¿Qué piensas al escuchar la palabra “ELECTROSHOCK’’?

El otro día estaba viendo una película clásica llamada Alguien voló sobre el nido del cuco, donde el personaje que interpreta Jack Nicholson es ingresado en una institución mental, aun estando completamente cuerdo. Una vez dentro, es amenazado con administrarle una terapia de nombre terrorífico,´´electroshock``, que, aún sin decirlo, promete acabar con su rebeldía y, de paso, con su lucidez.

Actualmente se emplea el término de Terapia Electroconvulsiva (TEC), aunque popularmente sigue siendo conocida como electroshock, y si bien pudieran considerarse sinónimos, este segundo término evoca inmediatamente otras connotaciones con acentuado carácter negativo.

El término electroshock despierta automáticamente sentimientos de rechazo, al ser un término que queda muy vinculado con una práctica del pasado que, o bien no era administrado en unas condiciones mínimas de seguridad para el paciente (en el mejor de los casos), o bien su aplicación tenía una finalidad más punitiva que terapéutica.

En todo caso, evoca una época más oscura y represiva de la psiquiatría en la que, al no haberse desarrollado suficientemente los derechos de los pacientes y prevalecer la idea de que el “loco” perdía su categoría de “persona”, fueron muchos los abusos que se cometieron desde esta disciplina médica.

Por otra parte, tanto la literatura como el cine, han desempeñado también un papel importante en la popularización, y también en la denuncia, de determinadas prácticas terapéuticas como la lobotomía y los electroshocks.

Me resultó muy inquietante la manera en que, en el presente, las personas tienden a rechazar la aplicación de la terapia electroconvulsiva, y aunque existe mucha documentación sobre su efectividad, llega a tener más peso un profundo prejuicio ante dicha terapia. Es muy interesante la evidencia del peso que sigue teniendo en la actualidad la mala praxis que en el pasado tuvo la aplicación de esta técnica, y el profundo rechazo que su empleo sigue provocando en la actualidad.

Este rechazo basado en los prejuicios y en el desconocimiento (ambos siempre van de la mano) no está asociado solamente a sectores de la población con menos formación en estos campos, sino que también se observa en amplios sectores del personal sanitario, e incluso en un buen número de profesionales de la salud mental, a pesar de ser actualmente una técnica ampliamente documentada, con indicaciones muy precisas, segura en su administración y con un elevado porcentaje de eficacia.

Escrito por César Rendón Rodríguez de Molina

Referencias:

Barcia, J.A., Bertolín-Guillén, J.M., Barcia-González, J., Campos, J., & Hernández, M.E.. (2007). Estado actual de la psicocirugía en España. Neurocirugía, 18(4), 301–311.

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-14732007000400003&lng=es&tlng=es.

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