pero lo que más nos llama la atención es cómo se detalla la relación que existe entre las emociones y una comunicación eficaz. La recuperación de la estabilidad y felicidad provoca el regreso de la necesidad de comunicarse de forma oral.
La protagonista se llama Ada, una pianista que pierde el habla de manera repentina a los 5 años. Desde ese momento, encuentra una nueva forma de expresarse por medio de la lengua de signos, el lenguaje escrito y la música. Obligada a contraer matrimonio y a una mudanza junto a su hija y su piano, se ve sumida en la infelicidad hasta que vuelve a dar clases de piano y encuentra un apoyo inesperado en un amigo de su nuevo marido. A partir de esa relación, Ada vuelve a encontrar la felicidad, lo que finalmente le lleva a hacer otra vez uso del lenguaje oral.
Aprender a tocar el piano es descifrar un nuevo lenguaje: el solfeo y todas sus notas musicales que se representan dentro de una partitura y en una tecla del piano. Lo descrito nos recuerda a la construcción mental de frases en el habla, uniendo sílabas, que forman palabras dentro de oraciones.
La proyección de esta película ha servido para el tratamiento de niños con dificultades en el habla. Los errores que se producen al comenzar a hablar se asemejan a los que se comenten al comenzar a tocar el piano, implicando cálculos matemáticos y aprender a leer mejor, además de una gran disciplina, paciencia y perseverancia. Por lo tanto, esta película motiva a superar las dificultades del habla y hace consciente a la persona de que lo importante al cometer errores es corregirlos y aprender de ellos para intentar no repetirlos.
Múltiples estudios han demostrado los beneficios de la música sobre el estrés: el piano es bueno para la salud, puesto que, permite calmar el estrés pasajero y las angustias cotidianas para reencontrar la calma, lo cual también resulta muy beneficioso para pacientes con problemas en el lenguaje oral.
Un estudio se publicó en Nature Reviews Neuroscience consluye que aprender música tiene un impacto profundo en nuestras capacidades para aprender una lengua, nuestra concentración, nuestra memoria y nuestras emociones.
Si quieres conocer más curiosidades acerca de la película y comprender mejor los beneficios de la práctica musical, aquí dejo el link de un vídeo muy interesante.
