Pablo Motos, sí eras tú.
En mi última publicación introduje el tema de la polémica campaña del ministerio de igualdad “Si ni tú ni yo hemos sido, ¿entonces quién?”.
La campaña parece recrear momentos que normalizan actitudes de violencia machista en los medios: el primero de las palabras de un streamer en directo, el segundo en el que voy a hacer hincapié sobre Pablo Motos y sus entrevistas y, el último, de la defensa de la multitud a un futbolista demandado por su expareja por malos tratos.
Pablo Motos se puede ver representado desde el minuto 0:19 a 0:30. Al parecer, esa misma pregunta la realiza realmente a Elsa Pataky en una entrevista en 2016.
En todo momento Pablo en respuesta a la campaña intenta desviar el tema al precio que le ha costado al ministerio transmitir el mensaje sin dar importancia a la finalidad de esta.
“El ministerio de igualdad se ha gastado más de un millón de euros de dinero público en hacer una campaña de televisión para llamarme machista.”
Pablo toma una actitud defensiva y niega haber tenido estas palabras “en un tono tan baboso”. Esto ha causado un revuelo en las redes y ha hecho que miles de personas recojan entrevistas en las que Pablo Motos ha sido más que machista.
Aquí uno de los videos que más se han viralizado exponiendo fragmentos que justifican que sea él el representado en la campaña:
La única respuesta de Pablo Motos a todas estas acusaciones ha sido la censura por copyright, eliminando así cualquier rastro de las entrevistas que alimentan la imagen machista que el público tiene de él. Todo esto como intento de “lavarse las manos” y no responsabilizarse de sus propias palabras/actuaciones.
Protagonistas de estos momentos, como Virginia Maestro, han alzado la voz exigiendo una disculpa pública por parte del presentador y un cese de la censura:
En el último post, donde hablaba de la opinión de vosotros sobre la identidad, al realizar la cuestión de cómo expresamos nuestra identidad muchas personas hablaban de que principalmente esta expresión se da en la manera en la que interactuamos con los demás. El hecho de que Pablo públicamente haya alimentado el sexismo cosificando y sexualizando a estas mujeres, e incluso niñas, en su programa ha hecho que la población que ha estado observando cree una imagen rígida de él.
En el mejor de los casos, puede que Pablo esté censurando este material porque da una imagen sobre él que no le representa a día de hoy. Aunque este supuesto es difícil de creer, ya que nunca ha mostrado públicamente arrepentimiento de estos hechos, me ha dado que reflexionar sobre la responsabilidad de la identidad “pasada”.
Hay una metáfora muy conocida de Heráclito de Éfeso en relación con su aforismo “Todo fluye, nada permanece”:
Ningún hombre pisa dos veces el mismo río, porque no es el mismo río y él no es el mismo hombre.
Realmente si vosotros miráis a vuestro yo de hace unos años ¿sentís que erais los mismos que hoy?. ¿Qué es lo que hace continua nuestra identidad?¿Cambia la gente?
Si hablamos de identidad física nuestro cuerpo está en constante cambio, en base a la regeneración celular, y a día de hoy puede ser modificado quirúrgicamente casi al completo. Si hablamos de continuidad de nuestra “vida psicológica”, realmente nuestras creencias, deseos, ideas van cambiando a lo largo de nuestra vida. Debido a las diversas situaciones a las que nos enfrentamos; adquirimos habilidades que antes no teníamos, distorsionamos recuerdos de nuestro pasado, podemos llegar a sufrir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y de algún modo ir “perdiendo” nuestra identidad, etc.
Es común a todos que hay errores que hemos cometido en nuestro pasado que nos han hecho aprender a tomar otras alternativas, un poco relacionado con La ley del efecto de Thornike (las respuestas correctas, es decir aquellas que llevan a la consecución de una recompensa, se repetirán con más frecuencia, mientras que las incorrectas desaparecerán). El aprendizaje es uno de los primeros culpables de este cambio conductual en el humano, lo que determina que sí cambian las personas.
Pablo Motos, puede que ahora no seas, pero sí eras tú.
Estela del Carmen Mármol Torres, T2.
Links de los fragmentos polémicos:
