¿Qué nos transmiten los políticos con su lenguaje no verbal?

Lourdes Ruiz
Psicología del Lenguaje — ugr
6 min readDec 15, 2021

Para comenzar, es importante destacar que la mayoría de los políticos que tienen una gran popularidad adoptan un lenguaje verbal muy diferenciado respecto al resto, comunicándose así con sus seguidores. Además, el impacto de los gestos es mayor que el contenido de las palabras en sí, es decir, el discurso. Por otra parte, las masas no suelen tener una gran concentración durante la sucesión del discurso, por lo que captan la esencia de las palabras, principalmente con los mensajes que se resumen en leyes. Sin embargo, los asesores de comunicación del partido político son muy cuidadosos con la imagen que adopta el líder, puesto que cualquier aspecto referente a su físico es relevante para el espectador.

Estos líderes producen un gran impacto visual mediante su presencia, las áreas que influyen son la expresión facial, el lenguaje corporal, la vestimenta y la pulcritud, generando un contraste en nuestra percepción. Centrándonos en lo corporal, las investigaciones han revelado ciertos gestos que captan la atención del público, algunos de ellos pueden revelar mensajes ocultos →

  • No fruncen el entrecejo, puesto que esto revela una sensación de control sobre la situación y una superioridad muy fuerte. Por lo que, los sentimientos de confianza de los sujetos se sustituyen por tensión.
  • No miran directamente a la cara y suelen no tocarse el rostro, puesto que dichos gestos denotan que la persona está mintiendo.
  • Tratan de respirar tranquilos, hablando de una forma calmada, como señal de autocontrol y convicción sobre el mensaje que se quiere transmitir.
  • Es el turno de las articulaciones, muestran las manos sin ningún tipo de tensión y se mantienen firmes sin mover las piernas, el objetivo de esta postura es adoptar una imagen más cercana y cálida.
  • Deben tener en cuenta el tipo de saludo, este debe ser mesurado e igualitario dirigiéndose a las masas amablemente y mirando hacia todas las direcciones.

Finalmente, el objetivo de todos los gestos mencionados anteriormente es hacer lo que la gente espera de nuestros líderes, puesto que los ciudadanos quieren una figura protectora, aunque a la vez necesitan tener una confianza en su discurso.

Para ejemplificar nuestra crítica vamos a comentar el lenguaje corporal de nuestro presidente, Pedro Sánchez durante el debate que se produjo tras las votaciones del 20 de diciembre del 2015. →

  • Para esta ocasión escogió un traje oscuro entallado, lo cual daba una imagen joven estilizando su figura. Además la corbata va a juego con el color del partido, asociándose así con la izquierda.
  • Por un lado, su timbre de voz es alto, claro y rotundo, controlando su respiración de forma correcta y modulando el tiempo para dar énfasis, por lo que se trata de una entonación melódica alejada de la monotonía.
  • En cuanto a los movimientos realizados durante el discurso, el más destacable es la agitación de la mano derecha de arriba hacia abajo, juntando las manos en el centro de su cuerpo. Esto nos indica que intenta dar una imagen de que está siendo transparente y sus palabras no tienen ningún mensaje oculto. Por lo general, es muy monótono, ya que suele mantener cada gesto durante un gran periodo de tiempo.
  • Por otro lado, adopta una mirada al frente y en ocasiones sonríe de forma sencilla para buscar la simpatía de los ciudadanos y adoptar una imagen más atractiva y honesta.
  • Finalmente, es importante destacar que suele mover la cabeza afirmando mientras que transmite algún mensaje, dando así la sensación de credibilidad y adoptando una postura recta.

Por último, vamos a realizar el análisis de la comunicación no verbal de los representantes del Debate 4-M →

https://www.youtube.com/watch?v=3NRl7i_C4Lc

Isabel Ayuso

La representante del Partido Popular adoptó una compostura correcta e incluso introdujo algunas frases ingeniosas, aunque su aportación no destacó entre las demás, a pesar de que se pensaba que iba a ser una de las grandes protagonistas.

