PRAGMÁTICA

Lucialinsol
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readNov 16, 2022

Después de leer la lectura he entendido que la pragmática es la parte de la lingüística que estudia el uso del lenguaje en los contextos conversacionales, teniendo en cuenta a los usuarios que participan dentro de la conversación. Dentro de esta rama, Paul Grice estableció el principio de cooperación, referido al intercambio de mensajes que tiene lugar entre dos o más personas que permite la comunicación y el entendimiento entre las personas involucradas en dicha conversación.

Este principio por el cual se da la comunicación se basa en las 4 máximas conversacionales, también establecidas por el mismo autor, que son:

La máxima de calidad: que lo que se diga sea verdad.

La máxima de cantidad: que se dé la información requerida, pero sin ser excesivo/a.

La máxima de relevancia: que lo que se diga tenga importancia o relevancia dentro de la conversación que se está teniendo.

La máxima de modalidad: se refiere al modo de expresarse.

En la lectura sobre la pragmática se ha visto cómo continuamente, en diferentes formatos y en diferentes contextos (formal/informal), las personas no cumplimos con estas máximas conversacionales.

Un ejemplo de esto sería la comunicación por redes sociales, donde se incumplen todas las máximas conversacionales propuestas por Paul Grice. Esto no es más que un ejemplo de forma general, no siempre tiene por qué darse, pero es común que ocurran algunas de las circunstancias que diré a continuación:

La máxima de calidad: se rompe ya que en muchas ocasiones distorsionamos y cambiamos la realidad sobre cómo somos nosotros mismos, física o emocionalmente para llegar a encajar en los estándares de la persona con la que hablamos y así conseguir “gustarle más”, a pesar de que la persona que muestras o describes no eres realmente tú.

La máxima de cantidad: el hecho de que la comunicación sea a través de una pantalla hace que muchas veces se malinterpreten mensajes, la forma en la que va expresado o lo que realmente se quería decir con ellos, explayándose la conversación con largas explicaciones sobre un tema minucioso que se ha salido de contexto. También nos podemos encontrar el otro extremo, conversaciones en las que la información que se transmite es escasa, rompiendo por lo tanto otra máxima, la de relevancia.

La máxima de relevancia: como ya he dicho en la máxima anterior, las conversaciones escasas normalmente suelen carecer de relevancia total, donde las conversaciones se convierten en la mínima respuesta a la otra persona, siendo en ocasiones un “jajaja”, por tal de no dejar “en visto” a la otra persona, a pesar de que la conversación murió hace tiempo y la información que se ha transmitido en los mensajes es nula.

La máxima de modalidad: como he mencionado antes también, hay ocasiones en las que los mensajes se malinterpretan, y esto puede deberse bien a la interpretación que haga la otra persona de ello, o bien a la forma en la que nosotros nos hayamos expresado, pudiendo ser esta demasiado ambigua, demasiado enrevesada, o tan escueta que no nos hayamos expresado lo suficientemente bien como para que se entienda lo que queremos decir.

No hay que olvidar que, como se menciona en la lectura, las máximas de Paul Grice sólo regulan la forma en que debería darse la comunicación y no son absolutas en el sentido de que no hay que seguirlas al pie de la letra, y es más común que las rompamos a que las sigamos (por ejemplo, la gente que suele usar la ironía de forma frecuente estaría rompiendo la máxima de calidad de decir la verdad).

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