“Mírate. Tu también estás llorando”

Raul Ortiz Alcalá
Psicología del Lenguaje — ugr
2 min readNov 15, 2023

Hace aproximadamente un año asistí junto con una amiga a un concierto de bandas sonoras de Candlelight, una orquesta conformada por instrumentos de cuerda que interpreta variaciones de canciones, desde bandas sonoras hasta canciones de rock clásicas.

Acudimos allí con la intención de pasar un buen rato entre nosotros y disfrutar de las bandas sonoras de nuestras películas animadas favoritas. Todo era normal hasta que, sin ni siquiera haber comenzado con la segunda canción, una lágrima comenzaba a bajar por mi mejilla. Una de tantas a lo largo de ese concierto. Al acabar, me giré para ver a mi amiga y, sin ninguna sorpresa, me la encontré con los ojos enrojecidos y lágrimas sin secar aún en su cara. Y no eran lágrimas de tristeza, ni las mías, sino de una mezcla de emociones (nostalgia, alegría) y recuerdos, muchos recuerdos, que terminaron por explotar por medio del llanto.

Esa situación, todas esas emociones, historias y recuerdos, generados sin abrir la boca en ningún momento. Todo ese conjunto en perfecta armonía solo con la presencia de la música.

Es curioso además cómo, con solo ver nuestra expresión al acabar el evento, supimos exactamente sin necesidad de articular ni una sílaba lo que estaba sintiendo en aquel entonces cada uno. No hizo falta preguntar por qué estábamos llorando y mucho menos preocuparnos por ello. Después de lo que había provocado la música en nosotros nos parecía lo más normal del mundo en ese instante que esta hubiera cambiado totalmente nuestro estado de ánimo.

--

--