PROANA Y PROMIA: “LAS PRINCESAS OSCURAS”

Fran vilchez
Psicología del Lenguaje — ugr
5 min readNov 17, 2019

En publicaciones anteriores hemos hablado sobre los mensajes que nos envían, de forma directa o indirecta, sobre cómo debemos ser, qué talla utilizar o lo que es “aprobado” o no en el mundo de la moda contemporánea. Como hemos podido observar, algunos de esos mensajes nos llegan desde “arriba”, bien desde las grandes empresas a través de la ropa, publicidad, redes sociales, o bien desde la gran pantalla, pero… ¿Realmente estamos a salvo de esos mensajes si miramos hacia los lados?; No, de eso estamos seguros.

Por lo tanto, hemos realizado una pequeña investigación por redes sociales y distintas páginas web y hemos encontrado algo bastante aterrador. Existe un grupo de personas (bastante numeroso) que promueve la anorexia (proana) y la bulimia (promia) como forma de vida, quitándole todo el peso psicológico y no viéndolo como lo que realmente es: un trastorno.

Tan sólo con teclear el hashtag #Proana o #Promia en twitter, podemos ver miles de tuits dedicados a estos movimientos en los que se adjuntan fotos de chicas anoréxicas con comentarios de admiración y de esperanza por alcanzar esos “logros” que algunas personas tanto anhelan, como podéis ver en estas imágenes:

También podemos apreciar cómo chicas que no se conocen de nada, se comunican a través de grupos privados de WhatsApp en los que hablan sobre sus casos concretos, se dan consejos, los piden, aportan “soluciones” y crean unos vínculos en los que soportan sus autoestimas, sus sueños y emociones, por lo que normalmente se aíslan del mundo real y basan sus vidas en un grupo muy acotado de personas que solo incrementan el trastorno que padece, haciéndolo cada vez más profundo y llegando a puntos de no retorno. A continuación podéis ver algunos ejemplos de estos grupos y algunas de sus conversaciones:

Este movimiento manda mensajes claros a las chicas sobre el cuerpo que deben tener y está tan extendido por el mundo que es imposible silenciarlo de manera permanente. Se encuentra en vídeos, en blogs, en tuits, en cuentas dedicadas totalmente a ello, calando tanto el mensaje de la imagen corporal “perfecta” o de “princesa”, que hasta las propias personas afectadas no lo consideran realmente un problema, sino que se adaptan tanto a ello, que lo ven como una nueva forma de vida, su forma de vida ideal y de la que ni siquiera hay que intentar salir.

De hecho, utilizan como iconos imágenes de mariposas y libélulas que simbolizan lo etéreo, vestidos vaporosos, mujeres escuálidas con coronas y diademas. La belleza de aspecto frágil es el primer mandamiento de su iconografía. Por la calle pueden distinguirse entre ellas mediante la utilización de unas pulseras que llevan en su mano izquierda, siendo de cuentas rojas si se es Ana y de cuentas morada si se es Mia (Guillermo Abril,2009).

Además, utilizan su propio lenguaje, a veces inventado o en inglés, dulcificando y enmascarando la realidad, hacen “carreras” para perder kilos, exponen también una gran cantidad de dietas desequilibradas, que además están al alcance de cualquier persona… tienen diversos “tips” o trucos para adelgazar engañando al estómago, a la mente o incluso a los padres, cuelgan tablas sobre lo que se puede quemar por cada media hora de ejercicio y tablas con el peso que se debería tener en relación a la altura si se quiere ser “Ana o Mia” y llegando a un nivel más alto, ya que en su empeño por querer bajar de peso pueden llegar a la autolesión y la automutilación. Las autolesiones son una forma de transmitir sus sentimientos o de castigarse por “fallar a ana o a mia”. Ellas le llaman la «self-injury», que se puede definir como la tentativa de provocarse dolor, dañando su propio cuerpo y lesionándose, generalmente, en tejidos finos del cuerpo, como ya hemos visto en algunas imágenes.

Con esto, lo que queremos es dar a conocer un mundo del que muchos de nosotros no tenemos constancia pero que probablemente lo tengamos muy cerca aunque no lo veamos. La mayoría de estas personas, aunque en casi su totalidad, las personas con bulimia, no tienen por qué tener signos de sufrir dicho trastorno, ya que suelen tener un peso normal y llevar una vida igual que la de todo el mundo, con la diferencia de que cuando están a solas, expulsan todo lo que han comido de cualquier forma, ya sea provocándose vómitos, con laxantes, con ejercicio físico… por lo que tenemos la obligación de estar atentos a cualquier síntoma de nuestra hermana, nuestro primo, nuestros amigos o de cualquier persona cercana para poder ayudarle a salir de un pozo del que por sí solas no podrán salir, ya que la falsa felicidad que les produce vivir ese estilo de vida, no les deja pensar en que tienen un problema, sino todo lo contrario.

Por último, daros las gracias por leernos, comentar y dar mg. Os invitamos a que busquéis más información y la compartáis, ya que si con estas breves y fáciles acciones podemos ayudar al menos a una persona a que se de cuenta de la realidad, a que salga de ese mundo o a que simplemente busque ayuda, habremos ganado.

Aquí os dejamos algunos enlaces interesantes de ver y escuchar;

Sandra Carmona Moral y Francisco José Vílchez Heredia.

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