¿Plurilingüismo en edades tempranas?
Nacemos, respiramos, y lloramos. Comemos, volvemos a llorar y luego nos dormimos. En todo este proceso y hasta los 6 años aproximadamente como punto final de este proceso, tenemos una red de neuronas interconectadas entre sí bastante más condensada que la de un adulto. A partir de aquí, comienza una poda sináptica dedicada a la eliminación de interconexiones innecesarias que no son útiles ni eficaces de cara a nuestra supervivencia (González, 2015).
Benítez en 2006, en una investigación experimental sobre la adquisición del lenguaje desde una perspectiva neuropsicológica, subraya la importancia de la interacción entre regiones neuronales para configurar un patrón de conectividad entre neuronas de una misma región. Esto lo relaciona con la localización de áreas funcionales concretas destinadas a algunos componentes del lenguaje, específicamente con la amplitud del área cortical destinada a la identificación de elementos léxicos al inicio de la vida, en comparación con la disminución de esta área circunscrita más tarde al lóbulo temporal izquierdo.
Mi pregunta es, si este es el proceso natural de adquisición de una lengua materna, ¿es esto aplicable al aprendizaje de varias lenguas maternas al mismo tiempo?
Apoyándonos en estas hipótesis (y varias investigaciones más al respecto), desde una perspectiva neuropsicológica, quizás se podría decir que efectivamente, podríamos crecer aprendiendo varias lenguas maternas al mismo tiempo. Un niño expuesto a más de 1 idioma quizás crecería igual que aquel al que sólo le enseñan uno, con la diferencia de que el primero puede tener un mayor número de circuitos neuronales dedicados a cada una de estas lenguas (y cada uno de sus componentes), mientras que el segundo podría tener un número más reducido de circuitos neuronales en este sentido. Por consecuencia, la poda sináptica del primero sería menor que la poda sináptica del segundo.