Patricia Ais
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readNov 13, 2020

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“Mindfulness”. Ejercicio y reflexión.

A continuación voy a hacer una pequeña reflexión acerca de la técnica de relajación de mindfulness practicada en clase. En primer lugar, he podido comprobar que esta técnica está muy vinculada y presenta varios puntos en común con la Terapia de aceptación y compromiso (ACT), de la cual ya hemos hablado previamente. En ambos casos, se resalta la importancia que tiene la aceptación de nuestros propios pensamientos o emociones, para así poder continuar con nuestro avance personal.

Es cierto que en nuestro día a día la mayoría de personas llevamos un ritmo de vida muy acelerado basado en una automatización de tareas, conductas, etc, y es esta técnica la que puede llevarnos a potenciar habilidades psicológicas, aumentar nuestra confianza, y a evadir y lidiar por unos instantes con los problemas a los que tenemos que enfrentarnos continuamente (ansiedad, estrés, preocupaciones, pensamientos y emociones desagradables, etc). El factor en el que se centra principalmente el mindfulness hace referencia a la respiración diafragmática y la focalización atencional en la misma, de esta forma se consigue que nos centremos en el presente y olvidemos los problemas del pasado o futuro próximo.

He de decir que sí que he realizado anteriormente otras técnicas de relajación en una de las asignaturas cursadas, en concreto la respiración diafragmática, la cual considero que domino un poco tras varias sesiones de realización y que me ha servido en esta nueva técnica; la imaginación temática, donde no he obtenido resultados significativos; y la relajación muscular progresiva de tensión-relajación. Y es gracias a este programa de entrenamiento en relajación, cuando he notado que no reacciono de la misma forma que antes ante situaciones que me generan emociones negativas.

Por otro lado, tras la realización del ejercicio de mindfulness, he podido comprobar ciertos aspectos que desconocía e incluso, que eran erróneos. Uno de ellos es el hecho de que confundía el mindfulness con la técnica de relajación temática, es decir, tenía la concepción de que en el mindfulness el objetivo principal era la imaginación guiada de situaciones o escenarios que me generaran tranquilidad, cuando el verdadero objetivo del mismo es la práctica para la dominación de la atención.

Otra idea errónea que tenía, se corresponde con que daba por hecho que era necesario tener la mente en blanco y eliminar los pensamientos, lo cual me resultaba muy difícil de conseguir al principio del ejercicio, dado que no es necesario eliminarlos, sino que se trata de dominar nuestra atención y focalizarla en la respiración constantemente (regresar a ella cada vez que aparezca un pensamiento).

En mi caso, lo que me genera un mayor estrés es la sensación de no tener tiempo suficiente para todo lo que debo o quiero realizar a lo largo del día, y tras el primer ejercicio de mindfulness para hacer frente a este problema, pensé que el hecho de que me vinieran pensamientos constantemente solo me pasaba a mí porque no estaba lo suficientemente concentrada. En cambio, tras informarme y realizar un segundo ejercicio, he comprendido que la mente empieza a divagar y se acumulan cientos de pensamientos que nos sacan del estado de relajación profunda (distractores), pero que debemos aprender a controlarlos e implementarlos para conseguir el estado de relajación profunda y, con él, un avance personal continuo.

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