QUÉ HACER CUANDO LA ASERTIVIDAD FALLA

María Cambil
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readJan 7, 2023

En el post anterior, estuvimos hablando sobre cuando la asertividad deja de ser suficiente o no funciona. Hemos planteado ciertas situaciones donde se pudo ver que usar la asertividad era insuficiente, es decir, donde la asertividad no era el camino más adecuado para afrontar la situación.

Sin embargo, aunque hemos hablado sobre la importancia, los beneficios y la insuficiencia de la asertividad, ¿qué debemos hacer cuando la asertividad no es el camino más adecuado?, ¿cuál es la forma correcta de actuar cuando la asertividad falla?, es más, ¿la hay?

Para la realización de este post, decidimos preguntarle a ciertas personas qué es lo que ellas harían cuando la asertividad falla. Para eso, seleccionamos tres rangos de edad, que son los siguientes:

  • 15–20 años.
  • 30–35 años.
  • 50–55 años.

Dentro de cada rango de edad incluimos a dos personas dentro del mismo, un hombre y una mujer para cada rango. Por lo tanto los participantes fueron:

  • Un hombre (16 años) y una mujer (15 años). Un hombre (33 años) y una mujer (32 años). Un hombre (50 años) y una mujer (51 años).

Una vez seleccionados los participantes, a cada uno de ellos de forma individual para evitar que la respuesta de los demás influyera en la suya propia, se le propuso una situación prototipo y se le dijo que habían reaccionado de forma asertiva ante ella, pero no que había funcionado, por lo que tenían que decir lo que harían entonces. La situación propuesta fue la siguiente:

  • Estás en la cola para entrar al concierto de tu artista favorito, y de repente, se cuela alguien delante tuya. Tu primera respuesta fue la siguiente: “oye, entiendo la prisa que tienes por entrar porque a mi también me encanta este grupo, pero llevo aquí mucho tiempo y estaba antes que tú, así que merezco entrar antes. Deberías volver a tu sitio, por favor”. Sin embargo, a la persona que se ha colado delante tuya le da igual todo y no se mueve. ¿Qué harías entonces?

Bien, las respuestas que obtuvimos fueron las siguientes:

  • Hombre de 16 años: “le pego un guantazo y ya verás como se quita, y si no, no te preocupes que lo quito yo”.
  • Mujer de 15 años: “pues probablemente le empezaría a dar voces para que se quitara de ahí, y si no, pues le pego”.
  • Hombre de 33 años: “le pegaría un puñetazo para que se le quitaran las ganas de dar por culo”.
  • Mujer de 32 años: “repetirle que se quite de peor forma”.
  • Hombre de 50 años: “le volvería a pedir de buenas maneras que se volviera a su sitio, si no funciona tampoco, se lo diría de malas maneras”.
  • Mujer de 51 años: “ya sería menos educada y le diría que se quitara de en medio enseguida”.

Como podemos observar en las respuestas de los participantes, cuando la asertividad falla, se pierden las formas, perdiendo las bases de la comunicación y optando por las faltas de respeto y aún peor, por las agresiones físicas. Como creemos que es evidente, las respuestas que dan los participantes no son, ni mucho menos, las respuestas más adecuadas. Que la asertividad no funcione, no significa que tengamos que perder el resto de habilidades sociales. Si con la asertividad no es suficiente, y no se llega a una solución, como sucede en el caso del experimento, siempre debemos recurrir a otras opciones, que no impliquen agresiones (de ningún tipo). En este caso, la solución más adecuada habría sido pedir ayuda, por ejemplo, a los guardas de seguridad, y pedirles a ellos que saquen de la fila a la persona que se ha colado en ella. Por lo tanto, lo que se debe hacer cuando la asertividad es insuficiente, es seguir nuestro sentido común, siendo siempre respetuosos con los demás, y sin agredir de ninguna manera a nadie, ya que siempre hay otros caminos para poder llegar a una solución.

Ahora bien, vosotros, ¿qué hubierais hecho?, ¿creéis que vuestra solución habría sido acertada?

Trabajo realizado por: Elviradiaz, Marina Barquero Pérez, María Cambil.

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