La subjetividad en la percepción del color forma parte de nuestro día a día.

Ignacio Molero
Psicología del Lenguaje — ugr
7 min readNov 29, 2021

Por Ignacio Molero Beato

EL ARTE DEL COLOR

¿Alguno de ustedes se ha parado a pensar cuál es razón por la que un anuncio de pasta de dientes nunca utiliza entre sus colores publicitarios el marrón, el gris o el negro? Yo creo que la respuesta está clara.
El marrón no es un color que represente frescura, ni pureza ni mucho menos, limpieza. Sin embargo representa la naturaleza, la tierra o el agobio. Por ello, los profesionales de la comunicación no contarán con este color para publicitar una marca de pasta de dientes que por supuesto, el objetivo que se persigue es que se consuma.

Cada color tiene una proyección en cada uno de nosotros que puede hacernos interpretar en muchas ocasiones unas cosas u otras, es decir, puede influir en nuestra perspectiva. Evidentemente, si usted se va a comprar una pasta de dientes que logre en el menor tiempo posible eliminar impurezas, no elegirá aquella cual packaging esté representado por colores oscuros. Por el contrario, de manera a veces incluso automática escogerá la pasta de dientes cuyo envoltorio esté lleno de colores claros y llamativos.

Este supuesto nos sirve para entender cómo percibimos el color, y por supuesto, si las formas de percibirlo nos influyen en nuestra manera de entender el mundo.
Tenemos la gran suerte de pertenecer a una especie que entiende el color. Los seres humanos llegamos a percibir 100 gradaciones distintas entre las que se encuentran el azul, el rojo o el verde, que se combinan de manera exponencial. Esta cifra es muy significativa pues, el color da vida a una escena, es la luz de la misma.

Para familiarizarnos con el color, hay que partir de la base de que realmente el color es una onda capaz de ser percibida por el ojo humano y tiene unas características determinadas. Además hay que entender previamente los conceptos de brillo, saturación o matiz, ya que podrán ser útiles para determinar la característica de una onda concreta.

La saturación es la cantidad de intensidad que puede presentar una onda de luz determinada. Es decir, un color con baja saturación tendrá una apariencia más grisácea que otro del mismo tono, con mucha más saturación.

Por otro lado, el brillo determina la cantidad de luz que puede verse reflejada o reflejar un objeto.

Además, el matiz es la propiedad que nos hace diferenciar qué tipo de onda percibimos, es decir, si un color es rojo, azul o amarillo.

Por lo tanto, podemos interpretar en base a estas informaciones que el color que percibimos puede llegar a ser un conjunto de muchísimos factores y que también estarán mediados por el contexto de cada persona.
Evidentemente, el color marrón será el mismo de manera objetiva, pero cada persona podrá percibir el marrón de una forma u otra debido a su experiencia previa. El tipo de dentífrico que utilizasen antes dichas personas, también tiene mucho que ver en esta interpretación, y no precisamente por su función.

EN ITALIA SE VEN COLORES

Marcelo Moccia y sus colegas del departamento de neurociencia en la universidad de Fernando II, en Nápoles, realizaron un estudio que nos resulta interesante para entender un poco más, nuestra percepción del color.
¿Os acordáis del famoso vestido que se hizo viral en redes sociales hará unos años? Aun sigue existiendo disputa sobre diferentes opiniones acerca del color que supuestamente toma el vestido. Por lo visto unas personas eran capaces de percibirlo de un color, o colores determinados y otras personas, de otros colores diferentes.
En este estudio, dichos investigadores se centraron sobre todo en ordenar en base a diferentes datos, las diferentes formas de percibir el color del vestido. Es decir, partiendo de una encuesta online y prestando especial atención al sitio desde donde se realizaba dicho cuestionario, se registraron datos de los colores percibimos por cada individuo además de otros factores importantes para relacionarlos como eran la edad, el sexo, estudios, deficiencias perceptivas o no, lugar de nacimiento, enfermedades mentales o fisiológicas o el tipo de dispositivo desde el que veían la fotografía del vestido.

Una vez se recogieron los datos, se pudo comprobar que de las 547 personas que realizaron la encuesta, 103 informaron tener previamente esclerosis múltiple (aproximadamente el 25%).
De manera general podemos comentar que las personas de edad avanzada, dentro de un rango de edad media, percibían el vestido con colores blanco y dorado. Sin embargo los de edad menos avanzada dentro de ese mismo rango, lo percibían negro y azul. También es de interés comentar de este estudio, que los individuos que vieron el vestido en horario de mañana, lo percibían de manera frecuente de color blanco y dorado.

ENTONCES, ¿BLANCO O AZUL?

