La sonrisa es la expresión más común en la fotografía, aunque no siempre ha sido así.

Marina Lopez
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readOct 22, 2019

Mientras debatíamos acerca de lo que esconden las expresiones faciales en las fotografías, una de las integrantes del grupo alzó la mano para tirar un selfie. El resultado del selfie fue el siguiente:

Tras ver la foto, nos dimos cuenta que cada una de las integrantes del grupo había cambiado la expresión facial que realmente tenía en ese momento. La emoción que todas mostramos en la foto, como podéis ver, es una emoción de felicidad, con la expresión facial correspondiente a esa emoción, la sonrisa. Tras realizar una segunda foto, una de las integrantes sacó la lengua, a la que otra le contestó que por qué no sonreía. Nos preguntamos entonces, ¿Por qué debemos salir felices en las fotografías?

Buscando información acerca del tema encontramos un artículo que mostraba la evolución de la expresión facial en las fotografías a lo largo de la historia. Este artículo, nos muestra un estudio matemático acerca de las fotografías de orla de universidad en Estados Unidos desde 1905 hasta 2013. Gracias a este estudio, se descubrió que los rostros, a medida que pasaban las décadas, sonreían más. Sin embargo, no siempre hemos sonreído en las fotografías. De hecho, es una costumbre relativamente reciente. Nos preguntamos entonces, ¿desde cuándo y por qué esta moda de sonreír en las fotografías y mostrarse felices y radiantes?

Si echamos un vistazo atrás, antes de que existiese la fotografía, lo más similar a ella era la pintura. En los diferentes retratos, los modelos tenían que quedarse quietos durante varias horas seguidas, por lo que era muy difícil posar sonriendo durante tanto tiempo.

Cuando se inventó la fotografía, esta se seguía relacionando con la pintura. Por ello, cuando llegó la fotografía, la costumbre de no sonreír siguió durante algunos años más. Esto puede ser debido a la misma razón por la que no se sonreía en las pinturas, por la dificultad de posar sonriendo durante tanto tiempo, ya que las primeras cámaras también tardaban en capturar la imagen.

Esta diferencia la marcó, Eastman Kodak Company a mediados del siglo XX creando una estrategia para que la gente se animara a hacer más fotografías, ya que dichas cámaras tardaban muy poco tiempo en capturar la imagen. Dicha marca fotográfica, comenzó a relacionar las fotos con la felicidad, dándole a la imagen la utilidad de mostrar a los demás un momento en el que lo pasaban bien.

Para terminar, Paul Ekman, psicólogo pionero en el estudio de las emociones y sus relaciones con la expresión facial, identificó que para sonreír utilizamos 17 músculos faciales, muchísimos menos que los que utilizamos para fruncir el ceño (43 músculos). Podría ser por ello, que la sonrisa nos parece algo más agradable de ver y que por eso la utilizamos de forma habitual tanto en fotografías como en nuestras relaciones sociales.

Enlaces de interés:

https://www.cv-foundation.org/openaccess/content_iccv_2015_workshops/w18/papers/Ginosar_A_Century_of_ICCV_2015_paper.pdf

https://m.riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/58051/CEREIJO%20-%20EL%20YO%20FRENTE%20A%20LA%20CÁMARA.%20CONSTRUCCIÓN%20DE%20LA%20IMAGEN%20MEDIANTE%20EL%20SELFIE%20Y%20EL%20RETRATO%20FOT....pdf?sequence=3&isAllowed=y

Post realizado por Ángela Jiménez Padilla, Marina López Delgado, Virginia Ramet Meseguer, Zuleima Ramírez Ramírez y Marta Sánchez Beltrán.

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