María Pérez
Psicología del Lenguaje — ugr
2 min readDec 6, 2018

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¿Qué adjetivos utilizarías para definir tu vagina?

El lenguaje que utilizamos para definir los sucesos que nos rodean, juega un importante papel en cómo percibimos dichas situaciones, y dicha percepción, a su vez, nos predispone a actuar de una u otra manera la siguiente vez que nos ocurra algo similar. De la misma manera, el lenguaje que utilizamos para hablar a cerca de nuestro cuerpo, dice mucho sobre la visión que tenemos del mismo; influyendo, direccionando, y determinando la relación que mantenemos con él.

En un experimento llevado a cabo por Braun y Kitzinger, encuestaron a 55 mujeres de edades 20–50 acerca de diferentes temas relacionados con sus vaginas: lenguaje, autoconocimiento, sexo, y sentimientos hacia su vagina, entre otros. Los investigadores encontraron como la mayoría de las mujeres mostraban representaciones negativas a cerca de lo que la sociedad, los hombres, o ellas mismas pensaban a cerca de su vagina. Clare, por ejemplo, la identificaba como “sucia y asquerosa”, mientras que otras reconocían que les daría vergüenza que sus novios las vieran “dar a luz” ya que “nunca más querrían acostarse con ellas”. Muchas mujeres confesaron tener ansiedad ante la práctica de sexo oral, por si su vagina presentaba “mal olor o mal sabor” (Braun & Kitzinger, 2001).

Desde la antigua Grecia, hasta hoy en día, los genitales femeninos han sido considerados inferiores a los de los hombres. Según el discurso psicoanalítico, las mujeres eran como “hombres castrados”, y sus cuerpos estaban marcados por una falta. Estas formulaciones psicoanalíticas basadas en una ausencia “física” se reflejan en lo que podría llamarse una ausencia ‘conceptual’. Esta ausencia conceptual se refleja a su vez, en la rara utilización del lenguaje para referirse a cualquier detalle de los genitales de la mujer, llevando así a la ignorancia tanto física como funcional de los mismos (Braun y Wilkinson, 2001).

La vagina también ha sido representada muchas veces como algo vergonzoso, poco higiénico, o como un simple receptor para el pene. Los propios anuncios de tampones, han reforzado la idea de que es mejor si utilizamos tampones con “aplicador” para mantener nuestras “manos limpias”. Todo este tipo de representaciones y creencias tienen repercusión a nivel de salud, puesto que el sentirnos avergonzadas nos dificulta hablar a cerca de diferentes síntomas, y a pedir ayuda si es necesario.

En mi opinión, como profesionales de la salud, debemos tomar iniciativa en liderar un cambio con respecto a cómo hablamos de los genitales femeninos, la sexualidad femenina y del sexo en general. Y vosotros, ¿qué creencias pensáis que existe en nuestra cultura a cerca de los genitales femeninos?¿Cómo creéis que influyen en nuestra sexualidad?

Braun, V. & Kitzinger, C. (2001a). ‘Snatch’, ‘hole’, or ‘honey pot’? Semantic categories and the problem of non-specificity in female genital slang. Journal of Sex Research,38, 146–158.

Braun, V. & Wilkinson, S. (2001). Socio-cultural representations of the vagina. Journal of Reproductive and Infant Psychology, 19, 16–32

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