¡Por lo menos mi hijo no lleva náuticos!

AlbaRidao
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readJan 9, 2023

Me asombró mucho estas navidades volver a ver a muchos miembros de mi familia que hacía años no veía. En la cena de nochevieja se contaron muchos chistes, bromas y muchas historias después de tanto tiempo, lo normal. Pero en todas las casas se cuecen habas, así que para no variar siempre sale algún que otro problema a la luz en estas comidas y cenas familiares.

Para poner en contexto, dos de mis tíos empezaron un diálogo donde sacaron a la luz cosas que hacía tiempo estaban enterradas, siempre desde el respeto y la compostura que dan dos copas de más. Ya en todo lo alto de la discusión empezaron a hablarse irónica y sarcásticamente utilizando estas ironías como método para dañar al otro y para nada con intención de transmitir ningún tipo de información relevante o establecer comunicación.

Homer vs Bender. “Die Simpsons”. Temporada 26. Episodio 6.

Después de un rato de discusión me vino a la cabeza una de las clases de lenguaje donde se explicó una lectura sobre pragmática en la que se diferenciaba entre la pragmática lingüística y la ironía y sarcasmo según el principio cooperativo de Paul Grice. En esta clase se comenzó diciendo “el lenguaje no se usa primariamente para transmitir información” a lo que se refería el profesor era que también podemos utilizar el lenguaje para hacernos daño unos a otros sin necesidad de transmitir información nueva o relevante. En el transcurso de la discusión, empecé a ver realmente el significado de la clase y entender el principio colaborativo de Paul Grice, el cual yo entendí de la siguiente manera:

Paul Grice analiza 4 cosas o tiene 4 máximas en su principio cooperativo. Grice habla sobre cómo usamos la pragmática para cooperar, es decir para ponernos de acuerdo y establecer una conversación con actitud positiva. Como mínimo tengo que cumplir 4 máximas si quiero cooperar o colaborar positivamente en una conversación: máxima de modo, de relación, de cualidad y de cantidad. Las cuales se resumen básicamente en que el hablante debe de ser claro, honesto y concreto y evitar aportaciones que no tengan nada que ver con el tema en cuestión. ¿Qué pasa entonces con la ironía y el sarcasmo?¿cumple las normas? Según su criterio no, porque no está siguiendo las pautas.

Por ejemplo y volviendo con la discusión de mis tíos, se dijo algo refiriéndose al equipo de fútbol de uno y de otro y de lo buenos que eran unos y otros no, en definitiva metiéndose sarcásticamente el uno con el otro usando sus equipos de fútbol, entre otras muchas cosas. Lo estaban haciendo realmente con el objetivo de mostrar la superioridad de uno frente al otro y no para comunicar por ejemplo las veces que habían ganado alguna copa o metido x goles un equipo. Con esta discusión no se intentó comunicar ninguna información relativa al fútbol como tal, no fueron claros en el modo de comunicarse, ni evitaron ambigüedades, ni mucho menos evitaron ofuscación en el lenguaje. Tampoco se mantuvo la relación entre conceptos, hablaban de fútbol, aunque primero empezaron hablando sobre sus trabajos, volvían al fútbol y luego hablaban sobre sus familias y relaciones personales, religión… para nada siguiendo un hilo relacional en la discusión. Tampoco se hablaron con total veracidad algunos hechos y se ocultaron bastantes cosas por lo que no podían tener razón ni el uno ni el otro, ya que ninguno puso sobre la mesa ningún hecho demostrado. Y por último la discusión duró unos 40 minutos, y en realidad el fin de esta era demostrar la superioridad, dolor y otras emociones que se tienen el uno y el otro, pero al final todos acabamos sabiendo cuantas champions había ganado el madrid a lo largo de la historia o de que los hijos de uno se habían declarado votantes de vox y otros eran puros anarquistas, cosas que no venían a cuento para el fin real de la discusión.

Entonces me atrevo a decir que mis dos tíos usaron muy mal la pragmática lingüística entre ellos, ya que ambos conocían el mensaje detrás de esos sarcasmos, es decir eran conscientes de la influencia del contexto en la interpretación del significado. Ambos tienen conocimiento previo compartido, conocen sus relaciones interpersonales y presentan un estatus comunicativo similar pero no se dijeron las palabras adecuadas para comunicar lo que sentían y por consiguiente no entendieron el significado. El resto de personas que allí nos encontrábamos sólo podíamos intuir por donde iban los tiros y a lo que verdaderamente se referían, pero realmente no vimos el mensaje “oculto”. Digo que “usaron muy mal la pragmática lingüística” porque el éxito de cualquier acto de comunicación depende en gran medida de la habilidad del oyente/lector de inferir lo que el hablante quiere decir. Es como si entre ellos se quisieran decir “soy mejor que tu y te odio” pero los demás oyentes escucháramos “por lo menos mi hijo no lleva náuticos”.

En definitiva, ninguno de los dos quiso cooperar positivamente en la conversación y seguir las máximas de Grice para una comunicación positiva, lo que desembocó en un enfado por parte de ambos ya que no se dijeron lo que verdaderamente querían decirse. No compartían sus pensamientos o sentimientos reales, sino que lo ocultaban como distractores para los demás. Lo único que sí compartían era el motivo común de la discusión: chincharse y así fue.

Bibliografía

Cuadrado, R. A. (2017, noviembre 20). El Principio de Cooperación de Grice punto por punto. REMOTEFROG; Raúl Antón Cuadrado. https://remotefrog.com/2017/11/20/que-es-el-principio-de-cooperacion-de-grice/

El principio de cooperación de Grice 30. (s/f). 1Library.co. Recuperado el 9 de enero de 2023, de https://1library.co/article/principio-cooperaci%C3%B3n-grice-pragm%C3%A1tica.dzxvovdy

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