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Podemos encontrar que las primeras impresiones son bastante importantes cuando se trata de conocer a una persona, en concreto si se quiere establecer “algo más” con ella. Si lo relacionamos con la Teoría del Marco Relacional sabemos que el hecho de causar una buena impresión inicial favorecerá el que se tenga una buena expectativa sobre esa persona por la formación de marcos conceptuales previos que enlacen ambos conceptos. Hemos seleccionado varios fragmentos del programa de televisión First Dates para comprobar qué elementos generalmente hacen que dos personas que no se conocen de absolutamente nada tengan una impresión positiva o negativa de la otra. A partir de aquí, nos hemos planteado lo siguiente, ¿cómo influye la primera impresión en la forma en que somos percibidos por los demás?

Temporada 7, programa 1813: Cita de Julio y Noemí

En este primer vídeo vemos que la chica entra por la puerta sonriendo, y saludando, mientras que él la esperaba ya girado hacia ella y de pie. Además, se acerca a ella mientras ella sigue caminando hacia él para terminar saludándose con un abrazo. Podemos observar que la chica, Noemí, acompaña su comunicación verbal con gestos ilustradores que acompañan a su lenguaje verbal. Por su parte, el chico, le mira atentamente a los ojos mientras ella habla, mostrando una escucha activa. Durante la conversación ambos están girados de forma que están de frente uno al otro y ligeramente inclinados, lo que da la sensación de estar interesado por la comunicación. Podemos observar que Noemí con frecuencia se toca el pelo, lo que en un primer momento parece ser un gesto autoadaptador, sin embargo en la segunda escena que sale de ellos, cuando se toca el pelo se lo pasa por detrás de las orejas acompañado de una sonrisa.

Asimismo, en el momento en el que ella le pregunta que si le gusta viajar, vemos que él se pone algo más nervioso, ya que le responde que no le gusta, y se toca sutilmente el cuello mientras responde y le aparta la mirada. Mientras, ella hace una pequeña inclinación con la cabeza en muestra de desaprobación. Otra de las razones por las que ambos se han podido causar una buena impresión, es por el hecho de que dicen que le gustan los niños pequeños, lo cual solemos asociarlo a personas con especial capacidad de escucha y facilidad para empatizar. Además se puede asociar con personas más tiernas y con más paciencia.

De esta forma, vemos como tanto el lenguaje no verbal como el verbal es ‘correcto’, lo que hace que ambos sientan que la cita ha ido bien y tengan una buena impresión el uno del otro. En primer lugar, destacamos cómo las constantes sonrisas hacen que tengan una percepción más positiva, además del uso de relevos como el abrazo del principio o los dos besos del final. Además mantienen mucho contacto visual lo que también aumenta la cercanía entre ambos. Por último, es importante remarcar el correcto uso de la pragmática, ya que vemos que discriminan el contexto en el que están, dando importancia a conocer a la otra persona.

Video: Cita de Luisa y Med

Sin embargo, obviamente no todas las primeras impresiones son positivas. En este fragmento podemos ver cómo, ligeros cambios, pasan de generar una buena impresión a una pésima impresión:

Vemos al chico que con su postura corporal expresa confianza en sí mismo, pero con un ligero toque chulesco, podemos observar cómo tiene las piernas abiertas y los brazos puestos en jarra, además de ligeramente echado hacia atrás pero muy rígido. Sin embargo, ella se encuentra con las piernas cerradas con las manos sobre las mismas, lo que da sensación de que muestra una escucha activa, sentada dirigida hacia él y ligeramente inclinada hacia delante.

En la conversación con la camarera sobre lo que le va a pedir, vemos un lenguaje pretencioso, carente de detalles necesarios para una conversación fluida y adecuada, con una tonalidad ligeramente elevada y marca que ‘lo suyo’ ya lo tienen preparado. Además cuando la camarera le pregunta por el postre el chico le aparta la mirada, mirando hacia abajo lo cual transmite cierto desagrado y lo acompañas de una sonrisa que rápidamente desaparece y las comisura de la boca apuntan ligeramente hacia abajo mientras gira la cara. Su comunicación carece de gestos emblemáticos o ilustrativos. Y todo ello ocurre tan sólo en el primer minuto, y sabemos que se suele decir que en menos de un minuto tenemos ya una primera impresión formada, que en este caso no le va favorecer.

En conclusión, respecto a esta interacción podríamos destacar la pragmática del lenguaje usado. Podemos observar que el chico no está teniendo en cuenta el contexto social en el que se encuentra y, en lugar de intentar mantener una conversación para conocer a la otra persona, pretende mostrar sus conocimientos únicamente. Esto causa una impresión negativa sobre sí mismo, que hace que fluya condificultad la conversación. Además, vemos que existe poco contacto visual, con sonrisas más bien forzadas, lo que hace que, en ocasiones, la conversación se vea un tanto incómoda.

Para finalizar, observamos la importancia de estas primeras interacciones para causar una buena impresión en una persona. Vemos que muchos gestos y formas de expresarse, aunque en un principio parezcan ‘insignificantes’ pueden cambiar mucho la perspectiva que tenemos sobre alguien. De esta forma, nos surge la siguiente cuestión ¿cómo se pueden mejorar las habilidades para causar una primera impresión positiva?

Trabajo realizado por: David Fernández Huertas, Nerea García Díaz y Victoria Fernández Morales

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