A la hora de analizar su lenguaje corporal, Ayuso continúa teniendo ciertos puntos a mejorar. Esto se debe a que no ha logrado desempeñar del todo un buen papel, ya que estaba distraída y manteniendo su mirada hacia arriba a la hora de escuchar activamente, lo que denota que no estaba prestando atención. En el caso de la confrontación con el resto de los líderes, mostraba una inseguridad que hacía que indicara que estaba en un estado de nerviosismo, así como una mala adecuación del tono, ya que no solía levantar ni bajar la voz, por lo que dejaba ver que llevaba el discurso aprendido de casa.

Pablo Iglesias

Desde otro punto de vista, Pablo Iglesias, el representante de Unidas Podemos en esta ocasión no tuvo su mejor intervención, aunque suele tener un papel muy remarcable y ser el claro ganador del resto de debates tanto por su compostura como por su discurso.

En cuanto a su lenguaje no verbal, se mantiene en su línea serena y calmada, a pesar de que parecía que tenía dificultades para posicionarse como candidato. Nos encontramos ante un Pablo más tranquilo y sin mostrar rasgos de agresividad, lo que ha hecho que su mensaje no se quede plasmado en la mente de los votantes. Esto se debe a que ahora no se encargaba de enseñar su mensaje, si no que tenía que adaptar la postura de dirigir, mostrando una compostura segura y decisiva. Sin embargo, consiguió mantener contento a sus seguidores.

Ángel Gabilondo

Por otro lado, el discurso del representante del PSOE, (Ángel Gabilondo), no se ha logrado comprender, sorprendiendo de una forma negativa a sus votantes, aún así aportó algunas frases buenas.

En mi punto de vista, es el perdedor del debate a la hora de hablar del lenguaje corporal. Esto se debe a que ha buscado todo el rato las palabras requeridas para no tener errores, por lo que solía estar cierto tiempo en silencio pareciendo una persona compleja. Su postura ha sido descuidada dando muchas vueltas al tema que se quería tratar. Además, parecía que no se ubicaba del todo en la situación.

Edmundo Bal

En este caso, el papel del representante de Ciudadanos fue una de las mayores sorpresas del 4-M, ya que destacó entre los demás con su contenido ingenioso y el mantenimiento de una postura firme.

Podemos ver que tuvo un muy buen hilo conductor de sus propuestas, teniendo claro en todo momento a quién debía de atacar, aunque fue demasiado centralista, y este tipo de discursos no suelen tener un efecto. Fue el más natural y el que tuvo más clara su posición, además hacía muchos gestos con las manos, denotando una mayor seguridad para dejar totalmente clara su propuesta y hacer pensar a los votantes.

Mónica García

Por otro lado, Mónica García, la cual fue la representante de Más Madrid comenzó peor pero a medida que avanzaba el debate iba destacando, ya que era desconocida. Aunque su problema fue establecer su postura como oposición.

A la hora de hablar del lenguaje corporal, suele adoptar una imagen de nerviosismo al principio, por lo que se acelera y desacelera dependiendo del contenido y trata de decir mucha información. Aún así, más tarde está más tranquila, pero su expresión comunicativa deja mucho que desear, ya que es una persona activa y es nueva en este ámbito, por lo que está aprendiendo.

Rocío Monasterio

En último lugar, es el turno de Rocío Monasterio, representante de Vox, la cual interviene con el objetivo de mostrar una diferencia con el PP.

Del mismo modo, su lenguaje no verbal se dirige únicamente a sus seguidores, sin querer debatir con el resto de candidatos. Su discurso se basa en la seguridad, aunque se ve una entonación exagerada haciendo de Madrid una zona conflictiva. Además, dirigia su mirada a la cámara en la mayoría del tiempo que duró su intervención, dejando claro el mensaje que le transmitía a sus subordinados, siendo clara y haciendo pausas. A pesar de ello, adopta una postura rígida y suele mostrar una risa nerviosa.

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