POLÍTICA. POPULISMO. LENGUAJE. GRUPOS. VIOLENCIA. POLÍTICA.

Lo que aquel movimiento ciudadano, aquellas protestas, lo que aquellos indignados hicieron aquel 15M cambió la historia política de nuestro país. Aquellas acampadas en la puerta del sol tenían como objetivo acabar con el bipartidismo y promover una democracia más participativa distanciandose de la hegemonía que había reinado hasta entonces bajo el reinado del PSOE y el PP. Lo que no sabían aquellos que consiguieron traer a España el fin del bipartidismo es que también traerían de la mano la nueva política populista que estamos viviendo en nuestro país.

No pasaría nada si este nuevo marco político no tuviese consecuencias directas en los ciudadanos, el problema es que sí las tiene. El índice de Democracia Global​ realizado por el Eurobarómetro en 2021, por primera vez en nuestra democracia, desde 1975, nos encasilla como una democracia deficiente sin llegar por ende a ser una democracia plena.

Pero para poder hablar de populismo, ¿no nos tendríamos que hacer la pregunta que todos estamos esperando sobre qué es el populismo?, ¿Hay algún partido político libre de populismo? No hay un grupo político libre de populism​o pero sí vemos cómo varios de los nuevos partidos de la democracia empezaron a utilizar en exceso estas estrategías.

Podemos y Vox son solo algunos de ellos y además​ también son ​casualmente los que más rápidamente han crecido y los que más lejos han llegado.

¿Cómo lo han conseguido? Una de sus estrategias ha sido crear un grupo social muy rígido realizando esto mediante una homogeneización del mismo e incitando odio hacía el diferente. La base de estos partidos se encuentra en la incitación del odio. ¿Nunca os han llamado feminazi por ser feminista? ¿Nunca os han llamado facha por llevar una pulsera de España en la muñeca? En mi caso mucha gente le ha explotado la cabeza cuando he defendido el feminismo, el colectivo lgtbiq+, he defendido la bandera de mi país o solo la unidad del mismo. Es raro defender cosas tan simples y necesarias como estas, porque el odio que nos han infundido hace que solo defendamos algunas de ellas porque ¿Seré facha si? ¿Me llamarán rojo si?.

Este problema se agrava cada vez más, la polarización de los populismos está ocurriendo en nuestro país.

Los partidos políticos a través de su discurso consiguen que en las calles se llegue a defender incluso la violencia política.

Discursos como el de Abascal cargando contra feministas, el colectivo lgtbi, animalistas y migrantes, culpandolos de los problemas de España y señalandolos como totalitarios, provoca que en las calles se produzca violencia política. Espinosa de los Monteros afirmaba que dicho colectivo era un colectivo sectario y una diputada de vox en la cadena intereconomía ponía en duda si los niños homosexuales existían realmente o no, argumentando que no.

Esto en las calles se traduce en violencia política en este caso ataques homófobos. En Cataluña, la vanguardia, mostraba como una mujer insultaba y agredía verbalmente a dos chicas que se daban un beso en el metro al grito de “mariconas” posteriormente añadía la expresión “encima catalanas”.

Es interesante ver cómo la gente usa la pragmática y los distintos posibles usos del lenguaje para defender la violencia, criticar, defender una postura o solamente pelearse. Sobre el caso de la mujer del metro de barcelona, una mujer en redes le quitaba hierro al asunto a través de la siguiente ironía “Tiene pinta de haber leído muchos libros en su vida”.

Otra mujer no condena la actuación,​ la blanqueaba a través de un símil “El dilema no creo que fuese el beso entre ellas lo prudente es q no todo el mundo le gusta esa situación entonces si yo fuera ladrona o otra cosa no se lo tengo que demostrar a todo el mundo “ verdad”.

