Las metáforas del suicida

Bielfdez
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readNov 7, 2022

El otro día en clase hablamos sobre las metáforas conceptuales, las cuales se tratan de un fenómeno cognitivo y que podríamos dividir en dominio fuente y dominio meta.

A modo de seguir con la temática sobre el suicidio, me gustaría analizar algunas frases que podríamos oír de una persona con pensamientos suicidas y que podríamos calificar como metáforas. El objetivo es identificar los diferentes dominios y, en la práctica, tomar conciencia de ciertas expresiones que deberían hacernos activar algún tipo de alarma pues pueden ser una forma de identificar las intenciones de alguien que puede estar sufriendo y que está tratando de llamar nuestra atención inconscientemente mediante el lenguaje.

La primera que a mí se me viene a la mente puede ser “quiero dejar de ser una carga”. Aquí el dominio fuente habla sobre el peso, donde el aguantar algo con gran volumen puede ser agotador. En realidad no se habla de que esa persona tenga un peso elevado, aquí el dominio meta es equipararse con algo que molesta, que causa dolor a los que le rodean. Esto puede tener varias correspondencias, pues algo que resulta pesado, si lo soportamos durante mucho tiempo puede incrementar esa sensación, por lo que aquello que no resulta una carga sería mejor para todo el mundo. Sería la percepción de uno mismo como algo que a lo largo del tiempo aumenta el malestar de sus seres queridos.

Otra frase que podríamos asociar con el suicidio es “se ha apagado la luz de mi vida”. El dominio fuente sería apagar la luz, el cual se refiere al dominio meta en el que la luz es un símbolo que significa esperanza, alegría y que al estar apagada ha desaparecido. Aquí también podemos ver más correspondencias con qué quiere representar la luz en la vida de una persona. Es posible que si alguien ha perdido a un ser querido pueda decirse a sí mismo que ha perdido la luz de su vida, pero también la luz puede ser una manera de describir a alguien muy positivo que desprende luz por donde va, es decir, que contagia esas buenas sensaciones. Alguien a quien se le ha apagado esa faceta puede percibirse como malo, negativo y, usando otra metáfora relacionada con esta, como alguien oscuro o sombrío, algo que la gente desea evitar.

El ejemplo siguiente es posible que muchos lo hayamos utilizado en diferentes contextos y que no sea una señal de alarma tan fácil de diferenciar como las anteriores. En concreto sería la frase “estoy en un callejón sin salida”. Como dije es posible que en momentos de estrés o a la hora de tomar una decisión donde no hay un final favorable hemos podido pensar esto. El dominio fuente sería el callejón que no tiene salida y el dominio meta sería el creer que no hay escapatoria posible. Para alguien que se plantea quitarse la vida seguramente esto signifique que nunca va a dejar de sufrir, incluso que es el fin de su camino y que ya no puede avanzar.

Por último, y por desgracia es posible que también hayamos escuchado en muchas bocas esta expresión en momentos difíciles, sería la frase “estoy rota por dentro”. El dominio fuente es estar rota, y el dominio meta podríamos decir que es el dolor y la desesperanza que podemos llegar a sentir cuando sucede algo que nos causa mucho daño. El concepto roto además puede corresponderse con algo sin valor, pues un objeto cuando se rompe pierde su valía, por lo que también afecta a la visión que se tiene de uno mismo. Personalmente creo que es una de las frases más duras que he podido escuchar y que ejemplifica muy bien cómo de profundo puede llegar a ser el dolor que sienten muchas personas (aquí usamos otra metáfora con la profundidad para referirnos a algo muy grande).

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