¿Por qué el debate no es la mejor opción de presentar la información?

Miriam
Psicología del Lenguaje — ugr
2 min readDec 4, 2023

La manipulación en debates políticos ocurre cuando se utilizan prácticas engañosas con el fin de tergiversar hechos en la opinión pública. Para paliar esto, se conoce el fact-checking. El cual plantea la verificación en tiempo real de las afirmaciones presentadas por los políticos u otras figuras en interacción públicas como, por ejemplo, el debate.

Hemos planteado algunas razones por las cuales creemos que el debate político no es la mejor opción de presentar información, y hemos concluido:

En los debates, los políticos suelen centrarse en persuadir la opinión pública, lo que lleva a la manipulación de la misma, en lugar de presentar hechos contrastables, que requieran evidencia verificable. Además, otra situación que se da en los debates es que no son debates en sí mismo, sino que giran en torno a lo mediático y los telespectadores, por lo que se busca más farándula que argumentar y proponer ideas. Todo esto lo hacen contraponiendo sus opiniones y argumentos frente a sus “contrincantes”.

La alternativa propuesta para poder hacer frente a los problemas presentados anteriormente sería un formato en el que se incluiría un moderador objetivo que promueva la imparcialidad, la estructura y el conocimiento de los hechos, la equidad del tiempo, tono y la conducta que presentan. Además de realizar preguntas equitativas, facilitar el diálogo y manejar las interrupciones de cada quién. De esta manera, se logra garantizar un intercambio de ideas justo, equitativo y constructivo.

Otra alternativa, se propondrán foros de preguntas para dar respuesta de manera más improvisada, sin preparar ni dar cabida a una manipulación previa de los hechos, donde los políticos respondan directamente a preguntas específicas realizadas por los propios ciudadanos mediante una plataforma digital, las cuales pasen por un filtro, y se presenten en la pantalla las más interesantes. De tal forma que se evalúen por la claridad y honestidad de sus respuestas.

Además, para contrastar la información y a su vez verificarla, se le pedirá a los líderes políticos que los datos estadísticos que presenten deberán someterlos a un filtro que detecta la veracidad de los datos aportados y, en caso de que estos no sean afirmativos, se les penalizará. A un máximo de 3 hechos no afirmativos, se les expulsará del debate para evitar promover falacias y persuadir a la gente con hechos falsos no contrastables.

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