… mi capitán!

“Me interné en los bosques porque quería vivir intensamente; quería sacarle el jugo a la vida. Desterrar todo lo que no fuese vida, para así, no descubrir en el instante de mi muerte que no había vivido.”

Este blog es la continuación del presentado por mi compañera Nattmg, en el que os mostramos fragmentos de la película ‘‘El club de los poetas muertos’’. Quisiera mostraros a lo largo de él, el efecto de la motivación intrínseca en el aprendizaje de los alumnos. Así pues, como ya sabéis la dinámica que estamos utilizando, os dejo el primer fragmento para que vayáis calentando.

¿Limitarnos a estudiar lo que nos sirve para aprobar o alcanzar otras ambiciones? Esta es la primera idea sobre la que me gustaría reflexionar. Parece que hoy en día, yo me incluyo, nos limitamos a estudiar aquello necesario para alcanzar la nota del examen … ¿Qué será de aquellas lecturas complementarias que no entraban en el examen? Lo más seguro, que sigan entre los archivos de PRADO esperando que alguien les quite el polvo.

El aprendizaje y rendimiento, según Alonso Tapia (1987), es mejor en los sujetos con motivación intrínseca y produce menores costos. Puede que la culpa la tenga el sistema educativo, pero también debemos reconocer que es lo más cómodo para nosotros, y aquello que es un desafío y nos saca de la zona de confort nos da miedo. A veces nos olvidamos de la razón por la que estamos estudiando, cegados por un nota ¿Dónde esta la pasión por conocer y esas ganas de saber todo lo que te rodea? Si tenéis un primo, sobrino, hermano o hijos de amigos entre 3 y 4 años sabéis de lo que hablo… ¡Eso si es pasión por la vida!

Para terminar con este vídeo, hacer hincapié en ese poema que recita al final, y sobre todo a la última pregunta ¿cuál sera tu verso? El día que sepas que todo esto se acaba, porque aunque no queramos así es, ¿cuál habrá sido tu contribución? ¿La media de tu expediente o …?

¡Vamos con el segundo!

¿Cómo voy a defraudar a mis padres? Ellos me han dado la vida... Un padre quiere lo mejor para su hijo, pero no siempre eso se corresponde con lo que a uno le motiva por dentro y mostrárselo no es un trabajo fácil. ¿Quién no quiere ser respetado y respaldado por su trabajo?

Las metáforas ‘‘peón’’ y ‘‘pieza clave’’, son las usadas por deCharms (1976) para explicar su teoría. Los alumnos que se sienten ‘‘peones’’, sienten impotencia, el juego se convierte en trabajo e incluso pueden abandonar el estudio. En cambio, aquellos que se sienten ‘‘piezas clave’’, describen conductas más emprendedoras, toman más riesgos y son más pacientes para lograr sus metas (Woolflok, 1982).

Y para terminar, una de mis favoritas, el efecto que tiene sentirte capaz de hacer lo que haces.

Los seres humanos tienen tres necesidades innatas, las cuales necesitan ser cubiertas para garantizar el bienestar personal. Estas son competencia, determinación y afiliación (Deci y Ryan, 1985).

¿Quién no se ha sentido alguna vez como el señor Anderson? Incapaz de hacer bien una tarea, borrando y escribiendo continuamente porque crees que no es suficiente bueno. Lo más bonito es cuando se da cuenta de que es capaz de hacerlo, incluso mejor de lo que se esperaba.

Espero que después de estas reflexiones, salgamos de la cama y nos la juguemos más allá de nuestra zona de confort. Habrá momentos en los que tengamos que hacer cosas que no nos gustan para lograr nuestra meta, pero aun así, de todo se puede extraer un aprendizaje y una parte positiva.

Vamos a buscarle ese meollo a la vida, a la de cada uno, recordad que esto es trabajo personal. Disfrutar de lo que haces, alcanzar nuevas ambiciones y ¿por qué no? Sorprendernos de lo que somos capaces de conseguir.

‘‘Sólo al soñar tenemos libertad, siempre fue así y siempre así será.’’

REFERENCIAS

Alonso Tapia, J. (1987) ‘‘Estudio sobre la validez de constructo de los cuestionarios MAPE, EAT, y ECO’’, en Estudios de Psicología, 30, 45–69.

deCharms, R. (1976). Enchancing motivation. New York: Irving

Deci, E. L., & Ryan, R. M., (1985). Intrinsic motivation and self-determination in human behaviour. New York: Plenurn.

Woolfolk, A. (1983). Psicología de la educación para profesores. Madrid: Narcea.