“No me sale”

Marina Hernandez
Psicología del Lenguaje — ugr
5 min readDec 26, 2022

‘He olvidado la palabra que quería pronunciar y mi pensamiento incorpóreo regresa al reino de las sombras . . .’ (O. E. Mandelshtam, La Golondrina, en Vygotsky, 1934, p. 287).

Lo tengo “en la punta de la lengua”…, en un rato seguro que me viene…, no me sale el nombre…, sé cómo se llama pero ahora mismo no puedo decirlo…ahora mismo no puedo decirlo…

Todos conocemos la sensación que reflejan estas palabras: ese incómodo momento en el que queremos nombrar algo que sabemos pero “no nos sale”, y es frustrante porque sabemos que está ahí pero no podemos acceder a ello.

En el estudio de la memoria esta molesta situación ha sido denominada como “fenómeno punta de la lengua” (PDL) y se describe como: dificultad para recordar palabras conocidas, caracterizada por la sensación de que su recuerdo puede ser inminente (Juncos-Rabadán, Facal, Álvarez & Rodríguez, 2006). A día de hoy, es un efecto estudiado por múltiples investigaciones, que atribuyen su origen a un desajuste entre la codificación léxica de la palabra y la fonológica, por lo que se completa adecuadamente en la primera forma pero no así en la segunda (Abrams & 390P. Fossa et al.Davis, 2016; Bloom et al., 2018).

Este fenómeno tan frecuente en la vida cotidiana es propio de la cognición humana e independiente del idioma, edad, raza o sexo, no hay que asustarse, pero… ¿imaginas que aparezca cada vez que quieres nombrar algo? ser incapaz de decir uno sólo de los miles de nombres que almacenas en tu memoria, aunque puedas definirlo y/o describirlo con todo lujo de detalles, pero no de nombrarlo. Esto es lo que vive una persona con afasia anómica.

Como he considerado anteriormente, no ser capaz de decir algo que tenemos en mente en un momento concreto es algo habitual, natural y que ocurre en nuestro día a día, pero el problema viene cuando esta excepción se vuelve la regla, cuando se vuelve patológico.

La afasia anómica (también llamada semántica o amnésica) se trata de un trastorno del lenguaje desarrollado a partir de un accidente cerebrovascular que afecta a zonas del lóbulo parietal y temporal, y por el que la persona que lo padece tiene una alteración en la capacidad de denominación (preservando el resto de áreas del lenguaje prácticamente intactas). Así, su característica definitoria es la anomia como problema de acceso léxico y emplea como estrategia verbal expresiva los circunloquios.

Es decir, alguien que la padezca va a ser incapaz de nombrar “mesa” por su nombre (anomia) y para poder expresarlo, va a recurrir a describirlo (circunloquio) ya que sabe perfectamente lo que es pero no puede acceder a la palabra que lo define. Sin embargo, si le damos una pista de lo que quiere decir, (comenzar a decirle “me..” ) dice la palabra perfectamente porque la encuentra.

Para que quede claro, un ejemplo:

Ayer vi una película en el aparato en el que veo imágenes y escucho sonidos / ¿Alguien ha visto eso que uso para cuando está lloviendo?

Cuando, en realidad, nosotros habríamos dicho:

Ayer vi una película en la tele / ¿Alguien ha visto mi paraguas?

Piensa en mantener una conversación a base de descripciones, me genera ansiedad sólo plantearme el tiempo que tendría que invertir en contar cualquier historia del día a día con mis amigos, ¡mejor no plantearse impartir una clase magistral siendo afásico!.

Creo que supone una gran incomodidad no sólo para la persona que lo padece, sino para la que lo escucha ya que el discurso se vuelve totalmente enrevesado y extenso en todo momento y se necesita de mucha atención para al final poder comprender lo que la persona con afasia nos está queriendo decir o contar a base de un millón de descripciones conectadas. Supone un gran trabajo de la paciencia y muchos de los pacientes presentan frustración, enfado, indignación o tristeza a menudo.

Los datos estadísticos indican que esta es la afasia más común en la población, lo que supone una gran variedad de investigaciones acerca de un posible tratamiento. Debido a que se debe a una lesión cerebral provocada por un accidente cerebrovascular no va a poder ser reversible completamente ya que las estructuras están dañadas, pero ¿es posible combatir sus síntomas?.

Un caso expuesto por la Revista Española de Neuropsicología (Carrión & Álvarez, 2000) presenta a un paciente que ha sufrido un ACV hemorrágico provocando un hematoma importante en los ganglios basales izquierdos. Como resultado, el paciente presentaba una severa incapacidad para comunicarse cuando trataba de nombrar algún objeto o expresar algún pensamiento con una palabra. Así, se planteó su integración en un programa de rehabilitación llamado CRECER en el centro de Rehabilitación de Daño Cerebral en Sevilla, este consistía en lo siguiente:

  • Expandir el vocabulario de trabajo, mediante un entrenamiento en palabras frecuentes que hagan que aumenten las probabilidades del paciente de decir palabras con sentido.
  • Dar claves fonémicas que induzcan a la activación de la palabra para que más tarde se pueda asociar a su dibujo u objeto. Esta ayuda se va retirando conforme el paciente avance en el proceso.
  • Presentar objetos y dibujos para que los nombres tan rápido y con la máxima precisión que pueda.
  • Entrenar al paciente en la evocación libre de palabras para fomentar la recuperación de información.
  • Hacer ejercicios de comunicación con otras personas para que el paciente exprese el máximo de lenguaje oral espontáneo.

Tras meses de rehabilitación, los resultados fueron exitosos. A día de hoy, este paciente puede tener una conversación mucho más fluida, sin presentar frecuentemente circunloquios, permitiéndole una comunicación con todo su entorno y normalizando su vida.

Este es tan sólo uno de los miles de casos que evidencian que la recuperación es posible, y la esperanza de que estas personas puedan tener una vida casi como la de cualquiera que no tenga un trastorno afásico no se ha perdido.

Referencias

  • Juncos-Rabadán, O., Facal, D., Álvarez, M., & Rodríguez, M. S. (2006). El fenómeno de la punta de la lengua en el proceso de envejecimiento. Psicothema, 18(3), 501–506.
  • Fossa, P., Gonzalez, N., García-Huidobro, C., Barros, M., & Sanhueza, M. I. (2022). “I know it, but… I have the word on the tip of my tongue!” TOT as phenomenon to re-thinking Metacognition and Feeling-of-knowing in Psychology (“Lo sé, pero…¡ tengo la palabra en la punta de la lengua!”: PDL como fenómeno para repensar la metacognición y la sensación de saber en Psicología). Culture and Education, 34(2), 369–402.
  • Martínez-Casasola Hernández, L. & Martínez-Casasola Hernández, L. (2021, 19 marzo). Ejemplos de pacientes con afasia para entender mejor esta alteración. https://psicologiaymente.com/clinica/ejemplos-pacientes-afasia
  • Rhb, N. (2022, 19 agosto). Anomia fonológica. IRENEA — Instituto de Rehabilitación Neurológica. https://irenea.es/blog-dano-cerebral/anomia-fonologica/
  • Montoro, M. A. (Ed.). (2013). Neuropsicología: a través de casos clínicos. Editorial Médica Panamericana.
  • Carrión, J. L., & Alvarez, F. V. (2000). Efectos de la recuperación de un paciente cerebrovascular con afasia anómica. Revista española de neuropsicología, 2(4), 21–29.

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