Es cierto, que no existe una respuesta correcta en esto de la percepción del color, ya que hasta el momento, podemos tomar por válidas las visiones de cada persona debido a esta carga de conocimiento previo del que hablaba al principio de la intervención. Esto es así debido a que el color es el resultado de una serie de conexiones neuronales dedicadas al ámbito de la visión y que funcionan una vez que la luz cruza la retina de nuestros ojos.

Es interesante poder realizar indagación científica de elementos o curiosidades que surgen en las redes sociales, y sin duda alguna este fenómeno del color puede darnos otra novedad para poder llegar a comprender un poco mejor algunas formas de percibir y que pueden en un futuro, con mucha más información e investigación científica, lograr avances con respecto a la manera de percibir el color y su gran importancia en nuestro día a día. La implicación de las redes sociales para obtener datos que nos solucionen muchas formas de entender las cosas es una función muy importante de las mismas, ya que últimamente las redes sociales suelen verse como el pasatiempo perfecto o incluso el lugar donde encuentro al amor de mi vida. Pero realmente, cumplen papeles fundamentales en muchas ocasiones, una de ellas, la que nos encontramos ahora.

PARA TERMINAR…

Os voy a poner otro ejemplo que nos siga manteniendo escépticos con respecto a esta interpretación del color. No sé si algún lector de los que se enfoquen a este articulo tendrá relación con el mundo del arte sacro, pero podemos encontrar un debate bastante interesante en el color de uno de los palios más característicos de la ciudad de Sevilla (fotografía en el encabezado de la publicación).

Esta obra ejecutada por los talleres de bordado de Rodríguez Ojeda (1924) sigue siendo un enigma por los sevillanos que aun no logran descifrar de qué color exacto es dicha pieza. La corporación aclara que se encargó ejecutar en un tono azul verdoso pero, lo realmente curioso es que dependiendo de cuándo, cómo y donde mirarlo, se percibe de color perfectamente azul, o por el contrario, verde.

Este misterio puramente perceptivo es una prueba común de lo que anteriormente os presentaba, es decir, de la interpretación.
Os puedo asegurar que el color de esa tela, ha ido cambiando de color conforme la iba observando. Cualquier rayo de luz que incidiese más de la cuenta era capaz de cambiar la percepción completa de la obra. Imaginarse cuando en la calle, el palio se movía. No había nadie que asegurase verlo de un color concreto.

Si nos paramos a pensar, es una comparación muy acertada ya que nos encontramos de manera más o menos parecida a un fenómeno como el del vestido, viral en internet.

La psicología del color por lo tanto juega un papel fundamental no solo en la manera de percibirlo o en saber exactamente de qué color se trata, sino en la asociación con diferentes estímulos o representaciones abstractas. De manera consensuada a lo largo del tiempo debido a la relación de los mismos con factores o variables representativas, se ha podido interpretar al rojo como el color del amor, el fuego, la pasión, el deseo, la fuerza, el infierno o incluso el caos. Por otro lado, el amarillo siempre ha sido divertido, molesto en ocasiones, caluroso e infantil. El azul se queda con la confianza, la sinceridad, la cercanía, el mar o el frío. Así, el negro representaría la oscuridad, soledad, elegancia o rechazo y el verde con la salud, la naturaleza, la esperanza o la empatía. Y así, los colores van formando relaciones con el mundo exterior sacándolos puramente de nuestra percepción interna, cargada de subjetividad.
Objetivizar el significado o psicología del color es algo positivo para poder hablar de las mismas variables pero, realmente la percepción o interpretación de un color va mucho más allá de estos principios de significación del color. Por ello mismo, la manera más fácil de poder darle una explicación a la gran aventura de percibir el color es llegar a aceptar esta carga de subjetividad en la respuesta de percepción del color aunque muchos de ellos tengan un significado consensuado en la sociedad. Todos los colores pueden tener detrás una historia, una relación con muchísimos otros estímulos que no han sido percibidos por el resto de personas del mundo. Este hecho es una auténtica maravilla, porque aunque existan personas con alteraciones en la percepción del color, pueden crearse unas expectativas cargadas de realidad que complementan su visión sea de la manera que sea.
Este hecho se convierte en otro de los temas más interesantes también a resolver en la percepción del color, pero hablaríamos de factores fisiológicos que podrían debatirse y tratarse en otra intervención más especializada.

· Moccia M., Lavorgna, L., Lanzillo R., Brescia Morra V., Tedeschi G., Bonavita S., 2016. The Dress: Transforming a web viral event into a scientific survey, Multiple Sclerosis and Related Disorders; Volume 7, 41–46.

· Goldstein, E. B., Nuñez Ramos, A., & Peralta Rosales, L. (2011). Sensación y percepción: E. Bruce Goldstein (8a. ed. — .). México D. F.: Cengage Learning.

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