La oración, la hipnosis y los cambios de conducta

Por tener una familia muy religiosa, crecí en medio de misas dominicales, reuniones de grupos de oración, rosarios, procesiones etc. Sin embargo, muchas veces me cuestionaba todo aquello, tenía debates conmigo mismo y no entendía gran parte de lo que observaba. Pero había algo que me mantenía metido allí, principalmente desde que tuve contacto con la renovación carismática católica (un movimiento de la iglesia católica, que se basa en la experiencia personal con Dios, el Espíritu Santo y sus dones).

Luis Henrique
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readNov 16, 2018

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Cierto día me invitaron a participar de un retiro espiritual que duraría un fin de semana entero. Puesto que los comentarios eran muy positivos, decidí ir con un grupo de amigos que conocí en la iglesia. Allí en el retiro, he tenido una experiencia muy intensa pero también bastante rara.

Por la noche, todos los participantes estábamos reunidos en un gran salón. Las luces estaban apagadas, solo se quedaban las velas encendidas. Había un grupo tocando canciones religiosas, pero no las más animadas, sino las que hablaban de familia, de perdón… todo muy emotivo. La persona encargada por la oración hablaba con una voz de quien te está consolando, era dulce, algo pausada. Yo me sentía como una extensión del todo aquel ambiente. El silencio hacía que me concentrara en los latidos de mi corazón y en mi respiración. Nos pedían para orar en voz alta, sin pensar en los que estaban al lado. Teníamos que gritar y expulsar todo lo que nos molestaba en aquél momento. Peleas, problemas, dificultades… que nos olvidáramos de eso. Dios estaba allí por nosotros. Luego empezaron los sonidos “raros”.

Éramos muchas personas a la vez. Las voces no se entendían, se mezclaban. Pero era muy intenso, el cuerpo vibraba. Aquellos sonidos parecían influir sobre nosotros. Fue cuando me di cuenta que lo que salía de la boca de muchas personas no eran palabras, sino sonidos incomprensibles. Como si alguien estuviera hablando muy rápido en otro idioma. La sensación que tenía era como si eso me fuera pasar también, porque ya no comprendía lo que estaba diciendo, pero sabía que estaba repitiendo muchas cosas. Una chica se desmayó pero luego abrió los ojos y empezó a gritar y a llorar. Nos dijeron para no mirarle. Pensé que estaba poseída o algo así, parecía muy real. Sus emociones eran muy intensas, más tarde descubrí que alguien cercano a ella había muerto días antes del retiro.

Pero lo más raro fue cuando nos pidieron para que pusiéramos al pie del altar algo que habíamos traído con nosotros y que nos estaba impidiendo de ser felices y de seguir a Dios. Hubo gente llevando distintos objetos, pero también llevaron drogas. Con la ayuda de una amiga, llevé mi tarjeta SIM. Al volver a mi sitio y sentarme, empecé a llorar como un niño pequeño. No podía parar. Los sonidos provocaban mi llanto. A la vez, mis dedos de las manos se retorcían, de una manera que ni mi amiga era capaz de moverlos. Mi cara quemaba, mi cuerpo estaba paralizado y sentía “hormiguitas”. Cuando terminó la oración, yo sentía una paz que nunca había sentido antes. No sé qué pasó, pero fue genial. Este fue el efecto de las “oraciones en lenguas”.

(En el vídeo abajo tenéis un ejemplo de las oraciones en lenguas, a partir del minuto 5:44)

https://www.youtube.com/watch?v=jv4ZsYvkX_M

A la hora de comer, pude hablar con otras personas que tuvieron experiencias parecidas. Todos sentíamos que Dios nos había tocado. Necesitábamos seguir con esta experiencia. Necesitábamos profundizarnos más en los dones del Espíritu Santo. Estuve algunos años más formando parte de la iglesia, de grupos de jóvenes, hasta que por fin me di cuenta de que ya no tenía fe. En cuanto a las personas que estuvieron en aquél retiro, muchos sí siguen en la iglesia, forman parte de grupos de oración, participan de proyectos relacionados a la religión… Se puede decir que han cambiado de vida.

¿Serían las oraciones en lengua una forma de hipnosis?

¿Puede la oración inducir cambios de conducta?

¿Dicho cambio de conducta a través de sonidos incomprensibles se puede dar en un contexto no religioso?

¿Cómo nosotros, como psicólogos, podemos utilizar este recurso?

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