Parte 3: El Bilinguismo y la(s) Personalidad(es)
Debido a su función de expresar emociones y pensamientos, el lenguaje está fuertemente asociado a la personalidad. El hecho de que existan diferentes lenguas y que los individuos puedan aprender varias, tiene algunas implicaciones para la psicología de la personalidad. Personalmente, me he dado cuenta de que desde que aprendí español, he desbloqueado una parte de mi personalidad que es más informal y desenfadada que mi personalidad original, la italiana. Esto me ha hecho preguntarme si el bilingüismo adquirido puede llevar a un cambio de personalidad, o si es simplemente el efecto de la exposición a diferentes contextos. En el siguiente análisis se discutirá esta cuestión, en relación con las causas, los datos empíricos y las implicaciones del bilingüismo en la personalidad.
El bilingüismo y la personalidad están fuertemente relacionados debido a la función cultural que desempeña la lengua y a su relación con las diferencias grupales de personalidad. Debido a la naturaleza de su desarrollo, la lengua cumple una fuerte función cultural y es una forma importante de entender una cultura. Cada cultura tiene comportamientos específicos, en relación con sus costumbres, tradiciones y sociedades. Estos comportamientos se comparten con la comunicación, y si una cultura tiene un lenguaje específico, entonces se diferenciará de todas las demás, ya que es una propiedad de la propia cultura. Por ello, se puede considerar que la cultura y la lengua son dos entidades inseparables (Guessabi, s.f.). Además, como resultado de su comportamiento único, cada cultura tiene un conjunto específico de rasgos de personalidad compartidos. Por ejemplo, se cree que los españoles son más extravertidos que los finlandeses. Esta noción ha resultado ser cierta en un amplio estudio realizado por McCrae y Terracciano (2005), quienes descubrieron que existen diferencias estadísticamente significativas en la personalidad de los estudiantes universitarios de 51 culturas en el modelo de 5 factores. Esto significa que ser bilingüe implica tener una personalidad bidimensional.
De hecho, se ha comprobado que las personas bilingües declaran tener personalidades muy fluctuantes, que están estrechamente relacionadas con las lenguas que hablan. David Luna (2008) investigó este efecto en una muestra de hispanoamericanos bilingües a los que se les pidió que interpretaran un conjunto de anuncios publicitarios en los que se retrataba a mujeres en diferentes situaciones (con un intervalo de 6 meses entre las dos interpretaciones). Resultó que en la versión en español, las mujeres eran vistas como más autosuficientes o independientes, mientras que los análisis en inglés se centraban en percepciones más tradicionales y orientadas a la familia. Las mujeres eran las mismas, pero el idioma diferente comunicaba aspectos distintos de su personalidad, lo que apoya la idea de que los bilingües son biculturales.
¿Significa esto que aprender un nuevo idioma es una forma de desarrollar la personalidad? Por ejemplo, si soy poco concienzudo, ¿el aprendizaje del alemán lo aumentará y resolverá mis problemas de organización? Puede ser, pero no es tan sencillo. Grosjean (1982) sostiene que el fenómeno de experimentar cambios en la personalidad se debe simplemente a que los individuos se exponen a un contexto diferente cuando aprenden el idioma, y es esto lo que induce un cambio en la personalidad.
Sin embargo, debido a la imposibilidad de separar la lengua y la cultura, el bilingüismo da lugar a la biculturalidad, y ésta, a su vez, permite al individuo comprender mejor el mundo en el que vive, así como a sí mismo. En este sentido, no se puede decir que el bilingüismo sea un arma de doble filo, sino una oportunidad para ampliar los horizontes de manera variada.
Referencias:
Blurring the Line between Language and Culture. (2019, October 16). Recuperado da https://www.languagemagazine.com/blurring-the-line-between-language-and-culture/
Grosjean, François. (1982). Life with two languages : an introduction to bilingualism. Cambridge, Mass. :Harvard University Press,
Luna , D., Ringberg, T., & Peracchio, L. A. (2008). One Individual, Two Identities: Frame Switching among Biculturals. Journal of Consumer Research, 35(2), 279–293. http://esc-web.lib.cbs.dk/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=bth&AN=33723869&site=ehost-live&scope=si
McCrae, R. R., Terracciano, A., & Personality Profiles of Cultures Project , (2005). Personality profiles of cultures: Aggregate personality traits. Journal of Personality and Social Psychology, 89(3), 407–425. https://doi.org/10.1037/0022-3514.89.3.407