MI VIDA ES PERFECTA

<<La vida en Instagram>>

Acabo de leer una publicación de un compañero de clase llamado Javier Quesada, titulada “Bots enmascarados bajo perfiles falsos en las redes sociales”, iba a dejar un comentario pero considero que este tema puede llegar a ser de gran interés por lo que le he otorgado un post individual. Aquí os adjunto el link a la publicación de Javier:

Hoy en día todo el mundo ha escuchado hablar sobre “Instagram”.Según internet es una red social y una aplicación móvil que permite a sus usuarios subir imágenes y vídeos con muchos efectos fotográficos como filtros, marcos, colores retro, etc. para posteriormente compartir esas imágenes e interaccionar en ellas, dando likes, comentando o compartiendo las imágenes. Esta red social ha tenido un crecimiento impresionante en los últimos años.

Logo actual de la app

Personalmente, soy un usuario de esta red y he presenciado todos los cambios que han ido surgiendo a lo largo de su evolución. Hace unos años era una aplicación en la que compartir cosas con amigos y subir imágenes para tener recuerdos, pero ahora es muy distinto. Es un lugar repleto del llamado postureo”, avaricia y acciones tóxicas en la que las personas quieren aparentar tener una vida perfecta, ya que muchos usuarios confunden tener muchos likes y seguidores con ser más “guay”.

Hay muchas personas en estas redes que tienen muchos seguidores y se hacen llamar “influencers” ya que tienen la capacidad de invervenir en un gran número de personas. Estos influencers tienen la vida que muchas personas desearían tener, viajes lujosos, coches, ropa de diseñadores espectaculares y muchas cosas que muchos envidian por lo que intentan ser como ellos. A estos “influencersles pagan por subir contenido de distintas empresas a sus redes sociales, por lo que muchos de esos lujos son regalos siempre que les enseñen a sus seguidores dónde se alojan, de qué marca son los productos etc.

Hace un par de años, una chica muy seguidora de la moda, y de los cánones de belleza actuales se suicidó porque el ritmo de vida que llevaba en sus redes sociales no se parecía en nada a su vida real. Es decir, estaba aparentando ser alguien que no era, una persona feliz, a la cual no le afectaban las críticas, y con una vida llena de lujos. La realidad era que siempre estaba triste y cuando iba a un restaurante no comía para no engordar y sus seguidores no la vieran “gorda”. Es decir, vivía por y para sus seguidores.

Dicho esto quiero decir que no hay que creer absolutamente nada de los desconocidos en las redes sociales, ya que la mayoría suele mostrar vidas fantásticas, parecer que tienen seguidores y que sean falsos o crear perfiles diciendo ser otra persona con la idea de cometer algún delito. Obviamente, no quiero desvalorar a las personas que sí son reales, y han conseguido todo lo que tiene actualmente con su esfuerzo y dedicación.

En conclusión “una imágen NO vale más que mil palabras” porque no sabes que hay detrás de ella.

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