¿Las redes sociales son siempre malas?

¿Qué es lo último que haces antes de dormir? ¿Y qué es lo primero que haces cuando te despiertas cada día? ¿Y cuando terminas de comer? ¿Y en los descansos entre estudio? ¿Y cuando estás esperando en la cola? ¿Y cuando estás aburrido? ¿Y cuando… ? Si la respuesta a todas estas preguntas es coger el móvil y entrar en tus redes sociales, ¡Enhorabuena, todo el mundo se lo esperaba!

Si nos detenemos a pensarlo es tremenda la cantidad de tiempo que dedicamos a mirar esa pequeña pantalla que tanto absorbe. Pero claro, también es labor de cada individuo plantearse si supone una ganancia o una pérdida de tiempo.

¿Y tú, encuentras más beneficios o más desventajas en este empleo del tiempo? Bien, procedamos a analizarlo.

Como ya he compartido en posts anteriores, las RRSS pueden ser nuestro enemigo, por ejemplo en el caso de la desmedida preocupación que nos supone no salir igual de ideal que María Pombo en las fotos ni tener tanta ropa ni hacer tantos viajes como ella. Pero… ¿qué es realmente lo que nos hace adictos al mundo online, y que nos hace querer dedicarles tantas horas de nuestra vida? Muchos hablan de “adicción a internet” y no es raro encontrar como lo llaman “droga”, pero pongámonos en situación y comparemos las RRSS con una droga química real… por ejemplo la cocaína, ¿qué tiene la cocaína que engancha? ¿el subidón? ¿cuál es el subidón que nos ofrece por ejemplo… Instagram? En ocasiones es alcanzar más de 300 me gustas en una foto o quizá es el “chute” de autoestima. Posibles respuestas a parte, en esta ocasión me dispongo a verbalizar algunos de los muchos beneficios que también podemos encontrar de la mano de internet.

En primer lugar, me gustaría comenzar hablando de la diversidad ofrecida en el contenido de los Youtubers.

Es esta diversidad, entre otros, la responsable de que todos encajemos en algún ámbito según nuestros intereses. De esta manera ejemplificamos esta diversidad a través de Unicoos ofreciendo ayuda en estudios, Yuya “enseñando” sobre moda y maquillaje, o Auronplay con videojuegos y entretenimiento.

Son muchas las personas que prefieren este tipo de explicaciones a las ofrecidas en los institutos o facultades. Yo particularmente estudiaba Química en Bachiller gracias a vídeos como estos pues las explicaciones ofrecidas en clase me eran insuficientes, monótonas, y mal dirigidas a la enseñanza del contenido.

Esta joven mexicana alcanza los 23 millones de suscriptores.

Si seguimos analizando el éxito de las RRSS, podemos concluir que aún no está claro qué es lo que tiene que tener, por ejemplo, un vídeo para engancharnos.

Algunos hablan sobre considerar una longitud no muy extensa y un contenido dinámico. Un claro ejemplo de ésto último es la youtuber Andrea Compton.

https://www.youtube.com/watch?v=UbhYtht42uU

No obstante, encontramos un ejemplo de excepción que confirma la regla. Ella es La Shatunga y podemos observar como sus vídeos duran en torno a 30 minutos, además muchos de sus vídeos se basan en contar anécdotas o experiencias sin apenas dinamismo ni movimiento. Sin embargo, el número de suscripciones a su canal (151 mil) arroja datos distintos a fracaso siguiendo este formato.

https://www.youtube.com/watch?v=UfP0EdGxlG8

También es interesante analizar qué tipo de contenido es el que generalmente atrapa a más gente.

Un ejemplo de positividad y entretenimiento al límite es la ya citada Andrea Compton. En el lado opuesto, encontramos personajes como Soyunapringada, la cual describe experiencias desoladoras de su vida llegando a transmitir mensajes tan poco “alegres” como “Me gusta dormir porque es como si estuviera muerta”.

https://www.youtube.com/watch?v=MUKv8poAhbA

Quizá en la diversidad esté el equilibrio.

Por otro lado, querría resaltar como cambia el estilo de vida de estas personas hasta hace unos años desconocidas para todos. En el caso de la citada youtuber mexicana, Yuya ha llegado a crear su propia marca de maquillaje y perfume, y Soyunapringada ha llegado a la gran pantalla actuando en algunas películas de alto prestigio como “La llamada”.

Marca de maquillaje propia de Yuya
Soyunapringada en la presentación de la película “La llamada”

Cambiando de banda, considero que la plataforma Twitter tiene un papel “terapéutico” para los internautas.

En primera persona podría hablar de cómo leer y escribir tweets sobre distintos aspectos de la vida pueden hacerme reflexionar, sentir que los demás comparten ideas similares a las mías, desahogarme, contar alguna anécdota, quizá mostrar el malestar sobre un determinado tema, etcétera. O quizá simplemente, compartir una canción que me gusta o la página de un libro interesante. Al fin y al cabo, acciones en mi opinión, también terapéuticas.

Asimismo, es enorme el poder de transmisión de mensajes a través de las RRSS y el consecuente aprendizaje que ésto conlleva.

Para ilustrar esto cuento como en mi caso las RRSS me ayudan a estar atenta a las noticias de actualidad pues ofrecen aún más dinamismo que las transmitidas a través de, por ejemplo, televisión. El plus ofrecido por Internet está, no sólo en leer la noticia, sino en leer diversas opiniones ofrecidas por el público. Así, concretamente relato una anécdota ocurrida a una amiga días previos a las pasadas elecciones de Andalucía. Aparecía en su Twitter un spot de una fuerza política, se trataba de un vídeo alardeando de las futuras mejoras propuestas:

https://www.youtube.com/watch?v=ejVgDzEuZWY

Por el efecto de este tipo de contenido, acabó pensando “sí que ofrecen propuestas realmente positivas” pero, después se puso a leer comentarios de otras personas respondiendo al tweet como “Eso es lo que lleváis prometiendo hacer estos últimos treinta años en el poder y no habéis hecho ni la mitad”. con este tipo de crítica eran el 80 por ciento de comentarios que leyó, ni siquiera uno a favor de éstos. Ahí realmente su opinión acerca de ese vídeo cambió, además su curiosidad aumentó y la llevó a leerse el programa electoral del partido político mencionado y de otros partidos para contrastar ideas. Este podría ser el caso de una persona que no esté muy implicada en política y que no sabrá distinguir con criterio y se dejará llevar por este tipo de publicidad si simplemente se limita a verlo transmitido por televisión, sin segundas opiniones de por medio.

Esta forma de interactuar con la política puede parecernos mucho más atractiva y de esta manera, implicarnos en esta labor ciudadana que nos corresponde a todos.

Para concluir, podemos analizar como las nuevas tecnologías y en concreto las redes sociales a pesar de las innegables desventajas que suponen en la actualidad, pueden servirnos positivamente en diferentes aspectos de la vida. Desde la educación, la ayuda entre internautas, el poder terapéutico y el entretenimiento hasta un bienestar global siempre que se haga un uso responsable y productivo de las mismas.

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