¿Puedes cargarte a un alumno de 10 “motivándole”?

Antonio Garcia
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readJan 14, 2024

Con una rápida busca en internet, podemos darnos cuenta de toda la información positiva acerca de dar ánimos, depositar esperanzas y tratar a los alumnos como su fuesen siempre los mejores. Yo mismo en mi anterior artículo contaba como esas expectativas positivas hacia el alumno podían elevar sus calificaciones de manera consistente.

Pero lo que yo describí era un caso idílico, y cada alumno es un mundo en el que puede beneficiarle o no. Para ello veamos el testimonio de una chica de 19 años, en la que nos cuenta como fue su experiencia en la ESO y Bachillerato:

“Debido a que mi madre era profesora en el instituto y tenía una hermana mayor con muy buenas notas, los profesores siempre han esperado mucho de mí, que a veces me ha venido bien y otras mal. Por ejemplo, en tercero de la eso al principio me vino bien, porque me implicaba más en la asignatura, pero llegaba el punto en el que veía injusticias en mi persona; veía personas con un trabajo mucho peor hecho que les decían que estaba bien hecho, y a mi pe pedían más, me ponían pegas… Lo veía muy injusto. Es muy chungo ver que no recibes trato igualitario de parte de los profesores y acabas pasando del profesor. En cuarto de ESO me pasó algo parecido, en historia, que creía que podía dar más de mi y no paraba de darme caña, ponerme con compañeros malos de trabajo, me recriminaba cualquier mínimo detalle… Me sacaba cualquier tipo de pega sin sentido. Esto al final hacía que no quisiera esforzarme. En bachillerato me pasó en la asignatura de química, que el profesor por tal de que me esforzara más me ponía mal las cosas del examen para que me fastidiase, o en matemáticas, que el profesor tenía muchas expectativas, y por un mismo trabajo, si un alumno recibe una enhorabuena, yo recibía un reproche. Este caso me sentó aún peor, ya que me costaban algunas cosas en matemáticas, tenía muchos errores… Ese profesor, que prácticamente se reía de mis fallos, consiguió que perdiera la motivación, que yo misma pensara que no valía… En resumen, aunque en algunos momentos me ha venido bien, en general los profesores han conseguido que pierda el interés más que otra cosa.”

https://www.youtube.com/watch?v=UcMOLBfbkJk

Las expectativas altas, que la familia transmita al profesor/a lo bueno que es su hijo (como se puede ver en el vídeo) pueden afectar de forma positiva, pero también de forma negativa al alumno. Exigir, exigir y volver a exigir es una actividad muy común, y que puede reflejar un deseo de que los hijos sean lo que los padres nunca llegaron a ser (aunque ese es otro tema). Adolescentes, en una edad complicada, lo último que necesitan es que un profesor, al que no le tienen ningún apego, les recrimine que han hecho algo mal. Es muy importante saber diferenciar el tipo de alumno, y como extraer el máximo potencial de él o ella sin que pierda la motivación ni provocarle una tristeza que no se merece. Pero de aquí surge una nueva pregunta…

¿Están los profesores preparados para ayudar al alumno y no dinamitar toda su motivación e ilusión?

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