Pese a que discrepo con la suma importancia que se otorga a los problemas existenciales ante poniéndolos a expresiones de fuerzas trágicas formadas de manera temprana, es innegable que en mayor o menor medida todos hemos sufrido el clásico ¿de dónde venimos? ¿A dónde vamos? que en ocasiones puede llegar a causar un inmenso dolor emocional.

A este respecto, me gustaría compartir con vosotros unas reflexiones del filósofo griego Epicuro sobre la muerte:

El objetivo de la vida es la felicidad.

La infelicidad es consecuencia del miedo, y la muerte es nuestro mayor miedo.

Si superamos el miedo a la muerte, podremos ser felices.

A este respecto planteaba:

La muerte es el fin de las sensaciones, por lo que no puede causar daño físico; La muerte es el fin de la conciencia, por lo que no puede causar daño emocional, ergo no debemos temer a la muerte.

Me pareció sumamente interesante cómo, no habiendo tenido yo ninguna crisis existencial hasta la fecha, la mera lectura de sus argumentos para no tener miedo a la muerte me produjo cierta tranquilidad, en mi ya establecido sosiego en el ámbito de la muerte.

Esto me hace plantearme si este tipo de argumentos podrían sernos de utilidad a los psicólogos en terapia con una persona con crisis existenciales y cómo podríamos aplicarlos.