Los signos de la manipulación psicológica y el lenguaje
Los signos de la manipulación psicológica en la comunicación y el lenguaje son tan heterogéneos como agotadores. Es una conducta que exprime mental y emocionalmente a las personas y por ello debemos aprender a distinguirlas y diferenciarlas del resto.
Todos somos sabedores de que tanto en publicidad, como en política o en cualquier esfera en la que nos movamos la manipulación está presente ya sea para controlarlo o para influir en nuestra toma de decisiones. La cosa cambia y es mucho más complicada cuando esto nos lo llevamos a lo personal, es decir, a lo privado, a la pareja, a la familia o a los amigos… La manipulación psicológica y emocional está presente casi constantemente pero encubierta, es más la mayoría de las veces actúa de forma inconsciente y es por ello que tenemos que detectar estos comportamientos y oponernos a ellos.
Si el lenguaje es la forma de expresión de los pensamientos, aprendamos a darle la importancia suficiente a lo que decimos y a cómo lo decimos. Tenemos que saber equilibrar en una relación el lenguaje para usarlo a favor y no para controlar al otro y deteriorarlo porque lo que sustenta la relación son las emociones más profundas.
Hay que anticiparse y evitar las malas palabras dañinas porque pueden afectar considerablemente la autoestima, la dignidad y hasta la propia personalidad.
Los signos de manipulación más importantes que hemos encontrado son los siguientes:
Manipulación de los hechos
Toda persona experta en manipular psicológicamente, es un perfecto mentiroso. Pondrá todo a su favor para que su mentira parezca su verdad proyectando la culpa nosotros.
Te dirá que contigo no se puede hablar
Proyectará sobre nosotros aquello mismo de lo que ellos carecen qué es la habilidad de comunicarse y lo harán con la frase dilapidadora “contigo no se puede hablar”, precisamente para no hablar del problema.
Acoso intelectual
Esto no es otra cosa que manipulador psicológico municionar tratará de argumentar mediante razonamiento enrevesados para convencernos agotándonos intelectualmente.
Otra forma sería utilizando advertencias, chantajes y el tiempo como arma arrojadiza para situarnos en una decisión complicada “ponernos entre la espada y la pared” Y así crearnos ansiedad y dolor. Es una manipulación muy común y es necesario tener claro que quien nos ama de verdad no puede hacer eso.
Utilizando mucho nuestro nombre en una discusión o conversación está poniendo en práctica un mecanismo de control y con ello intimidando de forma continua y obligando a prestar atención.
Otro de los signos de manipulaciones cuando intentan imponer su superioridad psicológica sobre nosotros por medio de la humillación, la burla y la ironía.
También puede ocurrir cuando alguna de las partes no presenta voluntad o responsabilidad y entran en la dinámica de “ ahora no quiero hablar”, “de eso no quiero hablar”, ¿ahora para que sacas ese tema?…
Otra estrategia que se puede mostrar es la de manipulación pasivo- agresivo, esto ocurre cuando se juega con la otra persona.
La última sería, la clave de “ te dejaré hablar primero”. Éste si no tiene la estrategia de que hablemos primero para así ganar tiempo para poder argumentar y detectar nuestro punto débil y así encauzar El problema a su terreno y manipularnos haciéndonos sentir personas torpe o exagerada. Son formas de mediación para no tener un diálogo efectivo y además someter al otro o incapacitarlo en todos los campos.
Para concluir, hemos de decir que no resultó de bastante curiosidad este tema a tratar, por ello lo hemos expuesto y queremos saber vuestro punto de vista acerca de él y como lo sufrís en la realidad.
Alejandra Ramón, Goyi Romero, Margarita Ruiz, María del Mar Valverde, Claudia Vicente y Rafa Marín.