Un hombre a través de un dicho lanzaba una reflexión “Vivimos en un mundo donde nos ocultamos para hacer el amor, pero la violencia es practicada a plena luz del día”

Pero estos discursos políticos en los que se tiene como principal objetivo remarcar el endogrupo y el exogrupo en muchas ocasiones no solo no quedan en insultos o palabras subidas de todo, a veces van a más y su intensidad se incrementa​.

Siguiendo el hilo de la temática tratada, vemos cómo los discursos políticos se ref​lejan en violencia política ​​en las calles, Pablo iglesias en 2020 realizaba el siguiente discurso contra vox y el uso de la bandera de España, “Les reconozco una cosa, cuando les llamamos fascistas nos equivocamos porque ustedes son una cosa mucho más cutre, son la derecha de toda la vida que pretende tapar sus complejos con la bandera de España en sus mascarillas”. Aquí la palabra “cutre” es significativa, observamos como descalifica a lo que él con​sidera que es la derecha pero yendo más allá​.

Esto en las calles se traduce en violencia política, por ejemplo, V.L., de 53 años, falleció en la UCI del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza, donde permaneció ingresado en estado de coma después de recibir una paliza tras salir de una discoteca, después de ser increpado por llevar unos tirantes con los colores de la bandera de España.

Ante este caso hubo mucho revuelo en redes, la gente no llegó a concordar ni incluso ante una muerte, ni los que defendían a la víctima ni los que la blanqueaban guardaron el duelo, el respeto a sus familias o la exigencia de justicia, simplemente se enzarzaron en una guerra con ideología política. Cuando ni ante una muerte la guerra política entre personas con distintas ideologías cesa, el populismo ha conseguido su objetivo. Un ejército de súbditos sin criterio propio, que harían cualquier cosa por defender a alguien de su endogrupo culpabilizando a cualquier persona del exogrupo que les ayude a acercarse un poco a la verdad inexistente que defienden.

Ahora, el tema de la violencia política está más vivo que nunca. Hace unas semanas en el congreso de los diputados una diputada nacional por el grupo parlamentario Vox afirmó y citó textualmente lo siguiente: “el único mérito de Irene Montero para haber llegado a ser ministra es haber estudiado en profundidad el cuerpo de Pablo Iglesias”.

Unos defienden que no es violencia política porque ella misma cuando sucedía al revés con otras politicos como begoña Villacís o Cristina Cifuentes lo llamaban “Jarabe democrátic​o”. Personajes anónimos de internet también utilizan la pragmática del lenguaje con diferentes objetivos, unos ​​quitan hierro al asunto, cómo una mujer publicaba lo siguiente respecto al tema: “A ver, tampoco le quiteis mérito a Irene Montero porque, para estudiar a Pablo iglesias, hace falta valor. Muchísimo valor… y estómago”. Otra mujer con ironía comentaba lo siguiente: “Nunca llegaré a entender como Irene Montero llegó a ser… cajer​a” Aquí no solo da a entender que no está preparada para ser ministra, sino que insinúa que no entiende cómo llegó a ser cajera intentando rebajar así a Irene a pesar de la honradez de ambos oficios.

Abascal ante esto dijo “Qué piel tan fina tienen los que van de la mano de filoterroristas, los que apedrean actos políticos, los que sueltan violadores, los que defienden la pederastía, los que indultan a corruptos y golpistas​ ​​”. Aquí a través de este contundente y duro mensaj​e Abascal habla de lo que le parece que el gobierno ha hecho y hace mal pero a través de​ un lenguaje figurado ya que no es cierto en su totalidad sino una manera de alterar y exagerar el sentido propio de las expresiones dichas, obviamente ellos no van literalmente de la mano de nadie, ni sueltan a nadie de la cárcel pero a través de este lenguaje llega mucho más fácil a su electorado.

Y todo este proceso de legitimación de la violencia y la violencia política, y de estas situaciones sociales injustas es definida por grupos sociales, debido a que se suelen generar nuevos significados que desafían un determinado orden social a través de creencias que son compartidas por el mismo grupo al que la persona pertenece.