Mentiras a través de los gestos.

CristinaPedrosa
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readJan 10, 2022

Como algunos ya sabéis, estoy publicando una serie de entradas centradas en la mentira como tema principal. En anteriores posts quise hacer una introducción sobre cómo decidimos los seres humanos si algo es o no cierto y los diferentes sesgos que existen en función de si tendemos a creer o si somos más desconfiados.

Sin embargo, hay un componente fundamental para toda mentira, así como su detección: el lenguaje.

Especialmente, seguro que muchos de vosotros habéis escuchado trucos, o incluso visto entrevistas de expertos que dan claves acerca del lenguaje no verbal para saber cuando alguien nos está tratando de engañar. Ya apuntaron González y Huerta (2011) que los gestos, posturas y todo lo que abarca el lenguaje no verbal forman una clara evidencia a la hora de detectar mentiras.

El lenguaje no verbal es un tema de gran interés para la psicología, puesto que resulta de gran utilidad para la comunicación humana. En dicha comunicación, se dice mucho más de lo que se habla, pues hay información implícita (Proverbio et al., 2014) que encontraríamos en gestos, muecas, movimientos corporales… Cabana (2008) lo definió como un tipo de lenguaje silencioso capaz de revelar emociones y sentimientos. Tan importante es, que una serie de investigadores situaron la información comunicada mediante lenguaje no verbal entre un 60–80% del total (Cernian y Olteanu, 2015). No obstante, puede resultar ambiguo por sí solo, pues necesita de un contexto para su interpretación (Barbado et al., 2005).

Normalmente, el lenguaje no verbal suele evaluarse mediante observación conductual. Siguiendo esta pauta, Quezada (2013) aportó a la bibliografía algunas de las claves para detectar engaños:

  • Pausas largas o frecuentes durante el discurso.
  • Vacilaciones.
  • Interjecciones.
  • Abundantes repeticiones.
  • Elevación del tono de voz.

Otros autores también encontraron que las respuestas de contenido complejo ante respuestas sencillas constituyen también un importante indicador (Manzanero, 2015). Rigidez corporal, dilatación de pupilas, parpadeos frecuentes, movimientos de cabeza también son aspectos a los que conviene prestar atención (Castro, 2011).

Bogaard (2016) además añadió que las automanipulaciones (tocarse la cara) también resulta de gran importancia.

Pease (2006) propuso ocho gestos de gran frecuencia en personas que cuentan una mentira: taparse la boca, tocarse la nariz, rascarse la nariz, tocarse la oreja, rascarse el cuello, frotarse el ojo, tirar del cuello de la camiseta y llevarse los dedos a la boca.

Sin embargo, la interpretación de estos gestos y movimientos no es para nada fiable, pues hay multitud de variables que pueden interferir, como el contexto, el tipo de mentira, así como las diferencias individuales (Castro, 2011).

En mi experiencia personal, no suelo hacer mucho caso al lenguaje no verbal precisamente por este último dato aportado en el párrafo anterior. No considero que sea una herramienta fiable y que puede variar mucho según personalidad, cultura, contexto, discurso… Suelo tener más en cuenta el lenguaje verbal y fijarme si éste tiene coherencia con los datos y la información de la que yo ya disponía. Como mucho, me suelo centrar en el tono de voz, en el tartamudeo, los errores…

Desde que decidí investigar más sobre esta temática, he analizado mi comportamiento durante las veces que he dicho alguna mentira y me he fijado que lo que más repito es el tartamudeo, las pausas o cambios de discurso, tocarme mucho las manos y dificultad para mantener la mirada en los ojos de mi interlocutor.

¿Qué pensáis vosotros? ¿Creeis que hay un gesto, movimiento, postura clave para detectar una mentira?

Y, si os animáis, podéis exponer también algún componente del lenguaje no verbal que os delate cuando mentís, os prometo que no saldrá de aquí!

REFERENCIAS:

Barbado, J., Aizpiri, J., Cañones, P., Fernández, A., Gonzalves, F., Rodríguez, J., De la Serna, I., & Camino, S. (2005). Lógica relacional humana y conceptos de comunicación. Medicina General, 71, 35–43.

Bogaard, G., Meijer, E., Vrij, A., & Merckelbach, H. (2016). Strong, but Wrong: Lay People’s and Police Officers’ Beliefs about Verbal and Nonverbal Cues to Deception. PLoS ONE 11(6)

Cabana, G. (2008). ¡Cuidado! Tus gestos te traicionan. Barcelona: Editorial Sirio

Castro, C. (2011). Regla cognitiva de integración de información de información de factores que intervienen en la detección de la mentira (tesis doctoral). Universidad Autónoma de Nuevo león. España.

Cernian, A., & Olteanu, A. (2015). Ontology based emotion detection training tool. eLearning and Software for Education.

González, J., & Huerta, M. (2011). Verdades, verdades a medias y mentiras en la relación médico-paciente. Kranion, 8, 85–91.

Köhnken, G., Manzanero, A., & Scott, T. (2015). Análisis de la validez de las declaraciones: mitos y limitaciones. Anuario de psicología jurìdica, 25, 13- 19.

Pease, A., & Pease, B. (2006). El lenguaje del cuerpo: Cómo interpretar a los demás a partir de sus gestos. España: Editorial Amat.

Proverbio, A. M., Calbi, M., Manfredi, M.,& Zani, A. (2014). Comprehending Body Language and Mimics: An ERP and Neuroimaging Study on Italian Actors and Viewers. PLoS ONE 9(3).

Quezada, L. (2013). Credibilidad de testimonio en el ámbito de la psicología jurídica.

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