MICROMACHISMOS

Hace tan solo 2 días se ha celebrado el 25N, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Con motivo de esta fecha tan señalada se han celebrado diferentes actos, manifestaciones y reivindicaciones tanto dentro como fuera de la universidad. Una de las cosas que más me han llamado la atención han sido los micromachismos.

El término micromachismos ha sido propuesto en el año 1991 por un psicólogo, en concreto por Luis Bonino Méndez. El término se utiliza para referirse al “conjunto de los comportamientos, prácticas y estrategias cotidianas con las que se ejerce el poder de dominio masculino y que atentan en diversos grados contra la autonomía de las mujeres”. Me ha resultado interesante que este término fuese acuñado por un psicólogo.

Sin embargo, lo realmente sorprendente para mí ha sido descubrir como el lenguaje está impregnado de micromachismos. De hecho, una de las cuestiones que se han planteado en clase es si el lenguaje es sexista o no. A mi parecer, el lenguaje es un instrumento, por tanto, tildarlo de machista, racista, xenófobo, homófobo, etc. no tiene sentido. El lenguaje refleja la sociedad social en la que vivimos. Lo que existe es una sociedad machista que impregna muchísimos ámbitos de nuestra vida cotidiana, incluido el lenguaje.

Muchos lectores han sido muy zorros y se estarán preguntando que qué tiene que ver todo esto con las metáforas conceptuales. Posiblemente las lectoras también han sido muy zorras y se habrán percatado de lo mismo. Un momento… esto no me ha sonado demasiado bien.

Bueno, lo importante es que tener una asignatura donde puedes expresar libremente tus ideas es la polla. Además, es magnífico eso de tener un blog donde poder escribir y compartir tus ideas con el resto de tus compañeros, es decir, es un coñazo. Un momento… esto tampoco me ha sonado demasiado bien.

Nuestro lenguaje cotidiano está impregnado de metáforas conceptuales y, a su vez, nuestro lenguaje se impregna del machismo existente en la realidad social. Es por eso que podemos encontrar metáforas conceptuales a las que se podría calificar como “micromachismos”.

Es curioso como los genitales masculinos se asocian con connotaciones positivas mientras que los femeninos se asocian con connotaciones negativas. Que alguien tenga un par de cojones o que ponga los huevos en la mesa son metáforas conceptuales que tienen connotaciones positivas mientras que si decimos que algo es un coñazo tiene una connotación negativa. Yo sé que muchos se habrán dado ya cuenta de esto porque son muy zorros o muy zorras. Un momento… aquí sigue habiendo gato encerrado.

Las metáforas conceptuales que guardan relación con el mundo animal están llenas de micromachismos. No es lo mismo que te digan que estás hecho un toro, lo que quiere decir que estás muy fuerte, a que eres una vaca, lo que quiere decir que estás gordo. No es lo mismo ser un zorro, lo que significa que eres alguien astuto, a ser una zorra, lo que significa que eres una puta. Así también encontramos un sinfín de referencias a animales de sexo hembra que tienen connotaciones negativas como ser una víbora, gallina, rata, etc.

Si el lenguaje está lleno de micromachismos será porque nuestra sociedad sigue llena de micromachismos. Esperemos que el lenguaje que usamos en la vida cotidiana esté cada vez más exento de estos micromachismos, porque eso significará que nuestra sociedad también lo está.

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