¿Nos creemos todo lo que nos cuentan las redes sociales?

Elena Mena Moreno
Psicología del Lenguaje — ugr
5 min readJan 19, 2020

¿Cuántas de las noticias que has leído hoy crees que son falsas? Quizás podemos pensar que eso no es algo que nos ocurre a nosotros o que no es un fenómeno muy habitual, pero lo cierto es que las personas recibimos al menos 1 noticia falsa a lo largo del día. Además, infravaloramos el impacto que tienen las Fake News sobre nosotros, pero un estudio demostró que estas noticias constituyen un fenómeno social y de los medios de comunicación que nos afecta a todos. Además, otro estudio estima que en 2022 la mitad de las noticias que leamos serán falsas.

Según un estudio realizado por Simple Lógica en colaboración con el Grupo de Investigación en Psicología del Testimonio de la Universidad complutense de Madrid, el 86% de la población de España asume como ciertas las Fake News o noticia falsas. Los datos muestran que más del 60% de los españoles afirman que saben distinguir qué noticias son falsas, pero la realidad es muy distinta ya que tan solo el 14% las diferencias realmente.

LOS DATOS EN LA SOCIEDAD ESPAÑOLA

Como hemos mencionado antes, el 86% de la población de España no sabe distinguir entre una noticia falsa y una noticia verídica. A pesar de ser muchos los que afirman que sí (60%), sólo el 14% es capaz de discriminar entre ambas. El estudio también nos deja algunos datos más de interés:

· El 4% reconoce haber creado Fake News en alguna ocasión o hacerlo a día de hoy.

· Los jóvenes tienen más capacidad para distinguir las noticias falsas de las verdaderas.

· Las Fake News se distribuyen mayoritariamente por diversión y desde el desconocimiento de las consecuencias: no hay conciencia del impacto o daño que pueden provocar.

· Se cree saber que una noticia es falsa por la irrealidad de su contenido, el medio en el que aparece publicada la noticia y por titulares muy alarmistas, ridículos e improbables.

¿SON FIABLES LAS REDES SOCIALES?

Hoy en día tenemos una cantidad enorme de información a nuestra disposición gracias a internet y a las redes sociales. Toda esta información nos bombardea a diariamente a través de nuestros móviles y ordenadores, de manera que dicha información se consume muy rápidamente y esto supone una gran dificultad a la hora de contrastar, por lo que las redes sociales se convierten en espacios plagados de noticias falsas.

¿Usted se fiaría de alguien que le asalta por la calle, encapuchado y anónimo, que le da una información? La mayoría de personas afirman que no, entonces, ¿por qué creemos todo lo que cuentan personas anónimas a través de redes sociales?

Dicen que las mentiras tienen las piernas cortas, pero en Internet está ocurriendo lo contrario. En un estudio del MIT se vio que las noticias falsas en redes sociales llegaban a 100 veces más personas que las verdaderas, y duraban mucho más tiempo. Esto es un problema porque en España el 48% de las personas se informan a través de Facebook, y el 36% a través de WhatsApp.

La cantidad casi ilimitada de contenido que circula por los canales digitales, propicia que muchas noticias falsas se hagan virales de forma incontrolada, hasta el punto que algunas hayan superado en cifras de visualización y tráfico a los mejores reportajes del mundo. El gigante Google está intentando combatirlo desde hace un tiempo mediante nuevos algoritmos de análisis, y algunas de las redes sociales más destacadas como Facebook y Twitter ya han tomado cartas en el asunto y cuentan con sus propios iconos o distintivos para alertar acerca de este tipo de información.

¿POR QUÉ SON PELIGROSAS LAS NEW FAKES?

Aunque las noticias falsas se distribuya mayoritariamente por diversión y sin intención e hacer daño en muchas ocasiones, lo cierto es que también se pueden difundir en diversos contextos con una intención desestabilizadora. Tu reputación, la de tu empresa o la de tu institución puede verse dañada por culpa de una información que es totalmente falsa. Es decir, las noticias que leemos son falsas y contienen mentiras, pero las consecuencias de la divulgación de las mismas sí son reales y tienen un gran impacto.

¿POR QUÉ NOS CREEMOS LAS FAKE NEWS?

La mayoría de personas afirman saber que nos bombardean de manera constante con información falsa, sin embargo, 6 de cada 10 personas a nivel mundial creen estas noticias. A raíz de estos datos surge la pregunta: ¿Por qué nos creemos las Fake News?

Las Fake News están diseñadas para aprovechar todas las debilidades de nuestro cerebro. La primera es el error de atribución. Es lo que ocurre cuando algo nos suena, pero no recordamos dónde lo hemos visto. Basta con ver un titular falso una vez, por ejemplo “los inmigrantes reciben pisos gratis en Valladolid”, para que la gente se vuelva más sensible en el futuro a las noticias falsas sobre inmigración.

Además, cuando una mentira se repite, nos da una sensación falsa de consenso, de que todo el mundo piensa así. Esto puede llevar creencias falsas colectivas, algo que se llama el efecto Mandela, ya que hay gente que piensa que el presidente sudafricano murió en la cárcel en los 80. En realidad, murió en su casa en 2013. O, por ejemplo, el famoso hombre de la bolsa de plástico no fue arrollado por el tanque en las protestas de la plaza de Tiananmen, aunque mucha gente cree que sí.

El otro factor para que la gente crea en información falsa es el sesgo de confirmación. Nuestro cerebro tiene una tendencia natural creer que es real aquello que coincide con nuestros gustos u opiniones, aunque sea falso. Quienes se oponen al matrimonio gay creen que los hijos de parejas del mismo sexo sufren más depresión, ansiedad y suicidios, a pesar de que se ha probado en más de 75 estudios que no es así, y que son niños como los demás. Las noticias falsas apelan a las emociones, sobre todo a las negativas, como el miedo, la indignación, el asco o la tristeza. Se ha comprobado que cuando una noticia produce emociones de cualquier tipo, es más fácil creerla.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Viendo las nefastas consecuencias de las Fake News no es de extrañar que se esté considerando establecer nuevas reglas para aplicar en las plataformas digitales, pues hace unos años, cuando se planteó, provocó un rechazo enorme por parte de miles y miles de personas y ahora la mayoría de éstas ya no comparten el mismo criterio, dada la frecuencia con que se propagan diversos fraudes, robos de datos personales, divulgación de noticias falsas, etc.

El único antídoto es el pensamiento crítico. Pregúntate ¿Quién es la fuente? ¿En qué canal se distribuye? ¿Quién se beneficia de que la gente se lo crea? Piensa y haz pensar. Las personas que han visto una mentira desmentida se vuelven mejores a la hora de reconocer otras mentiras.

Sobre todo, piensa antes de dar al botón de reenviar.

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