¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed, hasta aquí el agua?

Gemacramirez
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readDec 8, 2022

Límites

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,

hasta aquí el agua?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,

hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,

hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,

hasta aquí no?

Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.

Sangran.

(Juan Gelman, 1956)

Con este poema queremos reflejar de manera metafórica las cuestiones que estos días pasan por las cabezas de mi compañera Patricia Alarcón y yo. Continuando con la temática del humor, quizás muchas de las veces que estamos hablando para saber cuál será nuestra próxima entrada en el blog, nuestros argumentos siempre acaban siendo circulares: “pues yo creo que el humor no tiene límites”, “pues yo tampoco”, “porque es que claro ¿cómo va a tener límites?”, “claro, es que yo pienso igual”.

Estamos estancadas en pensar concretamente en el humor. Por eso, para darnos un poco más de ideas y salir de este pensamiento tan estancado, vamos a “pensar fuera del cuadrado”.

Una noche calurosa de verano, a las 3 de la mañana cuando ya estás cansado de estar en la calle en el parque con tus amigos, surgió una pregunta de lo más interesante: “¿creéis que el hombre es malo por naturaleza?” La verdad es que en ese momento se nos olvidó el cansancio que teníamos y empezamos a soltar ideas sin ningún límite. Hasta que llegamos al tema de las normas sociales. Mientras que unos decían que eran completamente necesarias porque si no, esto sería un caos, otros opinaban que quizás si no hubiéramos conocido estas normas sociales no podríamos estar hablando de este tema ahora mismo porque no existirían.

Desde nuestro punto de vista, opinamos que la maldad y el bien realmente son conceptos creados por el hombre y que de una manera u otra los límites habrían aparecido, pues una de nuestras capacidades y rasgos distintivos como seres humanos es nuestra habilidad para razonar. Es decir, que partimos de la base de que los límites están presentes.

Seguro que muchos de vosotros conoceréis un programa que se llamaba: “El club de la comedia”. A continuación, os dejamos un fragmento de una intervención del famoso cómico y actor Dani Rovira:

En este monólogo podemos ver una serie de chistes que, bajo nuestro punto de vista, hoy no se podrían decir en la televisión. Al principio hace un chiste referido a los rasgos físicos de las personas asiáticas, después tras muchos intentos por contarlo, termina confesando que cree que las chicas no hacen caca nunca. También menciona un chiste de un chico que no tiene familia y va al Telepizza a pedir dos familiares. Este vídeo es del 2011 aproximadamente y el programa dejó de emitirse en 2017.

Aquí tenemos otro ejemplo de otro monólogo, en este caso de Marta Torné, actriz y presentadora, también de hace 11 años:

No hay nada más que ver los comentarios de este vídeo:

Si alguno de nosotros utilizara algunas de las frases mencionadas en el vídeo en una conversación en un contexto más informal, de tú a tú, quizás se llevaría al terreno del sarcasmo, donde se incumpliría una de las máximas de Paul: máxima de cualidad. Pero ¿cómo lo interpretaría el interlocutor?

Resaltamos los retweets y me gusta que tienen estos tweets puesto que significa que alguien más está de acuerdo con este comentario. Pareciera como si pudiéramos elegir ante categorías y que por tanto, reírse de un chiste misógino para la segunda chica por ejemplo, tiene más gracia que uno de los que ella menciona.

En este punto nos surgen una serie de nuevas cuestiones, menos circulares que al principio: ¿Tienen más validez los límites de unas personas que de otras? ¿Hacer chistes por ejemplo, machistas, te convierte en una persona machista? ¿Existe una censura en los medios de comunicación hacia el humor que realmente sigue viva en nuestra sociedad y que no está tan censurada, pero sí maquillada?

¿Vosotros qué opináis?

--

--