¿Nos venden información o nos informan?
La labor que debe realizar un periodista se basa en una comunicación de carácter informativo, respondiendo a una función social. Se basa a su vez, en la necesidad de la sociedad de mantenerse informada acerca de lo que ocurre en el mundo, siendo por ende, un derecho natural y personal estar informado. La tarea de los periodistas se basa en realizar noticias de hechos actuales o hechos que tengan una clara utilidad o interés social. Estas noticias deben estar explicadas con veracidad, honestidad profesional e imparcialidad. Teniendo como consecuencia directa que el periodismo se define por ser público y cívico.
A su vez, podemos observar que el periodista es un intérprete que nos proporciona información con el fin de ayudar al público a entender la realidad que los rodea. Por esta razón, es necesaria una objetividad y veracidad de gran magnitud. Dando lugar a un contenido noticioso que sea fiel, sin prejuicios, ajustado al contexto y de un modo imparcial.
Además, implica que ningún hecho informado sea distorsionado de manera voluntaria ni suprimido de forma deliberada.
En relación a lo mencionado anteriormente nos encontramos en un momento en el que el periodismo no parece cumplir este contrato social, encontrando a una sociedad descontenta con tal situación.
Esto provoca que la sociedad se percate de que el interés del público queda por debajo del interés de las empresas y de los poderes, ya que estos manipulan la información con el fin de una mayor audiencia y beneficio económico. Por otro lado, hay una conciencia social acerca de que las empresas periodísticas son un apéndice de los poderes políticos, ideológicos y económicos.
En otra vertiente encontramos que el periodismo mencionado se encuentra en contraposición con la publicidad, el marketing político, las opiniones personales que se venden como noticias. Estos ejemplos mencionados se venden de tal forma que aparentan ser periodismo.
El problema del periodismo puede comprobarse por ejemplo dentro del periodismo español, dando lugar a una misma noticia con un punto de vista opuesto. Podemos apreciarlo claramente en diversos titulares de distintos periódicos como son los siguientes:
Rodríguez, E. R., Hermoso, S. P., & Calvo, P. A. (2007). Periodismo ciudadano versus Periodismo profesional:¿ somos todos periodistas?. Estudios sobre el mensaje periodístico, 13, 189–212.
http://elmundo.orbyt.es/2011/08/17/orbyt_en_elmundo/1313608064.html
Redactado por: Alba María Navarro Lara y Noelia Ortiz Bono.
